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CEPAL prevé en México más expansión en 2019
El organismo mantuvo su previsión para el país este año, aunque bajó la de América Latina y el Caribe levemente. Foto: Pixabay
CIUDAD DE MÉXICO.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para 2018, en la que espera una expansión promedio de 1.3 por ciento,
levemente inferior a la pronosticada en agosto pasado, de 1.5 por
ciento. Para 2019 se prevé una tasa de crecimiento del 1.8 por ciento.
Para México, el organismo mantuvo su previsión de avance del PIB de 2.2 por ciento este año y calculó una leve mejoría para el siguiente, en 2.3 por ciento.
La institución reconoció que “las proyecciones para 2019 se dan en un contexto de aumento de la incertidumbre y de los riesgos en el mediano plazo”.
Señaló como un peligro para las economías emergentes en general –y en particular para América Latina y el Caribe– un mayor deterioro del ambiente financiero internacional.
Los altos niveles de deuda corporativa y soberana acumulados a lo largo de años de condiciones financieras globales laxas, constituyen un riesgo para algunas economías más expuestas a los cambios en el escenario financiero (mayores necesidades de financiamiento externo, mayor proporción de la deuda en moneda extranjera, mayor proporción de deuda de corto plazo, entre otros).
Las tensiones comerciales suponen un riesgo no sólo para el volumen del comercio global y la tasa de crecimiento del mundo a mediano plazo, sino también para los precios de las materias primas y para las propias condiciones financieras globales, que suelen estar vinculadas a la mayor o menor percepción de riesgos”, subrayó.
Ante este escenario internacional, la demanda interna jugará un papel importante en el crecimiento de la región durante el próximo año, agregó.
Aunque con diferencias entre países, se prevé un mayor aporte de la inversión y también que el consumo privado siga siendo un motor relevante de la demanda interna en 2019.
La comisión destacó que, como es habitual, la dinámica del crecimiento mostrará diferencias entre países y subregiones: las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos, crecerían a una tasa positiva de 0.7 por ciento este año, levemente inferior al año previo. En 2019 prevé un crecimiento de 1.6 por ciento, en promedio en la zona.
Para México, el organismo mantuvo su previsión de avance del PIB de 2.2 por ciento este año y calculó una leve mejoría para el siguiente, en 2.3 por ciento.
La institución reconoció que “las proyecciones para 2019 se dan en un contexto de aumento de la incertidumbre y de los riesgos en el mediano plazo”.
Señaló como un peligro para las economías emergentes en general –y en particular para América Latina y el Caribe– un mayor deterioro del ambiente financiero internacional.
Los altos niveles de deuda corporativa y soberana acumulados a lo largo de años de condiciones financieras globales laxas, constituyen un riesgo para algunas economías más expuestas a los cambios en el escenario financiero (mayores necesidades de financiamiento externo, mayor proporción de la deuda en moneda extranjera, mayor proporción de deuda de corto plazo, entre otros).
COMERCIO EN RIESGO
Agregó que en los últimos meses han escalado las tensiones comerciales. “Aunque sólo se han visto reflejadas en moderadas revisiones a la baja del volumen proyectado del comercio mundial y de la actividad económica global para 2019, constituyen un riesgo para la actividad económica regional.Las tensiones comerciales suponen un riesgo no sólo para el volumen del comercio global y la tasa de crecimiento del mundo a mediano plazo, sino también para los precios de las materias primas y para las propias condiciones financieras globales, que suelen estar vinculadas a la mayor o menor percepción de riesgos”, subrayó.
Ante este escenario internacional, la demanda interna jugará un papel importante en el crecimiento de la región durante el próximo año, agregó.
Aunque con diferencias entre países, se prevé un mayor aporte de la inversión y también que el consumo privado siga siendo un motor relevante de la demanda interna en 2019.
La comisión destacó que, como es habitual, la dinámica del crecimiento mostrará diferencias entre países y subregiones: las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos, crecerían a una tasa positiva de 0.7 por ciento este año, levemente inferior al año previo. En 2019 prevé un crecimiento de 1.6 por ciento, en promedio en la zona.
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