Veinticuatro
horas después de que la Guardia Civil detuviera a 10 funcionarios y a
otros cuatro ciudadanos e incautara nueve millones de boletas impresas
para el referéndum, Cataluña desafía la orden del Tribunal
Constitucional, que ordenó suspender el referéndum, y puso a disposición
de los electores el padrón completo de quienes están habilitado a votar
el 1-O.
El anuncio de Puigdemont coincidió con una manifestación frente al Palacio de Justicia, donde miles de personas reclamaron la libertad de los detenidos ayer. “¡Votaremos, votaremos!”, fue el grito que surgió cuando los allí reunidos supieron del tuiteo del presidente catalán. "El 1-O votaremos. Para votar hace falta un colegio y una papeleta y los tendréis. Resistir es ganar", dijo ante la multitud Germà Bel, uno de los diputados independentistas que hace dos semanas dio luz verde con su voto al referéndum y a la ley que facilita los mecanismos de creación de un nuevo Estado catalán, independiente de España.
Mientras tanto, Oriol Junqueras, vicepresidente del gobierno catalán, admitió que es posible que se “alteren las condiciones del juego” por las amenazas de Mariano Rajoy, que avaló la acción policial de la víspera y ratificó que el Estado español no permitirá que se viole la Constitución.
A la cabeza de la manifestación frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña estuvo Carme Forcadell, la presidenta del parlamento catalán, quien avaló el tratamiento sobre tablas del proyecto de referéndum aun en contra de los propios abogados del parlamento autonómico, lo que provocó la retirada de los diputados socialistas y del PP del recinto.
Ante unas 20 mil personas, Forcadell advirtió que los detenidos “no están solos, tienen un pueblo luchando por ellos, porque son nuestros héroes. Demostraremos que no tenemos miedo y lo demostraremos votando en el referéndum". Más adelante celebró el “coraje y perseverancia” de quienes se acercaron a la concentración para "defender los derechos y la democracia de este país y para pedir la libertad de los detenidos, que son servidores públicos".
El Consejo General del Poder Judicial, a su vez, reivindicó la actuación de la Guardia Civil y consideró “imprescindible reafirmar en estos momentos que la actuación del Poder Judicial, institución esencial en toda sociedad democrática, persigue en todo momento el cumplimiento de la Ley y la defensa de los derechos reconocidos a todos los ciudadanos en nuestro ordenamiento jurídico”. Asimismo, apoyó a los miembros del Poder Judicial catalán, "que, en defensa del Estado de Derecho que rige nuestra convivencia, prestan sus servicios”.
El anuncio de Puigdemont coincidió con una manifestación frente al Palacio de Justicia, donde miles de personas reclamaron la libertad de los detenidos ayer. “¡Votaremos, votaremos!”, fue el grito que surgió cuando los allí reunidos supieron del tuiteo del presidente catalán. "El 1-O votaremos. Para votar hace falta un colegio y una papeleta y los tendréis. Resistir es ganar", dijo ante la multitud Germà Bel, uno de los diputados independentistas que hace dos semanas dio luz verde con su voto al referéndum y a la ley que facilita los mecanismos de creación de un nuevo Estado catalán, independiente de España.
Mientras tanto, Oriol Junqueras, vicepresidente del gobierno catalán, admitió que es posible que se “alteren las condiciones del juego” por las amenazas de Mariano Rajoy, que avaló la acción policial de la víspera y ratificó que el Estado español no permitirá que se viole la Constitución.
A la cabeza de la manifestación frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña estuvo Carme Forcadell, la presidenta del parlamento catalán, quien avaló el tratamiento sobre tablas del proyecto de referéndum aun en contra de los propios abogados del parlamento autonómico, lo que provocó la retirada de los diputados socialistas y del PP del recinto.
Ante unas 20 mil personas, Forcadell advirtió que los detenidos “no están solos, tienen un pueblo luchando por ellos, porque son nuestros héroes. Demostraremos que no tenemos miedo y lo demostraremos votando en el referéndum". Más adelante celebró el “coraje y perseverancia” de quienes se acercaron a la concentración para "defender los derechos y la democracia de este país y para pedir la libertad de los detenidos, que son servidores públicos".
El Consejo General del Poder Judicial, a su vez, reivindicó la actuación de la Guardia Civil y consideró “imprescindible reafirmar en estos momentos que la actuación del Poder Judicial, institución esencial en toda sociedad democrática, persigue en todo momento el cumplimiento de la Ley y la defensa de los derechos reconocidos a todos los ciudadanos en nuestro ordenamiento jurídico”. Asimismo, apoyó a los miembros del Poder Judicial catalán, "que, en defensa del Estado de Derecho que rige nuestra convivencia, prestan sus servicios”.
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