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Mirando los resultados de las elecciones de ayer, no podrían ser peores para las élites neoliberales occidentales como Soros. Su esperanza, que estuvo plagada durante toda la cobertura preelectoral, fue que la alta participación electoral diluiría al ‘hombre fuerte’ de Orban y debilitaría el control de su partido de Fidesz sobre el parlamento.
Todo lo contrario sucedió.
Al igual que en Italia, la alta participación electoral, en este caso casi el 69% de los posibles votantes húngaros (frente al 61% de las elecciones de 2014) resultó y casi la mitad votó por Fidesz.
Esto dejó a Orban con 133 de 199 escaños en el parlamento y la capacidad de enmendar la constitución sin tener que aplacar a otras partes. La democracia habló ayer en toda Hungría y condenó enérgicamente la influencia externa de personas como Soros y las políticas de Angela Merkel en Alemania.
Porque Fidesz no solo obtuvo el 49.5% del voto total, el partido mucho más nacionalista Jobbik mantuvo su participación del 20% del electorado. No se necesitan conversaciones de coalición. No hay posibilidad de soborno y negociaciones detrás de escena.
Los húngaros querían una claridad de propósito por parte de su gobierno y luego se lo entregaban a Orban.
Una ley como esta, aunque fundamentalmente antiliberal y no libertaria, es una desafortunada defensa en un mundo donde el dominio económico y político se despliega de la manera más antiliberal.
Y ese es el quid del cambio hacia el nacionalismo en toda Europa del Este. Países como Hungría no están interesados en integrarse a la fuerza con poblaciones extranjeras. Polonia se siente de la misma manera y está mucho más lejos en el camino hacia una versión tóxica de este instinto que Hungría.
Lo convirtió en el punto focal de su campaña de reelección y funcionó. Brillantemente. Ahora los húngaros pueden volver a trabajar con seguridad sabiendo que no habrá una revolución de color en el futuro.
Estos resultados se apoyan en la votación de protesta de Italia el mes pasado, donde los partidos Euroskeptic La Liga y el Movimiento de las Cinco Estrellas se sobrepasaron en las urnas. Desafortunadamente, la política italiana es lo que es, más similar al arte de performance que a la gobernanza real, por lo que la imagen sigue siendo turbia por el momento.
Pero, entre la República Checa, Alemania, Italia y ahora Hungría, estos últimos ocho meses han sido una pesadilla para la Unión Europea.
Hungría endurecerá la oposición de Visegrad Four a Merkel. Se mantendrá resueltamente detrás de Polonia en su lucha del Artículo 7 con Merkel.
Piensa sobre esto. Austriacos, checos, polacos, húngaros, eslovacos e italianos están ahora en oposición al gobierno de la guerra antirrusia y pro-cultura de Merkel sobre la UE. Es una verdadera tendencia política que ya no se puede gastar en la prensa europea que ya se mantuvo, quienes son apopléjicos para el éxito de Orban.
Los húngaros sabían exactamente lo que estaban haciendo yendo a las urnas. Lo mismo hicieron los italianos, checos, austriacos y rusos. Los alemanes todavía están confundidos.
Estos son países que a pesar de la prensa negativa, las mentiras descaradas y la presión política y económica despiadada votaron a favor de una oposición más fuerte a las tendencias dominantes en la política europea.
Eso es exactamente lo que esperamos que sea capaz la democracia en tiempos de inestabilidad.
Y eso significa un entorno económico más estable.
Recuerde, tanto Hungría como Polonia nunca se unieron a la zona del euro. Todavía usan sus propias monedas.
Y mientras los alemanes continúan intentando y quiebran los estados mediterráneos (Italia, España, Portugal, Grecia) a través de un euro excesivamente fuerte y la intransigencia en impuestos altos y austeridad, los Visegrados son libres de seguir políticas económicas más independientes a través de la ventaja comparativa de su moneda local y el precio adecuado de la mano de obra local.
Ahora, mientras que el mercado húngaro ha estado en un mercado alcista desenfrenado en los últimos años junto con el resto de los mercados de valores, se ha corregido junto con un Forint más fuerte hasta el momento en 2018.
