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El asesinato del Comandante General Soleimani no va a iniciar la Tercera Guerra Mundial
Traducido al español por el equipo de Sott.net en español
EE.UU. llevó a cabo un acto de guerra de facto contra Irán al asesinar anoche en Bagdad al general Qasem Soleimani, de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, pero a pesar de los escenarios catastróficos previstos por muchos en los medios de comunicación alternativos, el comienzo de la Tercera Guerra Mundial es extremadamente improbable por varias razones.
Contexto de trasfondo
Una vez que se calmaron los disturbios cuando los organizadores tomaran la decisión de retirarse, declarando que su "mensaje había sido escuchado", el Secretario de Defensa de Estados Unidos advirtió de manera ominosa que su país podría tomar una "acción preventiva" si detectara cualquier señal de que Irán estuviera planeando más ataques anti-estadounidenses en Irak. La República Islámica negó haber desempeñado algún papel en los recientes acontecimientos que se desarrollaron en el país vecino, pero es obvio que Estados Unidos no lo creyó. Por lo tanto, se propuso asesinar al Comandante General Soleimani para hacer notar que hablaba en serio con respecto a "desalentar" cualquier ataque anti-estadounidense inminente que supuestamente estuviera conectado con Irán, ya que lo culpó por estar involucrado en los últimos ataques. También quería presionar más a Irán para que se retirara de Irak, pero probablemente, EEUU esperaba que pudiera aprovechar la respuesta de Teherán a este acto de guerra de facto, como pretexto para intensificar aún más su campaña de presión con más "ataques de decapitación". Por lo tanto, este ataque intensificó peligrosamente las tensiones con Irán e hizo que muchos observadores temieran el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Algunas palabras sobre el Comandante General Soleimani
Lo que sigue no es una justificación de las acciones de Estados Unidos, sino simplemente un análisis frío y riguroso que explica por qué Trump decidió asesinar a Solemani, y con ello ejecutar un acto de guerra contra Irán, que no llevará a la Tercera Guerra Mundial a pesar de la especulación temerosa que se ha extendido por las redes sociales desde entonces. En pocas palabras, Irán juzgó erróneamente la determinación de Estados Unidos de recuperar su influencia perdida en la región, y nunca pensó que escalaría la situación a este nivel; de ahí que el general Solemani no tuviera miedo de ser asesinado en el corazón de Bagdad, a pesar de la superioridad aérea convencional de Estados Unidos, y de las advertencias explícitas de que podría tomar una "acción preventiva" contra Irán si creyera que desempeñaba algún papel en cualquier ataque antiamericano que se produjera en el futuro. No importa si el Kataib Hezbolá del PMU estuviera justificado o no en buscar la remoción de las fuerzas norteamericanas del país a través de cualquier medio posible, o si coordina esas acciones con el IRGC, ya que lo único que importa es que EE.UU. estaba buscando un pretexto para llevar a cabo su calculado "ataque de decapitación" contra el Comandante General Soleimani.
En este momento es apropiado escribir algo sobre el Comandante General. Gracias a su liderazgo, el IRGC ayudó en gran medida al Ejército Árabe Sirio (SAA) a destruir a Daesh. Ha desempeñado un papel más importante que cualquier otro individuo en la derrota del terrorismo en Siria e Irak, y fue ampliamente respetado como uno de los estrategas de guerra no convencional más brillantes en la historia reciente. Debido a este éxito, se convirtió en uno de los enemigos más odiados de Estados Unidos, ya que contribuyó a la derrota de las fuerzas subsidiarias regionales de Washington y, por tanto, fue en parte responsable de la reciente pérdida de influencia norteamericana en ese país. Por eso estaba en la mira de Estados Unidos, pero Trump sabía que matarlo sin ningún pretexto sería una escalada innecesaria, por lo que quería guardar ese "as bajo la manga" para más tarde. Irán sabe que Estados Unidos quiere que se retire de Siria e Irak, pero se niega rotundamente porque tiene el derecho legal de permanecer allí a petición del gobierno internacionalmente reconocido de esos países. No obstante, Estados Unidos piensa que su poder le otorga el derecho a intervenir y está tratando de forzar la salida de Irán.
