domingo, 22 de mayo de 2016

Crisis en Brasil: ¿qué será de ellos? (y de nosotros)


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Crisis en Brasil: ¿qué será de ellos? (y de nosotros)

 

 


Domingo 22 de mayo de 2016
El Senado de Brasil inició el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. Suspendida en el puesto durante 180 días, fue reemplazada por el vicepresidente Michel Temer. En la crucial cartera económica designó a Henrique Meirelles, quien presidió el Banco Central de Brasil. ¿Qué ocurrirá con ellos? ¿Qué pasará con algunos de nosotros?
Sobre el particular conversé con el alemán Werner Baer (1931 - 2016), quien escapó con su familia de su país natal en 1937, llegando a Estados Unidos recién en 1945 gracias a la intervención nada menos que de Albert Einstein.
Según Alberto Porto, "fue importante en el desarrollo del departamento de economía de la Universidad Nacional de La Plata, por el apoyo que les brindó a muchos estudiantes -hoy profesores- para completar su doctorado en Illinois". Con Isaac Kerstenetzky publicó en 1964 Inflación y crecimiento en América Latina, obra que durante muchos años fue un clásico en la materia. Lo consulté porque entre 1967 y 1976 asesoró al programa que la Fundación Ford tenía en Río de Janeiro.
-Usted nació en Alemania y enseñó en Estados Unidos, pero su estadía y su vinculación con Brasil sugieren que nos puede ayudar a entender lo que puede llegar a ocurrir en el país vecino.
-Brasil, como la Argentina, tiene un régimen presidencialista, donde las autoridades se eligen por períodos fijos. No por períodos máximos, como en los regímenes parlamentarios que existen en Inglaterra, Israel o España. Para que un presidente deje el cargo antes de finalizar el período para el cual fue electo (fines de 2018, en el caso de Rousseff) se requieren una renuncia, un fallecimiento, un asesinato, o un juicio político. Brasil eligió la última alternativa. En cambio un primer ministro es removido por un voto de falta de confianza.
-¿Qué chances hay de que, en seis meses, Rousseff sea respuesta en el cargo?
-Para la toma de decisiones económicas, ninguna. Por eso usted pregunta quién es el señor Temer, y sobre todo qué chances tiene Meirelles de revertir la recesión económica.
-En Orden Mundial Henry Kissinger dijo: "Mejor que la realidad no demande adoptar medidas difíciles, porque el mundo hoy carece de líderes".
-En efecto, lamentablemente no existe hoy nada parecido a Winston Churchill o a Charles De Gaulle, y basta mirar la próxima campaña electoral de Estados Unidos para preocuparse sobremanera. Más que averiguar los quilates personales o de liderazgo de Michel Temer, hay que enfatizar el hecho de que en Brasil el Poder Ejecutivo está muy debilitado.
-En la designación de la cartera económica, privilegió la idoneidad a los experimentos.
-Hizo muy bien. Bastantes problemas tienen los brasileños, como para encima ponerse a experimentar. Pero...
-Pero ¿qué?
-Ocurre que, más allá de su idoneidad y su experiencia, el flamante ministro de Economía no operará en el vacío, sino que forma parte de un gobierno debilitado.
-¿Está sugiriendo que el actual problema económico de Brasil no tiene solución?
-No tanto. Estoy sugiriendo que los antecedentes que tiene el ministro Meirelles pueden ser una condición necesaria, pero no suficiente para tener éxito. Recuerde que en su país, en 1962, el presidente José María Guido tuvo cuatro ministros de Economía, a saber: Federico Pinedo, Álvaro Carlos Alsogaray, Eustaquio Méndez Delfino y José Alfredo Martínez de Hoz. Los tres primeros habían ocupado previamente altos cargos públicos, pero dada la fragilidad política no pudieron evitar la devaluación, la recesión y el desempleo.
-Lo suyo suena muy determinista.
-Cauteloso, para ser más precisos. Claro que la experiencia argentina no necesariamente tiene que ser aplicable a otros países, y también es claro que quien tiene una responsabilidad ejecutiva tiene que intentar hacer cosas, dentro de los límites que le impone la realidad política institucional. Pero prefiero pensar que la reversión de la situación de Brasil no va a ser rápida, y equivocarme si se da vuelta de inmediato (cosa que me encantaría), a pensar que la reversión será súbita y resulta que demora mucho tiempo.
-Don Werner, muchas gracias.

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