Los
fallos detectados en los sistemas antimisiles MIM-104 Patriot que
Estados Unidos vende a Arabia Saudí para interceptar los misiles
balísticos yemeníes ponen en evidencia que no son tan efectivos como los
pinta su proveedor, según un medio estadounidense.
El pasado 25 de marzo, un sistema antimisiles Patriot de Arabia Saudí —de producción estadounidense— causó la muerte de un egipcio al no poder interceptar su objetivo e impactar en un área residencial de Riad, capital saudí.
Después del incidente, las autoridades saudíes aseguraron que sus sistemas habían interceptado todos los misiles balísticos lanzados por las fuerzas yemeníes, aunque expertos e imágenes difundidas en las redes sociales echaron por tierra dichas afirmaciones.
Ante la poca efectividad de los sistemas antiaéreos estadounidenses Patriot, el diario Foreign Policy en un informe publicado el miércoles cuestionó que cómo era posible que los Patriot vendidos a los saudíes, diseñados para interceptar los misiles Burkan-2 de los yemeníes, fallaran de manera tan estrepitosa, para luego tildar el suministro militar de EE.UU. de un timo.
El Burkan-2 —una variante del soviético misil Scud— se separa en dos piezas cuando está cerca de su objetivo a fin de poder soportar las presiones de un vuelo de casi mil kilómetros (600 millas), y en cambio el Patriot, con un costo de casi seis millones de dólares por unidad, no es capaz de volar unos kilómetros para interceptar su objetivo.
Asimismo, según expertos consultados por Foreign Policy, que rastrearon la trayectoria de los Burkan-2 que cayeron en Riad, el lugar donde impactaron estos misiles yemeníes dista mucho de la zona donde se encontraron los restos de los interceptores saudíes.
Unas semanas antes, otro interceptor saudí disparado para evitar el impacto de un misil lanzado desde Yemen, casi destruyó una concesionaria de Honda en Riad, en lugar de neutralizar el ataque aéreo, añade el artículo.
El punto es que no hay evidencia de que Arabia Saudí haya interceptado ningún misil yemení desde el 26 de marzo de 2015, fecha en la que Riad y sus aliados emprendieron una ofensiva militar contra Yemen. Esto genera una pregunta, ¿hay alguna razón para pensar que los sistemas Patriot funcionan de verdad?, inquiere el diario estadounidense.
Las fuerzas yemeníes aseveran haber lanzado misiles contra el aeropuerto rey Jalid en Riad, el aeropuerto de Abha (suroeste y cerca de la frontera con Yemen), el aeródromo de Jizan (suroeste) y varias otras zonas en el sur de Arabia Saudí. Todos estos ataques de represalia han sido en respuesta a la brutal agresión saudí.
krd/ctl/mkh
El pasado 25 de marzo, un sistema antimisiles Patriot de Arabia Saudí —de producción estadounidense— causó la muerte de un egipcio al no poder interceptar su objetivo e impactar en un área residencial de Riad, capital saudí.
Después del incidente, las autoridades saudíes aseguraron que sus sistemas habían interceptado todos los misiles balísticos lanzados por las fuerzas yemeníes, aunque expertos e imágenes difundidas en las redes sociales echaron por tierra dichas afirmaciones.
Ante la poca efectividad de los sistemas antiaéreos estadounidenses Patriot, el diario Foreign Policy en un informe publicado el miércoles cuestionó que cómo era posible que los Patriot vendidos a los saudíes, diseñados para interceptar los misiles Burkan-2 de los yemeníes, fallaran de manera tan estrepitosa, para luego tildar el suministro militar de EE.UU. de un timo.
El Burkan-2 —una variante del soviético misil Scud— se separa en dos piezas cuando está cerca de su objetivo a fin de poder soportar las presiones de un vuelo de casi mil kilómetros (600 millas), y en cambio el Patriot, con un costo de casi seis millones de dólares por unidad, no es capaz de volar unos kilómetros para interceptar su objetivo.
Asimismo, según expertos consultados por Foreign Policy, que rastrearon la trayectoria de los Burkan-2 que cayeron en Riad, el lugar donde impactaron estos misiles yemeníes dista mucho de la zona donde se encontraron los restos de los interceptores saudíes.
Unas semanas antes, otro interceptor saudí disparado para evitar el impacto de un misil lanzado desde Yemen, casi destruyó una concesionaria de Honda en Riad, en lugar de neutralizar el ataque aéreo, añade el artículo.
El punto es que no hay evidencia de que Arabia Saudí haya interceptado ningún misil yemení desde el 26 de marzo de 2015, fecha en la que Riad y sus aliados emprendieron una ofensiva militar contra Yemen. Esto genera una pregunta, ¿hay alguna razón para pensar que los sistemas Patriot funcionan de verdad?, inquiere el diario estadounidense.
Las fuerzas yemeníes aseveran haber lanzado misiles contra el aeropuerto rey Jalid en Riad, el aeropuerto de Abha (suroeste y cerca de la frontera con Yemen), el aeródromo de Jizan (suroeste) y varias otras zonas en el sur de Arabia Saudí. Todos estos ataques de represalia han sido en respuesta a la brutal agresión saudí.
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