La República Islámica no cometerá suicidio
Los ataques estadounidenses e "israelíes" contra las fuerzas del PMU - supuestamente aliadas con la IRGC - durante el último mes, tenían como objetivo lograr ese resultado, lo que naturalmente llevó a esas fuerzas a reaccionar cinéticamente atacando una base estadounidense a principios de la semana. Esto luego sirvió de pretexto para el último ataque estadounidense contra Kataib Hezbolá, que a su vez desencadenó el asedio de la embajada. No hay duda de que EE.UU. está escalando la situación en contravención del derecho internacional, y contra las fuerzas antiterroristas que contribuyeron a la derrota de Daesh, pero las polémicas (si bien tienen su propósito de "control de la percepción") son inútiles cuando se trata de analizar la situación de la manera más objetiva posible, y se intenta predecir lo que podría venir después. Por lo tanto, están excluidas de este artículo de aquí en adelante. Habiendo eliminado eso, es hora de enfocar este artículo a refutar las declaraciones alarmistas de la inminente Tercera Guerra Mundial tras el asesinato del Comandante General Soleimani.
Irán tiene el derecho legal internacional de defenderse, y su Líder Supremo ya prometió una "dura venganza" con ese fin, pero es extremadamente improbable que tome la forma de ataques directos contra Estados Unidos o sus aliados. A pesar de que la siguiente frase vaya a alimentar especulaciones de los medios alternativos, el ejército estadounidense es capaz de destruir a Irán en cuestión de minutos siempre que esté dispuesto a asumir los costes regionales de sus acciones, tanto a corto plazo en lo que respecta a las bajas, como a largo plazo en lo que se refiere al futuro geopolítico de Medio Oriente. Después de demostrar su compromiso de responder de manera abrumadora a cualquier ataque que el gobierno de EEUU considere anti-estadounidense (sea verdad o no), que pudiera llevarse a cabo con cualquier grado de coordinación iraní, Trump ciertamente no dudaría en bombardear al propio Irán si se lanzaran misiles desde contra sus fuerzas o las de sus aliados. La República Islámica sabe que sería literalmente un suicidio hacer tal cosa, y a pesar de lo que los neoconservadores, sionistas y wahabitas afirman sobre las autoridades iraníes, no son una "secta apocalíptica de la muerte", y por lo tanto no van a empezar la Tercera Guerra Mundial.
Varios escenarios
No hay duda de que Irán podría infligir un daño enorme a sus enemigos regionales si decide reaccionar contundentemente (ya sea después de ser provocado, o por su propia prerrogativa), pero es mucho más probable que su respuesta al asesinato del Comandante General Soleimani tome la forma de una intensificación de la Guerra No Convencional contra los intereses de EEUU.
Estados Unidos y sus aliados deben haber previsto claramente este escenario y probablemente culparán a Irán por cualquier cosa que ocurra en los próximos días, sin importar si está realmente involucrado o no. EEUU usará esto para justificar más "ataques de decapitación" y otras medidas similares destinadas a diezmar sus fuerzas y las de sus aliados
. Por lo tanto, la naturaleza del conflicto entre las dos partes es asimétrica ya que Estados Unidos tiene un dominio convencional mientras que Irán tiene su contraparte no convencional, y ambos podrían ser puestos a prueba en caso de otro asedio a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, lo cual es muy probable en los próximos días viendo como la sociedad iraquí está hirviendo de rabia, y puede fácilmente reunir una masa crítica de manifestantes para asediar el recinto una vez más. Porque, por muy grande que sea el premio de apoderarse de la mayor instalación diplomática del mundo (ya sea Irán, un aliado de Irán o cualquier otro), no hay manera de que Trump permita que eso suceda. Al igual que el puente aéreo de Berlín en la vieja guerra fría, Estados Unidos llevaría a cabo un puente aéreo en Bagdad si fuera necesario, lo que podría implicar arrasar barrios enteros para evitar que sus enemigos escondan misiles antiaéreos para derribar sus activos aéreos. Uno sólo puede especular cómo se desarrollaría tal escenario, pero nadie debería plantearse la posibilidad de la retirada de EEUU, especialmente no durante un año electoral, y definitivamente no después de que Trump se jactó orgullosamente de que este es su momento "anti-Benghazi". Otro escenario potencial de represalias es interrumpir el tránsito energético a través del Estrecho de Ormuz, pero eso afectaría a más países y seguramente provocaría la condena universal de todos, excepto quizás de la Siria aliada; al igual que si Hezbolá u otras fuerzas aliadas de la IRGC decidieran bombardear "Israel" (en cuyo caso, tanto éste como Estados Unidos ciertamente responderían de forma militar).
