Revelado: EEUU busca construir otras 4 bases militares en Erbil
Pese
a intentos desde Irak para poner fin a la presencia de EE.UU. en el
país, Washington busca construir cuatros bases militares en el norte de
este país árabe.
Varias delegaciones
estadounidenses se han reunido en los últimos días con las autoridades
iraquíes de Erbil, capital de la región semiautónoma del Kurdistán
iraquí, y han abordado la posibilidad de construir otras cuatro bases
militares ahí, según reveló el viernes el medio local Baghdad Today, citando a un funcionario iraquí.
En las citas mantenidas con el presidente del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani; y su primer ministro, Masrur Barzani, entre otras autoridades regionales, los representantes políticos y militares de EE.UU. también han pedido a los kurdo-iraquíes que sigan apoyando a las fuerzas norteamericanas y que rechacen la iniciativa de su expulsión del territorio iraquí, añadió la fuente consultada.
Entre otros temas discutidos, conforme con la publicación, figuraban vías para cimentar lazos diplomáticos y la cooperación en los ámbitos políticos y económicos, así como la inauguración de un “mayor consulado” de EE.UU. en Erbil.
Nechirvan Barzani se opone a la iniciativa de expulsar a los estadounidenses del país y dice que tal medida recibió la aprobación de los diputados chiíes, sin consultar a los suníes ni kurdos.
Las nuevas consultas con las autoridades kurdas se produjeron después de que los misiles iraníes impactaran el 8 de enero, dos bases estadounidenses, una en la provincia de Al-Anbar (oeste) y otra en Ebil, en represalia por el asesinato del ya excomandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, que tuvo lugar el 3 de enero en Bagdad, capital iraquí.
Las autoridades iraníes han afirmado en reiteradas ocasiones que la verdadera venganza por el asesinato del alto estratega iraní será la expulsión de todos los estadounidenses no solo de Irak, sino de toda la región del oeste de Asia. EE.UU., al parecer, está recurriendo al Kurdistán iraquí para impedir el proceso ya iniciado.
De hecho, el proyecto para expulsar a los militares estadounidenses arrancó justo después de que las fuerzas norteamericanas bombardearan el 30 de diciembre varias posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, que forma parte de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), en el distrito de Al-Qaim, en Al-Anbar.
Las fuerzas populares aseguraron un día después que “el cobarde ataque” de EE.UU. contra sus posiciones jugaría en su contra, ya que allanaría el camino para el fin de la presencia estadounidense en Irak.
El asesinato del teniente general Qasem Soleimani, no obstante, fue la gota que colmó el vaso y aceleró dicho proceso. El Parlamento iraquí aprobó el 5 de enero, una resolución pidiendo a Bagdad que cancele la solicitud de asistencia de EE.UU. y ponga fin a la presencia de sus fuerzas en el marco de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe) o en cualquier otro contexto.
EE.UU., no obstante, se niega a abandonar el país que, además de grandes cantidades de recursos naturales, es geográficamente importante.
ask/ktg/hnb
En las citas mantenidas con el presidente del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani; y su primer ministro, Masrur Barzani, entre otras autoridades regionales, los representantes políticos y militares de EE.UU. también han pedido a los kurdo-iraquíes que sigan apoyando a las fuerzas norteamericanas y que rechacen la iniciativa de su expulsión del territorio iraquí, añadió la fuente consultada.
Entre otros temas discutidos, conforme con la publicación, figuraban vías para cimentar lazos diplomáticos y la cooperación en los ámbitos políticos y económicos, así como la inauguración de un “mayor consulado” de EE.UU. en Erbil.
Nechirvan Barzani se opone a la iniciativa de expulsar a los estadounidenses del país y dice que tal medida recibió la aprobación de los diputados chiíes, sin consultar a los suníes ni kurdos.
Las nuevas consultas con las autoridades kurdas se produjeron después de que los misiles iraníes impactaran el 8 de enero, dos bases estadounidenses, una en la provincia de Al-Anbar (oeste) y otra en Ebil, en represalia por el asesinato del ya excomandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, que tuvo lugar el 3 de enero en Bagdad, capital iraquí.
Las autoridades iraníes han afirmado en reiteradas ocasiones que la verdadera venganza por el asesinato del alto estratega iraní será la expulsión de todos los estadounidenses no solo de Irak, sino de toda la región del oeste de Asia. EE.UU., al parecer, está recurriendo al Kurdistán iraquí para impedir el proceso ya iniciado.
De hecho, el proyecto para expulsar a los militares estadounidenses arrancó justo después de que las fuerzas norteamericanas bombardearan el 30 de diciembre varias posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, que forma parte de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), en el distrito de Al-Qaim, en Al-Anbar.
Las fuerzas populares aseguraron un día después que “el cobarde ataque” de EE.UU. contra sus posiciones jugaría en su contra, ya que allanaría el camino para el fin de la presencia estadounidense en Irak.
El asesinato del teniente general Qasem Soleimani, no obstante, fue la gota que colmó el vaso y aceleró dicho proceso. El Parlamento iraquí aprobó el 5 de enero, una resolución pidiendo a Bagdad que cancele la solicitud de asistencia de EE.UU. y ponga fin a la presencia de sus fuerzas en el marco de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe) o en cualquier otro contexto.
EE.UU., no obstante, se niega a abandonar el país que, además de grandes cantidades de recursos naturales, es geográficamente importante.
ask/ktg/hnb
No hay comentarios.:
Publicar un comentario