Por Deisy Francis Mexidor
La
Habana, 17 may (PL) Al cumplirse hoy 100 días del inicio de una huelga
de hambre en la cárcel de Estados Unidos en el territorio usurpado a
Cuba en la oriental provincia de Guantánamo, los reclusos denunciaron
nuevos atropellos de los militares.
Algunos abogados defensores estiman que al menos 130 reos continúan
este ayuno, iniciado el pasado 6 de febrero, y casi una treintena de
ellos son alimentados a la fuerza, una practica condenada por
organizaciones defensoras de los derechos humanos y por la Asociación
Médica Americana.
"Todo paciente capacitado tiene derecho a
rechazar la intervención médica, incluyendo las actuaciones para
mantenerlo en vida", expresó la asociación.
El capitán Robert
Durand, vocero del centro de detención, en Guantánamo reveló que el
comando militar declaró ayer la "alerta amarilla" en cuatro ocasiones,
una señal que identifica cualquier urgencia médica temporal.
Un
despacho aparecido en la televisora Rusia Today el 11 de mayo advirtió
que uno de los representantes legales de los presos denunció que estos
serán cacheados "en sus partes íntimas" cada vez que se reúnan con sus
defensores.
La medida, de acuerdo con el jurista, es una "táctica de terror" para acabar con la huelga de hambre.
Entretanto, la organización Testigo contra la Tortura convocó a tres
jornadas de protesta en Estados Unidos en solidaridad con los confinados
en Guantánamo.
La agrupación desarrollará acciones pacíficas en
varias ciudades del país desde hoy hasta el próximo día 19 con un
programa que comenzará este viernes en el Times Square de Nueva York.
Los manifestantes están llamados a permanecer en ayuno durante el fin
de semana en apoyo a los huelguistas y que a su vez se comuniquen con
las autoridades federales para exigir el cierre del centro carcelario.
Desde 2002 Estados Unidos abrió la cárcel en la base naval
estadounidense de Guantánamo para internar allí a todo presunto
terrorista, según los parámetros de Washington.
Actualmente 166
presos, quienes jamás han sido acusados ni juzgados, están recluidos en
el penal, para muchos un centro de torturas, una agujero negro en
materia de derechos humanos.
La huelga de hambre es la manera
que encontraron los reos para protestar contra el confinamiento
indefinido en celdas de castigo hasta la confiscación de copias del
Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
Hace unas semanas el
presidente Barack Obama retomó públicamente el tema del cierre de esta
cárcel, tras no cumplir su promesa de acabar con esa instalación
carcelaria el primer año de su llegada al poder (enero de 2009).
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