No espere que Rusia o China salven a Irán
Ni Rusia ni China irían a la guerra para apoyar a Irán, aunque podríamos esperar declaraciones de condena muy fuertes contra Estados Unidos, y en contra de cualquier otro país que pudiera atacar a Irán de manera convencional (ya sea con carácter "preventivo" o como "represalia"). Esta afirmación objetivamente existente y fácilmente verificable, probablemente tomará por sorpresa a muchos en los medios de comunicación alternativos que han sido adoctrinados en los últimos dos años por "análisis" de noticias falsas, que afirmarn que esas dos grandes potencias euroasiáticas son "anti-estadounidenses" y están dispuestas a luchar contra los EE.UU. para "salvar al mundo". Eso nunca sucederá a menos que uno de ellos sea atacado primero (aunque incluso en ese caso, ninguno iría a la guerra a favor de Irán porque han dejado claro que no son "aliados militares"), lo que probablemente no sucederá debido al concepto de Destrucción Mutua Asegurada (DAM); a menos que EEUU sea capaz de superar ese "obstáculo" a través de la combinación de su tecnología anti-misiles y las "Fuerzas Espaciales". En cualquier caso, nadie debería esperar que Rusia o China se apresuren a ayudar a Irán para defenderlo de Estados Unidos.
Pensamientos finales
El resultado más probable del asesinato del Comandante General Soleimani es un período intensificado de guerras subsidiarias en Irak, Siria, Líbano y Yemen que se mantendrían justo por debajo del umbral convencional, dada la incapacidad de Irán de sobrevivir a un abrumador ataque "de represalia" estadounidense. Esto es, si Trump lo autorizara en respuesta al improbable ataque masivo con misiles, que algunos especulan que Teherán podría estar preparando. Estados Unidos también podría llevar a cabo "ataques quirúrgicos" contra Irán con el pretexto de que se "organizaban" otros ataques, como por ejemplo, si Ansarullah de Yemen intentara repetir su exitoso ataque con aviones no tripulados contra Aramco Saudita en septiembre. Por lo tanto, los "ataques de decapitación" podrían ser cada vez más frecuentes y nadie estaría a salvo, ni siquiera el Nasrallah de Hezbolá en el peor de los casos, ya que EEUU acaba de señalar que tiene la voluntad política de eliminar "objetivos de alto valor". A medida que todo esto se desarrolle, Rusia y China harán todo lo posible por mantenerse alejados de cualquier contienda regional, y definitivamente no intervendrán para defender a Irán. Por lo tanto, las respuestas esperadas de Irán serán puramente asimétricas y no convencionales.
EE.UU. llevó a cabo un acto de guerra de facto contra Irán al asesinar anoche en Bagdad al general Qasem Soleimani, de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, pero a pesar de los escenarios catastróficos previstos por muchos en los medios de comunicación alternativos, el comienzo de la Tercera Guerra Mundial es extremadamente improbable por varias razones.
Contexto de trasfondo
Una vez que se calmaron los disturbios cuando los organizadores tomaran la decisión de retirarse, declarando que su "mensaje había sido escuchado", el Secretario de Defensa de Estados Unidos advirtió de manera ominosa que su país podría tomar una "acción preventiva" si detectara cualquier señal de que Irán estuviera planeando más ataques anti-estadounidenses en Irak. La República Islámica negó haber desempeñado algún papel en los recientes acontecimientos que se desarrollaron en el país vecino, pero es obvio que Estados Unidos no lo creyó. Por lo tanto, se propuso asesinar al Comandante General Soleimani para hacer notar que hablaba en serio con respecto a "desalentar" cualquier ataque anti-estadounidense inminente que supuestamente estuviera conectado con Irán, ya que lo culpó por estar involucrado en los últimos ataques. También quería presionar más a Irán para que se retirara de Irak, pero probablemente, EEUU esperaba que pudiera aprovechar la respuesta de Teherán a este acto de guerra de facto, como pretexto para intensificar aún más su campaña de presión con más "ataques de decapitación". Por lo tanto, este ataque intensificó peligrosamente las tensiones con Irán e hizo que muchos observadores temieran el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Algunas palabras sobre el Comandante General Soleimani
Lo que sigue no es una justificación de las acciones de Estados Unidos, sino simplemente un análisis frío y riguroso que explica por qué Trump decidió asesinar a Solemani, y con ello ejecutar un acto de guerra contra Irán, que no llevará a la Tercera Guerra Mundial a pesar de la especulación temerosa que se ha extendido por las redes sociales desde entonces. En pocas palabras, Irán juzgó erróneamente la determinación de Estados Unidos de recuperar su influencia perdida en la región, y nunca pensó que escalaría la situación a este nivel; de ahí que el general Solemani no tuviera miedo de ser asesinado en el corazón de Bagdad, a pesar de la superioridad aérea convencional de Estados Unidos, y de las advertencias explícitas de que podría tomar una "acción preventiva" contra Irán si creyera que desempeñaba algún papel en cualquier ataque antiamericano que se produjera en el futuro. No importa si el Kataib Hezbolá del PMU estuviera justificado o no en buscar la remoción de las fuerzas norteamericanas del país a través de cualquier medio posible, o si coordina esas acciones con el IRGC, ya que lo único que importa es que EE.UU. estaba buscando un pretexto para llevar a cabo su calculado "ataque de decapitación" contra el Comandante General Soleimani.
