Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro se dispararon dardos en un nuevo día de protestas en Venezuela. El director de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA), Mike Pompeo, advirtió que aumenta el riesgo de que las milicias armadas venezolanas actúen fuera de control y alertó del alto riesgo que supone la transferencia de armas en el país petrolero. Caracas lamentó que Donald Trump continúe la senda de Barack Obama y George W. Bush y lo acusó de financiar una insurgencia armada para promover la violencia en la nación petrolera. Cientos de opositores participaron en una caminata en el este de Caracas en honor a Miguel Castillo, asesinado el miércoles en una protesta contra del gobierno por una herida con arma de fuego. La oposición convocó a la “marcha de los abuelos” que hoy irá a la Defensoría del Pueblo en Caracas y con la que los ancianos exigen reivindicaciones económicas y apoyan a las protestas antigubernamentales.
Durante una audiencia en el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos sobre las amenazas globales, Pompeo abordó la crisis venezolana, en concreto, el fenómeno de las milicias conocidas como colectivos, el gran flujo de armas existente y el riesgo que supone que estas caigan en las manos equivocadas. “El riesgo de que estos colectivos actúen fuera de control aumenta cada minuto”, afirmó Pompeo en alusión a las milicias armadas. “Hay muchas armas circulando en Venezuela y el riesgo es increíblemente real y serio, y una amenaza para Sudamérica, Centroamérica y no sólo en Venezuela”, manifestó el director de la CIA. No obstante, dijo, la CIA no ha detectado grandes trasiegos de armas.
Por su parte, el director nacional de Inteligencia, Dan Coats, afirmó ante la misma comisión que “el impopular Gobierno autocrático de Venezuela recurrirá a medios cada vez más represivos para contener a opositores políticos y disturbios callejeros”. En opinión de Coats, el petróleo ha sido durante mucho tiempo “la fuente de efectivo del régimen”, pero la mala gestión ha llevado a una disminución de la producción en los ingresos. “Evaluamos que el gobierno venezolano luchará para contener la inflación, hacer pagos de la deuda y pagar por las importaciones de escasos bienes básicos y medicinas”, agregó el funcionario respecto al país caribeño.
En un comunicado difundido ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano indicó que lamenta que las nuevas autoridades de Estados Unidos “sigan por la senda ya fracasada de la era Bush y Obama, al desatender el llamado del gobierno venezolano para procurar relaciones diplomáticas de respeto e igualdad”. A su vez, repudió “el sórdido y funesto plan de intervención y tutelaje dirigido por la Administración estadounidense, en conjunto con factores de poder en ese país”.
También acusó a Washington de dar financiamiento y apoyo logístico a grupos violentos en Venezuela, que “han facilitado una insurgencia armada, la cual tendrá como respuesta la aplicación de las leyes”. El escrito fue elaborado en respuesta a las declaraciones vertidas por el encargado para Latinoamérica en el Departamento de Estado norteamericano, Francisco Palmieri, quien afirmó que los venezolanos están sufriendo por la represión autoritaria y la mala gestión económica de su gobierno. En ese sentido, Caracas rechazó categóricamente esas declaraciones, así como lo que consideró una “inaudita y sistemática pretensión del gobierno estadounidense para intervenir Venezuela”.
El comunicado señaló que Estados Unidos usó pronunciamientos, sanciones unilaterales extraterritoriales, financiación económica de organizaciones con fines terroristas, bloqueo financiero, amenazas de intervención militar, “para enmascarar un abierto proceso de intervención marcado por el injerencismo grosero y la violación del Derecho Internacional”.
La diplomacia venezolana aseguró que en los últimos cinco meses se recibieron 105 acciones y declaraciones hostiles, que “basados en falsos supuestos procuran torcer la realidad de Venezuela”. En el escrito se responsabilizó de la violencia a “decisiones hostiles e intervencionistas” adoptadas en la Organización de los Estados Americanos (OEA) con su posición de discutir en su seno la situación del país petrolero sin el consentimiento del gobierno. “Este intentó de la OEA de convocar a una reunión de cancilleres activó a los factores más violentos y antidemocráticos tanto en Venezuela como en la región”, sostuvo.
En otro día de manifestaciones, la oposición partió ayer del Colegio San Ignacio de Loyola, en el este de la capital venezolana, donde Castillo –el joven asesinado– cursó su primaria. Entre oraciones e himnos, continuó hacia Las Mercedes, donde el joven fue herido anteayer cuando estaba junto a cientos de manifestantes. Las personas colocaron flores, hicieron un minuto de silencio y oficiaron un acto religioso por Castillo y las otras víctimas muertas en las manifestaciones iniciadas el 1° de abril.