Narco mexicano reemplazó a cárteles de Cali y Medellín: Ciurlizza a CNN
La desaparición de los
cárteles colombianos en 1994, propicio que los grupos criminales
mexicanos ocuparan una mejor posición para controlar la producción,
cultivo y distribución de la cocaína.
Javier Ciurlizza, director para América Latina y el Caribe de Internacional Crisis Group
Javier Ciurlizza, director para
América Latina y el Caribe de Internacional Crisis Group, platicó en
Aristegui de CNN en Español, sobre la situación de violencia y el
comportamiento de los carteles criminales en México.
Al presentar un informe sobre los cárteles criminales en México, el Estado de Derecho y los desafíos, Ciurlizza sentenció “que en el país muere más gente por un conflicto que no es ideológico que en las zonas de guerra como en Afganistán e Irak”.
La organización, creada en 1994 para ayudar a entender a la comunidad internacional el tema del narcotráfico, a través del análisis de conflicto para formular soluciones, encontró en un año de investigación en México tres fenómenos que apuntalaron la violencia y el narcotráfico.
Javier Ciurlizza enumeró los tres momentos que coincidieron con el inicio de la crisis de violencia en México:
a) En 2004, En Estados Unidos termina la prohibición de armas de asalto instaurada por el presidente Bill Clinton y eso dispara el mercado de armas, dirigido hacia carteles mexicanos.
A la par, se consolida el control de los carteles mexicanos sobre todos los eslabones de la cadena de producción, distribución tanto al mayoreo como minorista de la cocaína, que es la droga que produce más ganancia.
Así mismo, los cárteles mexicanos terminan de remplazar a los cárteles colombianos, factor que les da el dinero suficiente para adquirir esas armas y también para corromper.
b) La ofensiva militar que el presidente calderón decide lanzar en 2006, que a criterio de Internacional Crisis Group, disparó la violencia y no contribuyó a una mirada integral del problema.
3.- La debilidad institucional en las zonas más afectadas, el problema económico, el desempleo juvenil. Este último dio a capacidad a los cárteles para reclutar.
Mercado de armas
Abundó que la prohibición de armas de asalto instaurada en 1994, expiró en la administración de George Bush, en un contexto, en el que el congreso estadunidense no tenía ningún ánimo de variar su política de seguridad, tras el atentado del 11 de septiembre.
Así, en 2004 los grupos criminales comienzan a adquirir armas de fuego como lanza cohetes, AKA 47 o fusiles de largo alcance, disponibles masivamente en Texas y Arizona.
Por ello, dijo que México “es líder natural sobre el tema de la regulación de las armas de asalto. Ha dañado mucho a los países y México tiene mucho que enseñar sobre los costos que se pagan”.
Narcos mexicanos desplazan a los colombianos
Reiteró que a partir de los años 90, con la desaparición de los cárteles de Medellín y de Cali, los carteles mexicanos comenzaron a ocupar una mejor posición. Ya no solo se encargaban de distribuir la cocaína colombiana en Estados Unidos, ahora controlaban la producción y el cultivo.
A esto se sumó que la ruta privilegiada del Caribe quedó cerrada, debido a un fuerte operativo instalado en la administración de George Bush. Entonces los colombianos empezaron a utilizar territorio mexicano parar cruzar la cocaína y la fecha la pelea se desplazó del Caribe a territorio mexicano.
“Ni rápido ni fácil” guerra contra el narco
El analista explicó que tras entrevistar a varios funcionarios de alto rango de la administración pasada, coincidieron en que lanzar al ejército a las calles para abatir a los cárteles mexicanos, porque “era lo único que teníamos a la mano”.
Respondieron que no confiaban en la policía estatal ni en la municipal y lo único que tenían a la institución más prestigiada: el ejército. Algunos de ellos tenían la idea de que la guerra sería rápido y fácil, pero resultó contraproducente, a decir del experto.
