lunes, 17 de septiembre de 2018

Martin Luther King, Quim Torra y La SER


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Martin Luther King, Quim Torra y La SER


Así no hay quien escriba. Nadie deja de cometer errores, o poner trampas, y si hubiera mercado para todo lo que aún está sin vaciar en las Papeleras de Reciclaje, muchos seríamos millonarios.

Por Domingo Sanz
Si es usted consumidor de La SER más española de todas, en mi opinión la de Pepa Bueno en “Hoy por hoy” cinco mañanas de cada siete a la semana, es probable que recuerde lo que le voy a contar a continuación.
En la sesión del viernes 14, con ella de moderadora y, por tanto, decisora de los temas a debate, los tertulianos Isabel Benjumea, Pablo Simón y Jesús Maraña dedicaron un buen rato a comentar unas declaraciones exclusivas de Claiborne Carson aparecidas en portada de El Confidencial. Se trata del director del Instituto de Educación e Investigación Martin Luther King de la Universidad de Stanford (California), en adelante IEIMLK. Hablaban de que, con sus palabras, Carson desacreditaba las de Quim Torra pronunciadas el 4 de septiembre, en las que el catalán proponía la realización de “una marcha por los derechos civiles y nacionales de Catalunya”, mencionando la más recordada de las movilizaciones contra el racismo en USA.
El asunto me dejó perplejo, y dado que ni en El Confidencial, ni en la tertulia de La SER, ni tampoco en las referencias aparecidas en El Periódico de Catalunya y en La Vanguardia escuché algo que me convenciera, me puse a escribir para decirle a Carson que, aunque no será fácil que lo lea, yo en su lugar no me molestaría, pues Torra había hablado bien de Luther King al ponerlo como el ejemplo a seguir para cientos de miles de catalanes movilizados por sus ideales, y también efervescentes con su Diada a siete días vista.
Esta mañana de sábado seguía escribiendo para decirle que, ya que ha dicho que España es una democracia y que, según él, los catalanes no pueden compararse con aquellos seguidores del pastor baptista a quien todos admiramos, tampoco escuché nunca que nadie dijera que los USA de los años 50 y 60 del siglo pasado no fueran una democracia.
A partir de ambas evidencias, y aplicando el análisis del propio Carson a la lucha de Luther King que recuerda y defiende, y con él cientos de millones por todo el mundo, en lugar de manifestaciones pacíficas, que es lo mismo que hacen los independentistas catalanes con el aderezo de colocar urnas rebeldes cada cierto tiempo, los millones de segregados por culpa del color de su piel tendrían que haber esperado a ganar las elecciones. En ese caso, es probable que a Luther King nadie lo hubiera asesinado, pero más aún lo es que él final de aquella aberrante, y democrática, injusticia en USA habría tenido que esperar hasta la elección de Barack Obama. Aunque quizás esto último tampoco habría salido aún de las urnas.
Tampoco se me olvidaba recordarle a Carson las personas negras que siguen siendo heridas o matadas en sus USA por esa enfermedad del “dedo selectivo” que sufren muchos policías cuando lo acercan al gatillo, tantos decenios después de la conquista de la igualdad de derechos a la hora de elegir asientos en el autobús, simplifico por recordar a Rosa Parks. ¿Por qué será, señor Carson, que estas deficiencias en los USA me recuerdan tanto a las de nuestra democracia española, tantos decenios también después de inaugurar la democracia monárquica y perfecta de la que algunos de los nuestros van presumiendo por ahí para que, después, autoridades como usted se metan en charcos de los que no pueden salir sin perder la mitad de su plumaje?
Seguía escribiendo al ritmo de los pensamientos que me avasallaban tras lo que había escuchado en la tertulia y, quizás afectado por este titular de El Periódico, “El director del IEIMLK exige a Torra…”, pensé que el paso del tiempo lleva, en ocasiones, a endiosar a nuestros grandes, aunque que no por ello dejan de ser simples mortales, tanto si se llaman Jesucristo o Luther King. Y también le quería decir que, desde ese endiosamiento, solo hay un paso hasta la construcción de un sistema de control espiritual que “exige” de las mentes una determinada manera de pensar y que, si conquista el poder, podría, ha podido, legalizar incluso la eliminación de los cuerpos que contienen las almas más rebeldes. Por no citar más que un ejemplo de lo que las religiones, la cristiana en este caso, son capaces de hacer con la misma especie humana que, inconsciente, las engendra, pare y alimenta, pero, masoquista o inconsciente, nunca termina de liberarse de ellas. Quería decir “matarlas” pero no, por si reaccionan las moscas cojoneras esas de los ofendidos por el famoso “coño insumiso”.
De repente pensé si me estaría volviendo loco, como otras veces, y, cuando llevaba escritas casi mil palabras se me ocurrió abrir la ventana de Internet. Serían las 13:30 horas del sábado cuando leí que el mismo Carson que ayer hizo las muy comentadas declaraciones a El Confidencial, emitía un comunicado a través de su blog acusando al citado digital de tergiversarlas y aclarando, entre otras cosas, que él no es nadie para hablar por boca de Luther King, y menos sobre un problema como el de Catalunya, del que nunca dijo nada en particular.
El caso es que El Confidencial ha terminado publicando el audio de las declaraciones de Carson, supongo que completas y, como no quise ni quiero entrar en dimes y diretes y el nuevo quiebro auguraba un lío dialéctico importante, que a estas horas ya bulle en varios medios, decidí convertir lo que tenía escrito en lo que usted acaba de leer y terminar con una idea que inmediatamente me vino a la cabeza, y en la que seguramente también usted está pensando. La expondré, por si podemos celebrar la coincidencia.
Dado que España es incapaz de resolver en paz el problema de Catalunya, entre otras cosas porque no hay presidente de gobierno ni rey que quiera serlo ante la posibilidad de que tenga que incluir en el currículum de su lápida que bajo su mandato se produjo el penúltimo recorte de la superficie patria, resulta que, sospecho, este contencioso terminará pasando por una mediación internacional que, aunque todos sabemos que significará un fracaso del equipo de mi Madrid y sus seguidores, servirá para estabilizar una situación de sucesivas concesiones en medio de un conflicto sin sangre que se prolongará otros tres o cuatro siglos. Salvo que Europa fracase del todo y se rompa en mil pedazos, que nada está descartado.
Ante este futuro, que convendría inaugurar lo antes posible, considero que el señor Claiborne Carson, director del IEIMLK, podría ser el coordinador ideal de un amplio comité de mediadores. Su envidiable disposición a poner las dos mejillas nos hace pensar que sería un sparring perfecto para que se aleje toda violencia de las intenciones que pudieran albergar los verdaderos contendientes.

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