I.
Emilio Lozoya y su abogado están en las instalaciones de la
Procuraduría General de la República (PGR) copiando el voluminoso
expediente de Odebrecht contra funcionarios de Felipe Calderón y de
Enrique Peña, e incluso contra estos dos; porque ambos sexenios
estuvieron otorgado contratos para obras multimillonarias a la empresa
brasileña, a cambio de sobornos que en una entrega fue de 10 millones de
dólares, presuntamente para la campaña electoral peñista, completando
lo que el llamado “hombre del maletín” (Luis Videgaray) no lograba
recabar. Con todo y que Elba Esther Gordillo-Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación les ayudaba recolectando por su parte con
más de 15 gobernadores de todos los colores (Partido Acción Nacional,
Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática). La cúpula
peñista suponía que este asunto de Obredecht no iba a reventa; pero la
información de las autoridades brasileñas a la PGR –primero a Jesús
Murillo Káram y sobre todo a Raúl Cervantes (el del Ferrari)– son un YO
ACUSO al intermediario y amigo de Peña: Lozoya Austin, quien ha recibido
de regalo tres amparos para no ser llamado a cuentas y para que tenga
acceso al expediente.
II. Pero como la “liebre salta donde menos se espera”, desde agosto pasado los diputados federales de Movimiento de Regeneración Nacional solicitaron a la PGR de Cervantes que les informaran del caso, lo que el ya exprocurador no hizo, por lo que interpusieron un recurso ante el juez séptimo de Distrito, quien admitió la solicitud para ordenar al ahora encargado de la PGR que obsequie ese informe a la diputada Norma Rocío Nahle García. La pregunta de fondo al interino de la PGR es: ¿le entregó Odebrecht 10 millones de dólares a Lozoya como soborno-corrupción cuando Peña ya era el candidato del PRI a la sucesión de Calderón? Y si éste los recibió, ¿qué hizo con ellos? En esos días Lozoya era el coordinador internacional de la campaña electoral de Peña. ¿Le entregó a éste el soborno a cambio de que, como fue, la empresa brasileña recibiera más obras? Se habla, además, de que Odebrecht hizo, después, tres entregas, cada una de millón y medio de dólares. O sea que son casi 15 millones de dólares que, al parecer, se destinaron al peñismo.
III. Por medio de su vocero Eduardo Sánchez, Enrique Peña mandó decir que Odebrecht ha querido “negociar” para que la PGR no proceda contra funcionarios sobornados. El caso es que la PGR nada ha dicho al respecto y su entonces procurador mejor renunció, porque los expedientes le pisan los talones al peñismo. Pero ahora, con la solicitud de la diputada para que la PGR le brinde información sobre si Lozoya está implicado, se puede abrir una rendija en la PGR para conocer algo del misterioso expediente, donde están las investigaciones de los fiscales brasileños sobre Odebrecht, en el caso mexicano. Los reporteros César Arellano, Enrique Méndez y Roberto Garduño (La Jornada, 15 de noviembre de 2017) han informado sobre la posibilidad de enterarnos sobre si Lozoya, Peña y otros más están involucrados en ese millonario soborno. Pero que Lozoya y su abogado tengan acceso al expediente habla de la parcialidad de la PGR que guarda sepulcral silencio respecto a lo que la opinión pública debe conocer. No sólo hay “gato encerrado”, sino varios ratones que se comieron el queso del millonario soborno.
cepedaneri@prodigy.net.mx
Miércoles, 29 de Noviembre 2017
II. Pero como la “liebre salta donde menos se espera”, desde agosto pasado los diputados federales de Movimiento de Regeneración Nacional solicitaron a la PGR de Cervantes que les informaran del caso, lo que el ya exprocurador no hizo, por lo que interpusieron un recurso ante el juez séptimo de Distrito, quien admitió la solicitud para ordenar al ahora encargado de la PGR que obsequie ese informe a la diputada Norma Rocío Nahle García. La pregunta de fondo al interino de la PGR es: ¿le entregó Odebrecht 10 millones de dólares a Lozoya como soborno-corrupción cuando Peña ya era el candidato del PRI a la sucesión de Calderón? Y si éste los recibió, ¿qué hizo con ellos? En esos días Lozoya era el coordinador internacional de la campaña electoral de Peña. ¿Le entregó a éste el soborno a cambio de que, como fue, la empresa brasileña recibiera más obras? Se habla, además, de que Odebrecht hizo, después, tres entregas, cada una de millón y medio de dólares. O sea que son casi 15 millones de dólares que, al parecer, se destinaron al peñismo.
III. Por medio de su vocero Eduardo Sánchez, Enrique Peña mandó decir que Odebrecht ha querido “negociar” para que la PGR no proceda contra funcionarios sobornados. El caso es que la PGR nada ha dicho al respecto y su entonces procurador mejor renunció, porque los expedientes le pisan los talones al peñismo. Pero ahora, con la solicitud de la diputada para que la PGR le brinde información sobre si Lozoya está implicado, se puede abrir una rendija en la PGR para conocer algo del misterioso expediente, donde están las investigaciones de los fiscales brasileños sobre Odebrecht, en el caso mexicano. Los reporteros César Arellano, Enrique Méndez y Roberto Garduño (La Jornada, 15 de noviembre de 2017) han informado sobre la posibilidad de enterarnos sobre si Lozoya, Peña y otros más están involucrados en ese millonario soborno. Pero que Lozoya y su abogado tengan acceso al expediente habla de la parcialidad de la PGR que guarda sepulcral silencio respecto a lo que la opinión pública debe conocer. No sólo hay “gato encerrado”, sino varios ratones que se comieron el queso del millonario soborno.
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Miércoles, 29 de Noviembre 2017
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