Dicho esto, todos los indicadores macroeconómicos son viento de cola para la economía húngara. El desempleo es bajo y está cayendo, la confianza del consumidor es alta, la deuda pública con respecto al PIB ha caído constantemente bajo el liderazgo de Orban. Pero, lo que es más importante, el PIB per cápita en base a la paridad del poder adquisitivo (PPP) se ha disparado en esta década.
Y si quiere saber por qué Orban puede ser reelegido fácilmente por ese tipo de margen, no busque más allá de esta tabla. Los húngaros se están volviendo más ricos a un ritmo asombroso y eso solo mejorará si el gobierno continúa fortaleciendo a la comunidad inversora con la confianza de que puede hacer frente a lo peor que Merkel les arroja.
Por último, Orban se ha convertido en todo un estadista en el escenario mundial, no solo defendiendo su caso, sino también haciendo acuerdos estratégicos para asegurar una infraestructura energética independiente de los edictos de Bruselas.
Estos vienen en la forma de una expansión de la planta de energía nuclear Paks II y un estímulo dedicado a la tubería de corriente turca actualmente en construcción.
Los resultados electorales como el de ayer me dicen que la lucha por el alma de Europa apenas comienza. De hecho, solo ahora se está poniendo interesante.
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Hungría sigue a Rusia en rechazar el liberalismo moderno
Author: kenzocaspi
/ TOM LUONGO
George Soros debe estar echando humo esta mañana. La campaña “Stop Soros”
del primer ministro húngaro, Viktor Orban, no solo hizo que lo
reelegieran, sino que lo hizo con una mayoría absoluta de dos tercios
del parlamento.Mirando los resultados de las elecciones de ayer, no podrían ser peores para las élites neoliberales occidentales como Soros. Su esperanza, que estuvo plagada durante toda la cobertura preelectoral, fue que la alta participación electoral diluiría al ‘hombre fuerte’ de Orban y debilitaría el control de su partido de Fidesz sobre el parlamento.
Todo lo contrario sucedió.
Al igual que en Italia, la alta participación electoral, en este caso casi el 69% de los posibles votantes húngaros (frente al 61% de las elecciones de 2014) resultó y casi la mitad votó por Fidesz.
Esto dejó a Orban con 133 de 199 escaños en el parlamento y la capacidad de enmendar la constitución sin tener que aplacar a otras partes. La democracia habló ayer en toda Hungría y condenó enérgicamente la influencia externa de personas como Soros y las políticas de Angela Merkel en Alemania.
Porque Fidesz no solo obtuvo el 49.5% del voto total, el partido mucho más nacionalista Jobbik mantuvo su participación del 20% del electorado. No se necesitan conversaciones de coalición. No hay posibilidad de soborno y negociaciones detrás de escena.
Los húngaros querían una claridad de propósito por parte de su gobierno y luego se lo entregaban a Orban.
El hombro duro
Orban no es alguien que pise las palabras y ahora impulsará una ley anti-ONG similar a la que tiene Vladimir Putin de Rusia.Una ley como esta, aunque fundamentalmente antiliberal y no libertaria, es una desafortunada defensa en un mundo donde el dominio económico y político se despliega de la manera más antiliberal.
Y ese es el quid del cambio hacia el nacionalismo en toda Europa del Este. Países como Hungría no están interesados en integrarse a la fuerza con poblaciones extranjeras. Polonia se siente de la misma manera y está mucho más lejos en el camino hacia una versión tóxica de este instinto que Hungría.
Al igual que Orban u odiarlo, él no ha promovido este nivel de disgusto de su gente. Pero, en lugar de eso, se cortó de raíz al colocar primero un muro fronterizo y luego argumentar enérgicamente en contra de las cuotas forzadas de inmigración de Merkel.Polonia: European Uprise— Tom Alex (@rejialex7) April 9, 2018
Los ciudadanos polacos queman la Unión Europea y una bandera islámica en protesta contra el Islam y la Unión Europea. Respetan a su nación y a su pueblo. No permiten que su nación sea destruida por PC.pic.twitter.com/evUkgBca2t
Lo convirtió en el punto focal de su campaña de reelección y funcionó. Brillantemente. Ahora los húngaros pueden volver a trabajar con seguridad sabiendo que no habrá una revolución de color en el futuro.
