La OTAN y el equilibrio geopolítico y militar entre Occidente y Eurasia
La
Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) es una
organización político-militar constituida por países de Asia central y
Europa. Los integrantes de la OTSC son Armenia, Bielorrusia, Kazajistán,
Kirguistán, Rusia y Tayikistán. Esta organización político-militar,
está liderada por Rusia, y ha hecho énfasis reiterados en que no
pretende ser hostil, rival o contrapeso a la OTAN. No obstante la OTAN
no ha tenido acercamiento a la OTSC y por el contrario la ubica como su
contrapeso armamentista global.
Realmente este organismo (OTSC), lo que pretende
es ocupar el espacio dejado por la disuelta URSS, y servir de equilibrio
entre EE.UU y la Federación Rusa como el segundo polo geopolítico. Es
importante puntualizar que los enormes recursos con que cuenta la OTAN,
hace imposible que el incipiente organismo creado, pueda rivalizar con
su enorme poderío militar.
Es sumamente importante el potencial integrador de
los países participantes en la OTSC. No obstante, incluso una
evaluación muy aproximada revela que Rusia sigue desempeñando el papel
de principal “donante” de la estructura regional en cuestión.
¿En qué consiste la Alianza Atlántica, la OTAN? La
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes
en la firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez
países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados
Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos,
Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en
caso de agresión armada contra cualquiera de ellos, según el artículo 51
(Capítulo VII) de la Carta de Naciones Unidas, que reconoce el derecho
inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque
armado.
La evolución de la OTAN como una
maquinaria poderosa ha sido una constante, actualmente alcanza los 28
miembros. En la Cumbre de Lisboa de 2010, se adoptó el Nuevo Concepto
Estratégico (NCE), por el que la Alianza se prepara para afrontar los
nuevos retos globales del Siglo XXI, como el terrorismo, la
proliferación nuclear o los ciberataques.
Desde entonces, los Aliados han centrado sus
esfuerzos en dar forma y contenido a los mandatos contenidos en el NCE.
La Cumbre de Chicago, celebrada en mayo de 2012, consolidó estos avances
y se centró en torno a tres ejes de trabajo fundamentales para la
Alianza: el desarrollo de capacidades, la situación en Afganistán y la
relación con terceros Estados.
En la Cumbre de Cardiff (Gales) celebrada en
septiembre del año 2014 los aliados aprobaron una fuerza de intervención
rápida, el despliegue de tropas semi-permanente en el Este de Europa y
una coalición contra la amenaza yihadista.
"El secretario general aliado, Anders Fohg Rasmussen, señala que la reunión de los días 4 y 5 de septiembre ha sido «Una Cumbre crucial en un tiempo crucial. Nos enfrentamos a un entorno de seguridad que ha cambiado completamente». En las últimas décadas, las amenazas estaban físicamente alejadas del territorio aliado, los Estados Unidos miraban hacia Asia/Pacífico, Bruselas había practicado una política de acercamiento hacia Moscú y las opiniones públicas de los estados socios, que se sentían seguras y confiadas, eran cada vez más reacias a invertir en defensa.
Pero, por un lado, la anexión de Crimea y la actitud beligerante de Rusia en Ucrania —con la lógica preocupación sensación de vulnerabilidad de estados como Polonia o los países Bálticos y por otro, la constante expansión de la amenaza yihadista por el norte de África, el Sahel y Oriente Próximo han obligado a replantearse prioridades y modificar escenarios. Se ha hecho necesario mostrar firmeza militar como garante del diálogo político. La Alianza Atlántica ha constatado que, seis décadas después de nacer, sigue siendo tan necesaria como el primer día”.
Estas declaraciones están contenidas en un amplio reportaje en:
http://www.defensa.gob.es/Galerias/documentacion/revistas/2014/red-309-la-otan-se-reafirma.pdf
El año pasado, los gastos superaron los 270.000
millones de dólares; los aportes de EEUU supusieron el 70% de la cifra.
Este presupuesto es 17 veces mayor al presupuesto de la Federación Rusa.
El poderío de la OTAN es extraordinario. El presidente electo
norteamericano Donald Trump, ha manifestado que los países aliados
deberán distribuirse los gastos de manera proporcional, y la verdad es
que los EE.UU pueden darse el lujo de disminuir su participación en una
coyuntura de terrorismo y lucha por la supremacía del eje eurasiático.
Los gastos militares de los principales 15 países
los lidera EEUU, con una cifra de 640 mil millones de dólares y en
segundo lugar China con 188 mil millones y un lejano tercer lugar Rusia
con 87,8 mil millones de dólares. Según el Instituto de Investigación de
la Paz de Estocolmo (SIPRI) las empresas que más facturan en la
industria de venta de armas y equipos bélicos, alcanzan un total de
465.770 millones de dólares, esto son cifras del año 2011.
Hemos revisado una publicación de RT, (https://actualidad.rt.com/economia/view/105557-guerra-negocio-empresas-venden-mas-armas).
