Moscú,
17 may (PL) La crisis en Siria y los esfuerzos internacionales para
preservar la integración territorial del país árabe centran hoy las
conversaciones del presidente ruso, Vladimir Putin, y el secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon, en su tercera visita oficial a Rusia.
El funcionario de la organización mundial celebrará sendos encuentros
con Putin y el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, en el
sureño balneario de Sochi, según confirmaron fuentes del Kremlin.
Ban Ki-moon inicia este viernes una visita oficial de tres días, la
sexta que efectúa desde su nombramiento en 2007, y posterior reelección
en junio de 2011.
El diplomático surcoreano llega a Rusia en
momentos de serios cuestionamientos de Moscú a la actuación de una parte
de la comunidad internacional en relación con una pronta salida
política al conflicto sirio.
Hace dos días la Asamblea General
de la ONU aprobó una nueva resolución de condena unilateral al
gobierno del presidente Bashar Al Assad, aunque no es vinculante, pese a
los llamados de Rusia a retirar el proyecto.
El embajador ruso
adjunto ante Naciones Unidas, Alexander Pankin, advirtió que la
aprobación del documento echaría por tierra los esfuerzos por detener la
violencia en Siria y promover el diálogo político.
Durante la
rueda conjunta con el presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, Putin afirmó
ayer que Rusia continuará la lucha por una pronta solución del conflicto
sirio sin injerencias externas.
Continuaremos trabajando en
favor de un cese de la violencia y coadyuvaremos a preservar la
integridad territorial y soberanía del Estado sirio, enfatizó el
mandatario ruso.
Zuma, a su vez, dijo que existen coincidencias
en que todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU deben
asumir una posición fuerte y clara para poner fin al sufrimiento del
pueblo sirio, consignó la agencia ITAR-TASS.
Rusia mantiene su
postura de conducir la solución del conflicto en Siria por la vía del
proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición, bajo el espíritu y
la letra de los acuerdos de Ginebra, del 30 de junio de 2012, sin
condiciones previas ni injerencias desde afuera.
El canciller
Serguei Lavrov recalcó que los actores externos no deben ocuparse de la
ingeniería social y política, ni dibujar un esquema para los sirios,
ellos deben ponerse de acuerdo, aseveró en declaraciones al canal
libanés Al Mayadeen.
Moscú, expresó Lavrov, saluda la decisión
de Washington de apoyar la celebración de una segunda conferencia
internacional sobre Siria, sin condiciones previas.
Rusia en la
voz del vicecanciller Guennadi Gatilov ratificó su rechazo también a una
eventual implantación de una zona de exclusión aérea sobre el país
árabe, tal como ocurrió con Libia en 2011, que sirvió de preludio a la
intervención de la OTAN, bajo el amparo de la resolución 1973, del
Consejo de Seguridad de la ONU.
Ban Ki-moon declaró víspera de
su visita que no podía dejar de valorar la importancia de Rusia en la
política internacional y su peso en la ONU. Moscú ocupa un escaño
permanente dentro del Consejo de Seguridad, con derecho al veto.
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