lunes, 17 de diciembre de 2012

Seis razones para que se acabe el mundo

Seis razones para que se acabe el mundo


Ahora que el imaginario colectivo está tan entretenido con las profecías que dan por sentado que nos quedan un par de semanas de vida porque el mundo se va a acabar, me quedé pensando que en efecto, ojalá que se acabe el mundo.
No creo en el apocalíptico fin del mundo del que hablan algunos profetas de banqueta y otros que fundamentan sus hipótesis en los mayas. Si así es, pues la historia habrá demostrado que estaba equivocada, pero si el 22 de diciembre del 2012 seguimos blogueando en Animal Político, querrá decir que los escépticos teníamos razón.
Es posible que lo que suceda sea que inicie una era de mayor conciencia, y si así es, les cuento cuáles son las seis razones por las que quiero que se acabe el mundo que conocemos hoy.
  1. Que se acabe el mundo que tolera la violencia y la guerra.  A lo largo de este 2012 se vivieron más de 36 conflictos armados en el mundo y más de 92 conflictos internos en diversos países (Barómetro Escolapau) La violencia se ha convertido en una cifra más sobre la que hablamos a diario y vivimos en la ficción de la paz cuando la comunicación y nuestra existencia cotidiana está permeada por la guerra.
  1. Que se acabe el mundo que tolera la indiferencia. Sí, en esta costumbre de ver las cifras sobre violencia como algo normal y como un simple indicador de nuestra realidad nos hemos hecho indiferentes a las implicaciones de lo que hay detrás de los números.  Cada día desaparecen cientos de especies de plantas y animales; cada año matamos 60 mil millones de animales para comer y anualmente deforestamos un área equivalente al territorio de Costa Rica. Cada día vemos niños, ancianos e indigentes en la calle y nuestros ojos los observan como parte del paisaje urbano.
  1. Que se acabe el mundo que es cómplice de la violencia hacia las mujeres. Las mujeres y las niñas representan el 80% de las 800 mil personas que anualmente son sometidas a la trata de personas.  Entre 100 y 140 millones de niñas en el mundo han vivido mutilación/ablación genital femenina.  En Sudáfrica, una mujer es asesinada cada 6 horas por su pareja.  (ONU Mujer).  ¿Acaso no es esto una manera de acabar poco a poco con la vida?
  1. Que se acabe el mundo que tolera la violencia hacia los animales. Las cifras sobre esta realidad son inconsistentes, y el hecho de que se le preste tan poca atención, es un indicador de la poca importancia que se le da. La mayor parte de las veces, este tipo de violencia queda en el anonimato o detrás de las puertas de las casas en las que se ejerce. En Estados Unidos –en donde esto se encuentra mejor documentado- cada año son agredidos un millón de animales por parte de sus cuidadores. De 2, 168, 000 hombres y mujeres que fueron físicamente agredidos por su pareja, 63% vivía con animales de compañía y 71% reportaron abusos a sus animales. (Ecosofía)
  1. Que se acabe el mundo que no tolera la diversidad. Nada peor que vivir en un mundo en el que lo diverso es estigmatizado y violentado, se trate de diversidad física, sexual, racial, ideológica o social. La intolerancia es la semilla de la violencia y cuando lo diverso no tiene cabida en el discurso y en la narrativa cotidiana de la sociedad, de las familias, de la escuela, de la ciudad, de la colonia, del trabajo… es complicado encontrar armonía, diálogo y respeto.
  1. Que se acabe el mundo que justifica la corrupción y la impunidad.  ¿Alguien duda del impacto corrosivo y destructivo de la corrupción y la impunidad que le acompaña? La corrupción destroza al individuo, a la sociedad, a las instituciones y a acaba con la viabilidad de crecimiento y desarrollo de los países.  La corrupción genera sufrimiento y dolor, ¿o cómo se puede describir el uso de recursos que debiesen destinarse al apoyo de grupos vulnerables y terminan en el BMW de un funcionario o en Las Vegas? Las víctimas de la corrupción y la impunidad son los grupos de siempre, los más vulnerables, los que no tienen voz ni son escuchados, los que tienen que gritar en silencio ante la indiferencia de los “respetables” tomadores de decisiones, políticos y  funcionarios, y lo que es peor, ante la indiferencia de la sociedad. México se encuentra entre los países más corruptos del mundo y comparte esta triste estelaridad junto con Filipinas, Kosovo, Mali, Gambia, Bolivia, Armenia. Italia, Sudáfrica, Túnez, están mejor calificados que nosotros (Transparencia Internacional).
No me digan que si el mundo que conocemos se va a acabar, estas seis razones no son de verdad buenas para que en efecto… esto llegue a un fin.
Foto: Nina J. G www.flickr.com/photos/nicasaurusrex/1248522231/sizes/m/in/photostream/
Foto: Nina J. G 

 

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