Alcaldesa de Monterrey “entrega” la ciudad a Jesucristo
Escrito por Oscar Ramírez Maldonado
Margarita Arellanes, alcaldesa de
Monterrey, en un acto que no respeta ni el laicismo ni lo dicho por el
propio Jesucristo, quien se supone que alguna vez sentenció aquello de
“al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, decidió
“entregar” la ciudad que gobierna al mismísimo Jesús. En un video,
grabado durante un evento llamado Monterrey Ora, la funcionaria pública
afirma que en los últimos meses se ha observado un cambio en la ciudad
“cada vez más evidente”, el cual aseguró se debe a que “hemos abierto
las puertas a Dios”.La frase bíblica que en
el primer párrafo menciono puede estar sujeta a interpretación en su
significado y puede quedar en duda que realmente haya sido dicha.
Demasiadas dudas históricas existen alrededor del tema como para tomar
lo escrito a pie juntillas. Sin embargo, en lo que no cabe
interpretación es en lo que está escrito en el artículo 130 de La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se
garantiza “el principio histórico de la separación del Estado y las
iglesias”.
A pesar de lo anterior, la presidenta
municipal de la ciudad norteña afirmó el sábado pasado que sin la
presencia de Cristo “no podemos tener éxito real, como está escrito”. La
panista fue más allá e incluso criticó a quienes “se escandalizan” de
que se hable de dios en público, ya que consideró que “Dios es
indispensable para que esté completa la labor humana”.
Al declarar a Dios como “la máxima
autoridad “ del municipio, Arellanes dijo: “Es por eso que hoy estamos
aquí reunidos y yo, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, entrego la
ciudad de Monterrey, Nuevo León, a Nuestro Señor Jesucristo para que su
reino de paz y bendición sea establecido”.
El video de este evento, ha circulado a través de las redes sociales y generó en Twitter el hashtag
#SorMargarita, que junto con #MTYfollow, han servido para expresar las
críticas de los usuarios de la red social y también de mensajes de apoyo
para Arellanes.
Este tema fue abordado en la mañana en
el programa de radio de Carmen Aristegui, ahí Sergio Augayo definió
perfectamente el problema de lo sucedido. Finalmente, lo que un
representante popular crea en materia religiosa no debe importar,
siempre y cuando estas creencias no afecten su desempeño y no intenten
imponer una visión personal del mundo. En este caso, como acertadamente
señaló Aguayo, “es legítima la fe de la alcaldesa de Monterrey. Lo que
preocupa es que lo haga a nombre de la ciudad”.
En este sentido, durante la misma mesa
de debate, Lorenzo Meyer afirmó que este tipo de acciones se dan ante la
“falta de una ética republicana y de capacidad de gobernar”.
Aquí el piadoso y ya famoso video:
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