En este momento es apropiado escribir algo sobre el Comandante General. Gracias a su liderazgo, el IRGC ayudó en gran medida al Ejército Árabe Sirio (SAA) a destruir a Daesh. Ha desempeñado un papel más importante que cualquier otro individuo en la derrota del terrorismo en Siria e Irak, y fue ampliamente respetado como uno de los estrategas de guerra no convencional más brillantes en la historia reciente. Debido a este éxito, se convirtió en uno de los enemigos más odiados de Estados Unidos, ya que contribuyó a la derrota de las fuerzas subsidiarias regionales de Washington y, por tanto, fue en parte responsable de la reciente pérdida de influencia norteamericana en ese país. Por eso estaba en la mira de Estados Unidos, pero Trump sabía que matarlo sin ningún pretexto sería una escalada innecesaria, por lo que quería guardar ese "as bajo la manga" para más tarde. Irán sabe que Estados Unidos quiere que se retire de Siria e Irak, pero se niega rotundamente porque tiene el derecho legal de permanecer allí a petición del gobierno internacionalmente reconocido de esos países. No obstante, Estados Unidos piensa que su poder le otorga el derecho a intervenir y está tratando de forzar la salida de Irán.
La República Islámica no cometerá suicidio
Los ataques estadounidenses e "israelíes" contra las fuerzas del PMU - supuestamente aliadas con la IRGC - durante el último mes, tenían como objetivo lograr ese resultado, lo que naturalmente llevó a esas fuerzas a reaccionar cinéticamente atacando una base estadounidense a principios de la semana. Esto luego sirvió de pretexto para el último ataque estadounidense contra Kataib Hezbolá, que a su vez desencadenó el asedio de la embajada. No hay duda de que EE.UU. está escalando la situación en contravención del derecho internacional, y contra las fuerzas antiterroristas que contribuyeron a la derrota de Daesh, pero las polémicas (si bien tienen su propósito de "control de la percepción") son inútiles cuando se trata de analizar la situación de la manera más objetiva posible, y se intenta predecir lo que podría venir después. Por lo tanto, están excluidas de este artículo de aquí en adelante. Habiendo eliminado eso, es hora de enfocar este artículo a refutar las declaraciones alarmistas de la inminente Tercera Guerra Mundial tras el asesinato del Comandante General Soleimani.
Irán tiene el derecho legal internacional de defenderse, y su Líder Supremo ya prometió una "dura venganza" con ese fin, pero es extremadamente improbable que tome la forma de ataques directos contra Estados Unidos o sus aliados. A pesar de que la siguiente frase vaya a alimentar especulaciones de los medios alternativos, el ejército estadounidense es capaz de destruir a Irán en cuestión de minutos siempre que esté dispuesto a asumir los costes regionales de sus acciones, tanto a corto plazo en lo que respecta a las bajas, como a largo plazo en lo que se refiere al futuro geopolítico de Medio Oriente. Después de demostrar su compromiso de responder de manera abrumadora a cualquier ataque que el gobierno de EEUU considere anti-estadounidense (sea verdad o no), que pudiera llevarse a cabo con cualquier grado de coordinación iraní, Trump ciertamente no dudaría en bombardear al propio Irán si se lanzaran misiles desde contra sus fuerzas o las de sus aliados. La República Islámica sabe que sería literalmente un suicidio hacer tal cosa, y a pesar de lo que los neoconservadores, sionistas y wahabitas afirman sobre las autoridades iraníes, no son una "secta apocalíptica de la muerte", y por lo tanto no van a empezar la Tercera Guerra Mundial.
Varios escenarios
No hay duda de que Irán podría infligir un daño enorme a sus enemigos regionales si decide reaccionar contundentemente (ya sea después de ser provocado, o por su propia prerrogativa), pero es mucho más probable que su respuesta al asesinato del Comandante General Soleimani tome la forma de una intensificación de la Guerra No Convencional contra los intereses de EEUU.