Estas son las diez primeras compañías que más armas vendieron durante
el 2011 (ventas y ganancias netas expresadas en millones de dólares
estadounidenses; las cifras entre paréntesis corresponden a los datos
del año 2010):
1 (1) - Lockheed Martin (EE.UU.). Aviones, misiles, electrónica, espacio aéreo. Ventas: 36.270$ (35.730$). Ganancias netas: 2.655$. Empleados: 123.000.
2 (3) - Boeing (EE.UU.). Aviones, electrónica, misiles, espacio aéreo. Ventas: 31.830$ (31.360$). Ganancias netas: 4.018$. Empleados: 171.700.
3 (2) - BAE Systems (Reino Unido). Aviones, artillería, electrónica, misiles, vehículos militares, naves. Ventas: 29.150$ (32.880$). Ganancias netas: 2.349$. Empleados: 93.500.
4 (5) - General Dynamics (EE.UU.). Artillería, electrónica, vehículos militares, naves. Ventas: 23.760$ (23.940$). Ganancias netas: 2.526$. Empleados: 95.100.
5 (6) - Raytheon (EE.UU.). Misiles, electrónica. Ventas: 22.470$ (22.980$). Ganancias netas: 1.896$. Empleados: 71.000.
6 (4) - Northrop Grumman (EE.UU.). Aviones, electrónica, misiles, buques de guerra, espacio aéreo. Ventas: 21.390$ (28.150$). Ganancias netas: 2.118$. Empleados: 72.500.
7 (7) - EADS (Unión Europea). Aviones, electrónica, misiles, espacio aéreo. Ventas: 16.390$ (16.360$). Ganancias netas: 1.442$. Empleados: 133.120.
8 (8) - Finmeccanica (Italia). Aviones, artillería, electrónica, vehículos de artillería, misiles. Ventas: 14.560$ (14.410$). Ganancias netas: 3.206$. Empleados: 70.470.
9 (9) - L-3 Communications (EE.UU.). Electrónica. Ventas: 12.520$ (13.070$). Ganancias netas: 956$. Empleados: 61.000.
10 (10) - United Technologies (EE.UU.). Aeronaves, electrónica, motores. Ventas: 11.640$ (11.410$). Ganancias netas: 5.347$. Empleados: 199.900.
Como se documenta los Estados Unidos son líderes
absolutos de la industria de la guerra, no creo que ningún presidente
pueda disminuir los gastos militares de manera importante, y sería
utópico pensar en la desaceleración de la fabricación y avances
tecnológicos en fabricación de armas con tecnología de punta. El
presidente Trump dijo en campaña que los países socios deberán aportar
el 55% de los gastos de la OTAN y que no va a defender a los países
Bálticos de una agresión armada. En campaña tienen espacios todos los
planteamientos e inclusive tremendistas, que serían remodelados por
razones inherentes del ejercicio del poder.
La OTAN decidió en la cumbre de la organización en
Newport, en Gales, en 2014 que los socios europeos tienen que gastar
en defensa el 2% de su PIB. Eso es lo que debe ser inducido. El objetivo
es lograr ese porcentaje en 2024. Además, no es una medida de
cumplimiento obligatorio. Al argumento de Trump de que EEUU está
regalando su paraguas militar al resto del mundo a cambio de nada, los
aliados de Washington han reaccionado con extrañeza y esto tiene tres
probables escenarios: En el primero dejar a Estados Unidos solo en todos
los conflictos globales, el segundo transitar hacia la independencia
absoluta en el teatro de los conflictos existentes o nuevos, y el
tercero hacer alianzas coyunturales para preservar sus intereses.
Mientras el fantasma del terrorismo se acrecienta y llena de estrés la
psiquis de la población mundial.
Ya los Estados Unidos han vivido un periodo de
aislamiento, que fue posterior a la Primera Guerra Mundial cuando en el
año 1918 y 1919, en el Senado cuyo presidente era Henry Cabot Lodge,
impulsó una corriente aislacionista y no aprobaron la ratificación del
Acuerdo de Versalles y EE.UU no formó parte de la Liga de las Naciones,
durante dos decenios transitaron de modo independiente, este paso
diplomático no hizo avances en el terreno internacional, muy a pesar de
salir como la nación más poderosa de la primer conflagración mundial.
Después de esta experiencia Estados Unidos
comprendió que era necesario liderar, obtener el tutelaje de todos los
organismos internacionales multilaterales, y hasta la fecha mantiene el
poder y control de la ONU, la OTAN y otros organismos estratégicos para
mantener la hegemonía global. Todos estos factores son importantes para
la híper competencia en el campo de la guerra y la seguridad. Las
dimensiones del Pentágono por sí sola no bastan para el control absoluto
de un mundo que tiene una población mayor de 7 mil millones de
habitantes, desde luego las guerras modernas no son convencionales, no
tienen por finalidad obtener más territorios, sino para tener el dominio
de materias primas, petróleo, minerales y el dominio estratégico de los
mares y océanos. Ah, sin olvidar que cada territorio bajo dominio es un
socio comercial, para convertirlo en un gran centro manufacturero y en
una sociedad de consumo al estilo occidental.
El autor es diplomático y analista de política internacional
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