“Los carteles se mostraron tremendamente resistentes, cambiaron rutas y métodos y respondieron asesinando a más de 2 mil policías y militares en estos 6 años. Respondieron con las armas de fuego que ya habían adquirido”, apuntó Javier Ciurlizza.
Si bien la campaña logró decapitar a varios cárteles, también provocó una multiplicación de carteles a 60 de los 12 que había en el 2006.
Al presentar un informe sobre los cárteles criminales en México, el Estado de Derecho y los desafíos, Ciurlizza sentenció “que en el país muere más gente por un conflicto que no es ideológico que en las zonas de guerra como en Afganistán e Irak”.
La organización, creada en 1994 para ayudar a entender a la comunidad internacional el tema del narcotráfico, a través del análisis de conflicto para formular soluciones, encontró en un año de investigación en México tres fenómenos que apuntalaron la violencia y el narcotráfico.
Javier Ciurlizza enumeró los tres momentos que coincidieron con el inicio de la crisis de violencia en México:
a) En 2004, En Estados Unidos termina la prohibición de armas de asalto instaurada por el presidente Bill Clinton y eso dispara el mercado de armas, dirigido hacia carteles mexicanos.
A la par, se consolida el control de los carteles mexicanos sobre todos los eslabones de la cadena de producción, distribución tanto al mayoreo como minorista de la cocaína, que es la droga que produce más ganancia.
Así mismo, los cárteles mexicanos terminan de remplazar a los cárteles colombianos, factor que les da el dinero suficiente para adquirir esas armas y también para corromper.
b) La ofensiva militar que el presidente calderón decide lanzar en 2006, que a criterio de Internacional Crisis Group, disparó la violencia y no contribuyó a una mirada integral del problema.
3.- La debilidad institucional en las zonas más afectadas, el problema económico, el desempleo juvenil. Este último dio a capacidad a los cárteles para reclutar.
Mercado de armas
Abundó que la prohibición de armas de asalto instaurada en 1994, expiró en la administración de George Bush, en un contexto, en el que el congreso estadunidense no tenía ningún ánimo de variar su política de seguridad, tras el atentado del 11 de septiembre.
Así, en 2004 los grupos criminales comienzan a adquirir armas de fuego como lanza cohetes, AKA 47 o fusiles de largo alcance, disponibles masivamente en Texas y Arizona.
Por ello, dijo que México “es líder natural sobre el tema de la regulación de las armas de asalto. Ha dañado mucho a los países y México tiene mucho que enseñar sobre los costos que se pagan”.
Narcos mexicanos desplazan a los colombianos
Reiteró que a partir de los años 90, con la desaparición de los cárteles de Medellín y de Cali, los carteles mexicanos comenzaron a ocupar una mejor posición. Ya no solo se encargaban de distribuir la cocaína colombiana en Estados Unidos, ahora controlaban la producción y el cultivo.
A esto se sumó que la ruta privilegiada del Caribe quedó cerrada, debido a un fuerte operativo instalado en la administración de George Bush. Entonces los colombianos empezaron a utilizar territorio mexicano parar cruzar la cocaína y la fecha la pelea se desplazó del Caribe a territorio mexicano.
“Ni rápido ni fácil” guerra contra el narco
El analista explicó que tras entrevistar a varios funcionarios de alto rango de la administración pasada, coincidieron en que lanzar al ejército a las calles para abatir a los cárteles mexicanos, porque “era lo único que teníamos a la mano”.
Respondieron que no confiaban en la policía estatal ni en la municipal y lo único que tenían a la institución más prestigiada: el ejército. Algunos de ellos tenían la idea de que la guerra sería rápido y fácil, pero resultó contraproducente, a decir del experto.
“Los carteles se mostraron tremendamente resistentes, cambiaron rutas y métodos y respondieron asesinando a más de 2 mil policías y militares en estos 6 años. Respondieron con las armas de fuego que ya habían adquirido”, apuntó Javier Ciurlizza.
Si bien la campaña logró decapitar a varios cárteles, también provocó una multiplicación de carteles a 60 de los 12 que había en el 2006.
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