Estados Unidos y sus aliados deben haber previsto claramente este escenario y probablemente culparán a Irán por cualquier cosa que ocurra en los próximos días, sin importar si está realmente involucrado o no. EEUU usará esto para justificar más "ataques de decapitación" y otras medidas similares destinadas a diezmar sus fuerzas y las de sus aliados
. Por lo tanto, la naturaleza del conflicto entre las dos partes es asimétrica ya que Estados Unidos tiene un dominio convencional mientras que Irán tiene su contraparte no convencional, y ambos podrían ser puestos a prueba en caso de otro asedio a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, lo cual es muy probable en los próximos días viendo como la sociedad iraquí está hirviendo de rabia, y puede fácilmente reunir una masa crítica de manifestantes para asediar el recinto una vez más. Porque, por muy grande que sea el premio de apoderarse de la mayor instalación diplomática del mundo (ya sea Irán, un aliado de Irán o cualquier otro), no hay manera de que Trump permita que eso suceda. Al igual que el puente aéreo de Berlín en la vieja guerra fría, Estados Unidos llevaría a cabo un puente aéreo en Bagdad si fuera necesario, lo que podría implicar arrasar barrios enteros para evitar que sus enemigos escondan misiles antiaéreos para derribar sus activos aéreos. Uno sólo puede especular cómo se desarrollaría tal escenario, pero nadie debería plantearse la posibilidad de la retirada de EEUU, especialmente no durante un año electoral, y definitivamente no después de que Trump se jactó orgullosamente de que este es su momento "anti-Benghazi". Otro escenario potencial de represalias es interrumpir el tránsito energético a través del Estrecho de Ormuz, pero eso afectaría a más países y seguramente provocaría la condena universal de todos, excepto quizás de la Siria aliada; al igual que si Hezbolá u otras fuerzas aliadas de la IRGC decidieran bombardear "Israel" (en cuyo caso, tanto éste como Estados Unidos ciertamente responderían de forma militar).
No espere que Rusia o China salven a Irán
Ni Rusia ni China irían a la guerra para apoyar a Irán, aunque podríamos esperar declaraciones de condena muy fuertes contra Estados Unidos, y en contra de cualquier otro país que pudiera atacar a Irán de manera convencional (ya sea con carácter "preventivo" o como "represalia"). Esta afirmación objetivamente existente y fácilmente verificable, probablemente tomará por sorpresa a muchos en los medios de comunicación alternativos que han sido adoctrinados en los últimos dos años por "análisis" de noticias falsas, que afirmarn que esas dos grandes potencias euroasiáticas son "anti-estadounidenses" y están dispuestas a luchar contra los EE.UU. para "salvar al mundo". Eso nunca sucederá a menos que uno de ellos sea atacado primero (aunque incluso en ese caso, ninguno iría a la guerra a favor de Irán porque han dejado claro que no son "aliados militares"), lo que probablemente no sucederá debido al concepto de Destrucción Mutua Asegurada (DAM); a menos que EEUU sea capaz de superar ese "obstáculo" a través de la combinación de su tecnología anti-misiles y las "Fuerzas Espaciales". En cualquier caso, nadie debería esperar que Rusia o China se apresuren a ayudar a Irán para defenderlo de Estados Unidos.
Pensamientos finales
El resultado más probable del asesinato del Comandante General Soleimani es un período intensificado de guerras subsidiarias en Irak, Siria, Líbano y Yemen que se mantendrían justo por debajo del umbral convencional, dada la incapacidad de Irán de sobrevivir a un abrumador ataque "de represalia" estadounidense. Esto es, si Trump lo autorizara en respuesta al improbable ataque masivo con misiles, que algunos especulan que Teherán podría estar preparando. Estados Unidos también podría llevar a cabo "ataques quirúrgicos" contra Irán con el pretexto de que se "organizaban" otros ataques, como por ejemplo, si Ansarullah de Yemen intentara repetir su exitoso ataque con aviones no tripulados contra Aramco Saudita en septiembre. Por lo tanto, los "ataques de decapitación" podrían ser cada vez más frecuentes y nadie estaría a salvo, ni siquiera el Nasrallah de Hezbolá en el peor de los casos, ya que EEUU acaba de señalar que tiene la voluntad política de eliminar "objetivos de alto valor". A medida que todo esto se desarrolle, Rusia y China harán todo lo posible por mantenerse alejados de cualquier contienda regional, y definitivamente no intervendrán para defender a Irán. Por lo tanto, las respuestas esperadas de Irán serán puramente asimétricas y no convencionales.
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