Bruselas pagará cualquier precio para conservar la eurozona
© Collage: La Voz de Rusia
Es, en el fondo, uno de los principales
síntomas de la inestabilidad de la región, donde, en primer lugar, crece
el descontento por el elevado desempleo debido a la reducción de las
capacidades de producción, y la realización de huelgas periódicas. Sobre
todo en Grecia, Italia, España y Portugal.
A instancias
de Bruselas, los gobiernos adoptan medidas draconianas encaminadas a
reducir el gasto público, en particular los programas sociales y
aumentar los impuestos. Correspondientemente, crecen las protestas de la
población. En opinión de muchos especialistas, en lo que se refiere,
por ejemplo, a la situación de España, los intentos de Madrid de reducir
el déficit del presupuesto nacional pueden contar con el éxito tan solo
en caso de que sus diecisiete regiones autónomas se planteen tal tarea
ante sí, las que –en grado notable– son culpables del crecimiento de la
deuda del reino. Hace poco el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, declaró sin ambages:
—Dentro
de un mes, vamos a reformar el sistema tributario. Y, en particular,
vamos a mejorar el sistema financiero de las autonomías del país.
Entretanto,
según opinión experta, hasta 2015 el personal de bancos y cajas de
ahorro de España se reducirá en aproximadamente cincuenta y cinco mil
personas. Todo esto es consecuencia del cumplimiento de una de las
recomendaciones de la troika: la Comisión Europea, el Banco Central
Europeo y el FMI.
Por lo visto en Letonia, el futuro
miembro de la eurozona que recibirá este país en 2014, hay muchos
adversarios a la afiliación. Contra esta decisión, según sondeos de
opinión pública, se manifiestan más del 60 % de los habitantes. Los
apoya incluso el jefe de la Asociación de Economistas de Letonia Ivar
Brivers. Este dijo: “el dinero se mantiene si hay confianza. En Letonia
el pueblo no da crédito al euro”.
Para la UE tiene más
importancia, por lo visto, los índices macroeconómicos. El miembro del
directorio del Banco Central Europeo y presidente del Banco de Austria,
Ewald Nowotny declaró el lunes que “en Europa, donde la economía real se
encuentra en el estado de recesión y los gastos presupuestarios son
demasiado altos, hay que mantener una política estimulante”.
En
qué grado está política es de actualidad, puesto que hay que pagar con
algo, preguntamos al profesor de la Escuela Superior de Economía de
Moscú Iván Rodiónov.
—A mi modo de ver, es
absolutamente adecuada. Lo más posible, como muestra todo el curso del
desarrollo, los países van a vivir. Pero en las declaraciones, en
particular del economista letón, ha aparecido una idea estándar: “Cuando
“todo anda bien, todo les gusta a todos”. Se comprende que para un
pequeño país el euro es una divisa que depende tan solo de los países
más desarrollados de Europa, una divisa muy buena. Pero esta declaración
es populista.
Iván Rodiónov resalta que, digamos,
para España que tolera con gravedad las consecuencias de la crisis
financiera mundial, no se sabe cómo lo terminaría todo, si tuviera su
propia divisa. Importa que en la UE actualmente se crea una unión
bancaria, uno de cuyos elementos debe ser el mecanismo único de
reestructuración de bancos. Uno de los objetivos de la creación de tal
mecanismo es reducir el uso de medios de los contribuyentes en la
salvación de bancos, y su salvación significa la posibilidad de aumentar
los medios prestados para los empresarios y la creación de nuevas
plazas laborales. En opinión de Iván Rodiónov, ninguno de los países
críticos de la eurozona podrá recuperarse por sí solo.
vs/mo/er
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