jueves, 18 de octubre de 2018

Migración, reto político para México


reporteindigo.com

Migración, reto político para México

 

 

Imelda García

La Caravana Migrante que salió desde Honduras trae consigo no solo a cientos de personas que huyen de la violencia y la pobreza; con ella viaja un conflicto político que tensará la relación entre México y Estados Unidos.
Las elecciones intermedias en el país del norte aumentan la presión de su presidente Donald Trump no solo hacia los migrantes sino hacia el gobierno de México, que se debate entre abrir sus puertas o detener a quienes buscan llegar a Estados Unidos.
1,300 migrantes iniciaron el recorrido de la Caravana Migrante
Este viernes Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense visitará México y se entrevistará con el presidente Enrique Peña Nieto y el canciller en funciones, Luis Videgaray, pero también con Marcelo Ebrard, quien será secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Entre los temas que tratará con el gobierno mexicano en funciones y con el electo será su petición de detener la migración de Centroamérica hacia Estados Unidos.
La tensión política no será solo a nivel internacional; en lo interno también hay diferencias sobre las medidas que se tomarán ante esta ola migrante
Mientras la administración del presidente Enrique Peña Nieto ha decidido reforzar la frontera sur de México enviando a más elementos de la Policía Federal, el gobierno de Chiapas, encabezado por Manuel Velasco, ha anunciado que prepara albergues para ayudar a migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
El gobierno entrante se ha negado a tratar el tema del muro fronterizo o cualquier otro que empañe su relación hasta ahora tersa con Donald Trump; sin embargo, la Caravana Migrante obligó ya a López Obrador a tomar una postura a favor o en contra del paso de los migrantes centroamericanos.
Una caravana multitudinaria que incluye niños que viajan sin compañía, salió de Honduras el 13 de octubre pasado. El movimiento tiene el propósito llegar a pie hasta el país que gobierna Trump para pedir asilo.
La Caravana fue convocada por redes sociales y salió de San Pedro Sula, una ciudad cercana a la frontera con Guatemala. Arrancó con unas mil 300 personas, pero más se han ido sumando a su paso.

Los espera la detención

El gobierno de Enrique Peña Nieto ya se prepara para convertir a México en un territorio de contención para la Caravana.
El plan de los migrantes hondureños es llegar a pedir refugio o una visa humanitaria en territorio mexicano, que les permita cruzar el país sin problemas con las autoridades para llegar a la frontera norte y pedir asilo en Estados Unidos.
El Gobierno federal ha anunciado que para aquellos migrantes centroamericanos que pidan asilo se seguirá el procedimiento burocrático correspondiente, que incluye la detención en alguna estación migratoria por al menos 45 días, plazo que establecen las leyes de migración para que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) estudie las peticiones y acepte o rechace dar el refugio
Sin embargo, ha habido casos en que ese periodo se ha extendido mucho más tiempo.
Un ejemplo de lo anterior es la historia de José de la Paz Fermán Cruz, un hombre salvadoreño que entró a México sin documentos, por lo que fue detenido por la autoridad y llevado a una estación migratoria de Chiapas, donde pidió asilo.
Más tarde fue trasladado a otra estación migratoria en la Ciudad de México. En total, en ambos recintos permaneció 358 días; ocho veces más que el periodo estipulado en la ley.
Su caso fue tomado por la Clínica Jurídica de la Universidad Iberoamericana e impulsado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México; fue así como su caso se decidió en tribunales y fue puesto en libertad en octubre del 2016.
45 días pasan detenidos los migrantes en México antes de recibir refugio
De acuerdo con datos de la ACNUR, las solicitudes de asilo en México han aumentado de forma exponencial en los últimos años, hasta en un mil por ciento. Tan solo en el 2017 se recibieron 10 mil solicitudes.
Respecto a la Caravana Migrante, la ACNUR ha expresado su preocupación por una posible saturación de los servicios de migración, lo que complicará atender todos los casos.
“Las personas que huyen de la violencia deben tener acceso a los procedimientos de determinación de la condición de refugiado establecidos en la legislación nacional de los países afectados”, señaló en un comunicado
Sin embargo, el gobierno de México ha advertido que a quienes les sea negado el refugio o sean detenidos sin documentos, serán deportados a su país de origen.

¿Y el nuevo gobierno?

Aunque el presidente electo y su equipo han dejado ver que la política migratoria tendrá un giro de 180 grados a partir del 1 de diciembre próximo, la realidad podría complicar sus planes.
Andrés Manuel López Obrador afirmó ayer que a partir de que asuma el cargo de presidente, su gobierno otorgará visas de trabajo a migrantes centroamericanos que deseen establecerse en México.
Además, continuará con su apoyo para el desarrollo de los países de Centroamérica, tal como se lo planteó a Donald Trump.
“Vamos a ofrecer empleo a migrantes centroamericanos, ese es un plan de trabajo que tenemos, que el que quiera laborar en nuestro país va a tener apoyo”, comentó López Obrador en una conferencia de prensa que ofreció en una gira por el estado de Tamaulipas.
Sin embargo, muchos de estos migrantes tienen como fin llegar a Estados Unidos y no quedarse, lo que puede resultar en roces con el gobierno de ese país si se les otorga el paso libre por México.
Marcelo Ebrard, quien ha sido nominado como próximo canciller del nuevo gobierno, se reunió ayer con los ministros de Relaciones Exteriores de El Salvador y Honduras en la capital de este país, Tegucigalpa, para trabajar sobre el proyecto de desarrollo de esos países.
Todo esto ocurrió bajo la amenaza del gobierno de Donald Trump de retirar el apoyo económico si no se detiene la Caravana; y a menos de 48 horas de que Mike Pompeo visite México.
En semanas pasadas, Trump envió al Congreso de Estados Unidos una propuesta para dar millones de dólares a México y que éste se encargue de detener y deportar a migrantes que atraviesen su territorio. Esta medida fue rechazada públicamente por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En la reunión de este viernes, el nuevo gobierno presentará a funcionarios estadounidenses sus planes para los migrantes centroamericanos, a quienes planea dar cobijo al asumir sus funciones.
Hasta ahora, López Obrador y su equipo han optado por mantener una relación tersa con el gobierno de Donald Trump.

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