Estos resultados se apoyan en la votación de protesta de Italia el mes pasado, donde los partidos Euroskeptic La Liga y el Movimiento de las Cinco Estrellas se sobrepasaron en las urnas. Desafortunadamente, la política italiana es lo que es, más similar al arte de performance que a la gobernanza real, por lo que la imagen sigue siendo turbia por el momento.
Pero, entre la República Checa, Alemania, Italia y ahora Hungría, estos últimos ocho meses han sido una pesadilla para la Unión Europea.
Hungría endurecerá la oposición de Visegrad Four a Merkel. Se mantendrá resueltamente detrás de Polonia en su lucha del Artículo 7 con Merkel.
Piensa sobre esto. Austriacos, checos, polacos, húngaros, eslovacos e italianos están ahora en oposición al gobierno de la guerra antirrusia y pro-cultura de Merkel sobre la UE. Es una verdadera tendencia política que ya no se puede gastar en la prensa europea que ya se mantuvo, quienes son apopléjicos para el éxito de Orban.
Futuro brillante
Como inversor, ahora miro a Hungría como una perspectiva muy interesante. Los inversores pueden estar seguros de que la estabilidad política está aquí. Los argumentos sobre una democracia no saludable son tontos.Los húngaros sabían exactamente lo que estaban haciendo yendo a las urnas. Lo mismo hicieron los italianos, checos, austriacos y rusos. Los alemanes todavía están confundidos.
Estos son países que a pesar de la prensa negativa, las mentiras descaradas y la presión política y económica despiadada votaron a favor de una oposición más fuerte a las tendencias dominantes en la política europea.
Eso es exactamente lo que esperamos que sea capaz la democracia en tiempos de inestabilidad.
Y eso significa un entorno económico más estable.
Recuerde, tanto Hungría como Polonia nunca se unieron a la zona del euro. Todavía usan sus propias monedas.
Y mientras los alemanes continúan intentando y quiebran los estados mediterráneos (Italia, España, Portugal, Grecia) a través de un euro excesivamente fuerte y la intransigencia en impuestos altos y austeridad, los Visegrados son libres de seguir políticas económicas más independientes a través de la ventaja comparativa de su moneda local y el precio adecuado de la mano de obra local.
Ahora, mientras que el mercado húngaro ha estado en un mercado alcista desenfrenado en los últimos años junto con el resto de los mercados de valores, se ha corregido junto con un Forint más fuerte hasta el momento en 2018.
Dicho esto, todos los indicadores macroeconómicos son viento de cola para la economía húngara. El desempleo es bajo y está cayendo, la confianza del consumidor es alta, la deuda pública con respecto al PIB ha caído constantemente bajo el liderazgo de Orban. Pero, lo que es más importante, el PIB per cápita en base a la paridad del poder adquisitivo (PPP) se ha disparado en esta década.
Y si quiere saber por qué Orban puede ser reelegido fácilmente por ese tipo de margen, no busque más allá de esta tabla. Los húngaros se están volviendo más ricos a un ritmo asombroso y eso solo mejorará si el gobierno continúa fortaleciendo a la comunidad inversora con la confianza de que puede hacer frente a lo peor que Merkel les arroja.
Por último, Orban se ha convertido en todo un estadista en el escenario mundial, no solo defendiendo su caso, sino también haciendo acuerdos estratégicos para asegurar una infraestructura energética independiente de los edictos de Bruselas.
Estos vienen en la forma de una expansión de la planta de energía nuclear Paks II y un estímulo dedicado a la tubería de corriente turca actualmente en construcción.
Los resultados electorales como el de ayer me dicen que la lucha por el alma de Europa apenas comienza. De hecho, solo ahora se está poniendo interesante.
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