Crece la lucha de intereses geopolíticos en el mar de Ross
Foto: Flickr.com/Rita Willaert/cc-by-nc
La comisión, por segunda vez desde noviembre
del año pasado, examinó la propuesta de crear en el litoral oriental de
la Antártida y en el mar de Ross el territorio de protección marina más
extenso del mundo. Sus miembros son veinticuatro países y la UE, que
toman las resoluciones por consenso. Rusia nuevamente no respaldó la
iniciativa. Ucrania también se pronunció en contra el proyecto. China
asimismo contempla en el documento un intento de afectar sus intereses.
La
parte rusa opina que la concesión al mar de Ross el estatuto de zona
protegida puede provocar la pérdida del control sobre la situación. Es
que actualmente la presencia de buques de diferentes países en esa
región está reglamentada por el Tratado Antártico de 1959. Pero no todos
los países que practican la pesca mundial se han adherido al tratado y,
por eso mismo, pueden aprovechar la zona protegida en bien propio y
sobre todo para la pesca incontrolada.
El vicepresidente de la Asociación de Derecho Internacional de Rusia, Oleg Jlistov, centró su atención en tal hecho y manifestó:
–La
tarea de la comisión, de todos sus participantes, consiste en encontrar
una solución razonable y mutuamente admisible. Las medidas
unilaterales, que hacen caso omiso de los intereses de otros, son
inadmisibles. Y dado que Ucrania, Rusia y otros países se manifiestan en
contra, por lo visto, hay que demostrarles que eso es conveniente. A la
vez, en la lista de países señalados como autores de la iniciativa,
Francia y EEUU, entre otros, no practican la pesca en esa región. Dicha
región antártica es ilimitada para ellos desde el punto de vista de la
pesca.
A diferencia de Ucrania, China, Japón,
Corea del Sur, España, Rusia y algunos otros países que practican allí
la pesca, el volumen de la pesca de Rusia no es muy grande y no vulnera
los acuerdos y tratados internacionales, que la reglamentan.
Existe
otro factor al que también se debe prestar atención. Se considera que
en el mar de Ross hay enormes reservas de petróleo, que solo ceden a
Arabia Saudí. De ahí que esa región se esté convirtiendo en una arena de
lucha global por los recursos. Nueva Zelanda, en particular, pretende
que el mar de Ross sea reconocido como territorio independiente suyo. En
los documentos gubernamentales sobre la defensa de la Antártida, en
general se lo denomina zona clave de responsabilidad de las Fuerzas
Armadas de Nueva Zelanda. Australia también tiene intereses estratégicos
en dicha zona. Es evidente, que el desplazamiento de esa región de
países como China y Rusia, con el pretexto de crear una zona vedada, en
el futuro puede facilitarles la consecución de sus objetivos
geopolíticos.
Más aún que la vigencia del Tratado
Antártico caduca en 2048. Esto significa que todos los demás documentos
internacionales, aprobados sobre la base de dicho tratado, también
perderán vigor, particularmente, la prohibición de extraer minerales en
el Ártico, aprobada en 1991.
La delegación rusa propone una fórmula de compromiso: en la primera fase convertir el mar de Ross en zona de interés científico. Esto se traducirá en la imposición de reglas complementarias a la captura en esa región de biorecursos marinos.
mj/lj/er
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