¿AMLO podría arrancar su primer año de gobierno con una recesión económica?
LPO
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Dentro
del equipo de Andrés Manuel López Obrador no ignora las advertencias de
los grandes organismos internacionales. Saben, sin excepción, que el
primer año de Gobierno no podrá dispararse la anunciada cuarta
transformación, pero se instala entre ellos una controversia: qué tan
complicado será realmente impulsar la economía en ese periodo.
El pesimismo sobre el entorno económico para 2019 recién lo delinearon el Banco de México y el FMI.
En el primer caso incluso descartan que la economía pueda despegar,
pues para este y el próximo año estiman un avance de 2.3%; y el
organismo que encabeza Crhistine Lagarde apuntala al 2.5%. En ambos
casos significa una reducción de su proyección anterior.
No se
tratan de predicciones enfocadas en la entrada del próximo Gobierno, por
el contrario, exponen su preocupación por el entorno en los mercados
financieros del mundo y el impacto que la incertidumbre ha vertido en
los mercados emergentes. Guajardo prometió a empresarios que presionará a Canadá para evitar aranceles
La
guerra comercial entre Estados Unidos y China y su probable escalada,
apunta a una desaceleración en la economía mundial; los efectos de la
incertidumbre por la renegociación del TLCAN aún se recienten; y el
ciclo alcista en las tasas de interés por parte de la FED, son elementos
para que los pronósticos de Lagarde y Georgieva se muestren menos
entusiastas.
En México, Banxico mostró un panorama incierto para
2019. En su encuentro de agosto reveló la preocupación en la Junta de
Gobierno: "La mayoría destacó la incertidumbre respecto a las
estrategias, políticas y planes que llevará a cabo la nueva
administración", relató la minuta sobre dicha reunión.
Economistas
dentro del entorno de López Obrador no se distancian de estas
proyecciones y sin discrepancias hablan de que no habrá manera de
escapar de la desaceleración económica en su primer año. Aunque se
muestra un choque de opiniones: hay voces que, con más pesimismo, hablan
de la posibilidad de una recesión.
"No descartaría que pudiera
ser de uno o dos puntos porcentuales en el primer año de Gobierno",
señaló un economista del equipo de transición. Otro consideró que
"existían elementos", pero que no precisamente tendría que ser ese el
escenario.
¿Qué podría jugar en contra? Los expertos del entorno
de AMLO coinciden, que además de los factores externos ya descritos, hay
que tomar considerar que todo cambio de Gobierno trae per se una
contracción en la economía. "Es el acomodo natural, es como cambiar de
trabajo y tienes que conocer tu nuevo espacio", explican.
Además,
se coincide en que se espera un freno en las inversiones -tanto
extranjeras como internacionales- en esos primeros 12 meses. "Los
inversionistas van a querer esperar a ver las señales que mande el
Gobierno", reconocen.
Pero un tema que tensa mucho -y que
conforman los fundamentos de quienes creen que podría haber una
recesión- son las elevadas tasas de interés, ahora en un nivel de 7.75%.
Una decisión que se tomó para hacer frente a la aceleración de la
inflación pero que presiona a su vez la economía. Alejandro Díaz de León, gobernador del Banxico. El
Doctor Felipe Cruz, de la UNAM, terminó de detallar los factores que
apuntan a una desaceleración en la economía, sumando a estos escenarios
el papel del paquete presupuestal. "Ahora se está en su revisión y al
ser el gobierno actual el que lo realiza, deja un margen de maniobra
limitado para las acciones de trabajo del primer año de Gobierno",
señala.
"Siempre, desde que tenemos uso de razón, cuando vemos un
cambio de gobierno hay cierta tensión, pero sobre todo hoy se agudiza
porque el cambio en cuanto al Gobierno es totalmente diferente en el
sentido de que es otro partido, de una virtual izquierda", apunta el
académico.
Agrega que "nuestra economía no está suficientemente
sólida en los ultimos tiempos", recordando que el nivel en que se espera
avance el PIB este año ronda el 2.4 o hasta 2.14%. "Están muy por
debajo de muchas estimaciones que se hacían y estamos creciendo muy
lento". Miércoles negro en Wall Street por suba de tasas y caída de las empresas tecnológicas
En
opinión de Cruz, "sí hay muchas señales" que apuntalan a una recesión.
Expone que la inflación muestra una tasa de crecimiento mayor al de la
economía -en septiembre se ubicó en 5%-. "Esta situación no sería mala si se viera reflejado en la capacidad adquisitiva de las familias, que comprara más", señala.
El
experto reconoce que si bien se ve un mejor repunte del consumo,
preocupa que muchas veces se traten de productos importados. "Es una
señal de que nuestra producción no está saliendo y le estamos pegando
directamente a la balanza de pagos, a la cuenta corriente".
A
pesar de estas señales, afirma que él no es "tan pesimista" para decir
que es viable acercarnos a una recesión. "A final de cuentas en el plano
monetario todavía tenemos reservas", ejemplificó. Confió además en que
el Banco de México logre bajar la inflación en los próximos años.
Aún
se espera si el Banxico decidirá un alza nueva de tasas. En ese
sentido, expertos del entorno del nuevo Gobierno apuntalan que con el
ciclo alcista que realizó el banco central se cuenta ya con un "colchón"
que permitiría disociar la política monetaria mexicana con la
estadounidense -que anunció que hasta 2020 seguirá subiendo sus tasas-,
pues afirma que ya hay un diferencial con el banco central de EU de
hasta 150 puntos. Finalmente, el economista de la UNAM no
deja de advertir que entre los colegas se instala una premisa: que las
tasas de crecimiento que ofrece el futuro Gobierno no se verán
reflejadas en el corto plazo. "Los efectos de la política del nuevo
Gobierno quizá se vean en todo su esplendor hasta el cuarto año".
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