lunes, 24 de junio de 2013

“Vender el alma al diablo”, artículo de Jorge Ramos

“Vender el alma al diablo”, artículo de Jorge Ramos
Para avanzar en la negociación de la reforma migratoria, que legalizaría a 11 millones de indocumentados, los legisladores demócratas de EU han cedido a la presión de republicanos y están a punto de aprobar una nueva enmienda para endurecer la vigilancia de la frontera con México con equipos militares, dice el analista.
"Vender el alma al diablo", artículo de Jorge Ramos
(Foto: Archivo Cuartoscuro)
Presentamos un fragmento del artículo del periodista mexicano Jorge Ramos, conductor de la cadena estadounidense Univisión, publicado el domingo 23.
“Vender el alma al diablo”
Por Jorge Ramos Ávalos
Diario Reforma, 23 de junio, 2013.
WASHINGTON, DC. Estábamos a punto de grabar un programa especial de televisión sobre la reforma migratoria y no podíamos empezar porque el senador Chuck Schumer de Nueva York no colgaba el celular. Pero ninguno de los otros tres senadores que lo acompañaban -Bob Menendez, Dick Durbin y Michael Bennet- se atrevían a interrumpirlo. Yo tampoco. Schumer estaba contando por teléfono el número de senadores que apoyarían una nueva enmienda para “militarizar” la frontera de Estados Unidos con México y el asunto era demasiado importante como para pedirle que colgara. Cuando por fin lo hizo, nos enteramos de la negociación que había ocurrido a puertas cerradas.
A cambio de conseguir suficientes votos republicanos para la legalización de la mayoría de los 11 millones de indocumentados, los demócratas tendrían que venderle su alma al diablo, como dice el dicho el México. El acuerdo incluye aumentar el número de agentes de la patrulla fronteriza de 21 mil a 41 mil, terminar la construcción de 700 millas de muro entre los dos países, poner en práctica a nivel nacional el programa de verificación de empleos conocido como e-verify y usar la última tecnología (como los drones o aviones no tripulados) para vigilar la frontera.
La palabra “militarización” no es exacta porque no se trata de enviar soldados estadonidenses a patrullar la frontera con México. Pero sí incluye algunas duras tácticas que solo se utilizan con naciones enemigas. De hecho, varios contratistas privados que trabajaron para el ejército norteamericano en las guerras de Irak y Afganistán ahora están buscando nuevos contratos en la frontera con México. Ahí está el dinero y ahí se están desplazando.
Se trata, sin duda, de la más drástica serie de medidas en la historia para separar físicamente a los dos países. Por eso sorprende tanto el absoluto silencio del presidente mexicano Enrique Peña Nieto en este debate. La pasividad y negligencia de su gobierno es incomprensible; es como si esto no tuviera nada que ver con él, como si esto no fuera a afectar seriamente a millones de mexicanos.
Esto no se hace entre vecinos. México no está siendo tratado como uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos. Con este acuerdo parecería que las dos naciones están peleadas. Es terrible regresar a la época de la construcción de muros.
Al gobierno de Peña Nieto le falta imaginación para proponer acuerdos migratorios como el de la Unión Europea o, al menos, el atrevimiento y temeridad de Vicente Fox de pedir un nuevo tratado migratorio a Estados Unidos. Lo que México necesita son más visas para sus trabajadores en el norte, no más agentes norteamericanos que detengan a los mexicanos más pobres en los desiertos y montañas.
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Twitter: @jorgeramosnews

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