Por Luis Brizuela Brínguez
Damasco,
Prensa Latina, 10 may (PL) El acercamiento de las posturas de Rusia y Estados Unidos
para concretar una solución negociada al conflicto que sacude a Siria
desde hace dos años, es hoy valorado con cauto optimismo por las
autoridades de este país árabe.
El comunicado emitido la víspera por el Ministerio de Exteriores y
Emigrantes sirio consideró una paso de avance la decisión adoptada en
Moscú el 7 de mayo entre el secretario de Estado norteamericano John
Kerry y el canciller ruso Serguei Lavrov, para concretar una reunión
donde se discuta un plan de paz.
No obstante, la Cancillería
subrayó que la credibilidad de Washington para adoptar un acuerdo se
comprobará una vez cuando convenza a sus aliados de detener el estímulo y
armamento a las bandas mercenarias que insisten en derrocar al
Gobierno.
De igual forma remarcó que todo el mundo debe tener
claro que corresponde solo al pueblo sirio decidir su futuro y sistema
constitucional, sin injerencias externas.
En este sentido, la
declaración recordó que las autoridades han avanzado en la
implementación del Programa Político planteado por el presidente Bashar
al-Assad, que se basa en la concreción de un diálogo intersirio y el
apoyo al Acuerdo de Ginebra firmado el 30 de junio de 2012.
Dicho documento suscrito por los cinco miembros permanentes del Consejo
Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y
China), además de Turquía, Catar, Kuwait e Irak, llama a un fin
inmediato de la violencia, la formación de un gobierno provisional
integrado por todos los sectores de la vida nacional y el llamamiento a
elecciones donde el pueblo elija su nueva dirigencia.
Al
comentar la concertación, el diario gubernamental Al-Watan aseguró el
jueves que Damasco es optimista al respecto, pero sigue a la espera de
más detalles.
Consideró asimismo que la posición rusa se ha
mantenido basada en la ley internacional, el derecho de los pueblos a
decidir su futuro sin injerencias extranjeras y el de los Estados a
combatir el terrorismo, lo cual será aceptado tarde o temprano por
todos.
No obstante, el jefe de la diplomacia estadounidense
adujo la víspera que el mandatario sirio no sería parte de un gobierno
de transición en el país, lo que aportó nuevas dudas sobre la real
voluntad de Washington para resolver el contencioso.
El reclamo
de la renuncia de al-Assad ha sido uno de los puntos persistentes dentro
de las muchas exigencias que gobiernos occidentales y de Oriente Medio
intentan imponer a Siria.
Damasco ha reiterado que no tolerará
imposiciones foráneas en sus asuntos internos y que la continuidad o no
del mandatario es solo una decisión soberana del pueblo sirio.
tgj/lr |
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