miércoles, 17 de julio de 2013

La captura de Treviño y sus posibles consecuencias

La captura de Treviño y sus posibles consecuencias

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MEXICO (AP) -- El máximo líder del más violento y brutal cartel de las drogas de México construyó un imperio empresarial que hoy se extiende desde el suroeste de Estados Unidos hasta Centroamérica.
Pero Miguel Ángel Treviño pasó sus últimos días en libertad guardando un bajo perfil, casi que escondido, viajando de madrugada entre carreteras secundarias, de tierra, del estado norteño de Tamaulipas y con poca gente... hasta que los marinos mexicanos le bloquearon su camino.
Poco antes del amanecer del lunes, el último de los líderes de la vieja guardia del cartel de Los Zetas vio cómo un helicóptero militar Black Hawk sobrevoló su camioneta, se le puso de frente y lo hizo detener, según el portavoz del gobierno federal mexicano para temas de seguridad, Eduardo Sánchez.
Cuando el vehículo se detuvo, tres hombres emergieron de él. Dos se tiraron al suelo y el tercero trató de correr. Todos fueron capturados por marinos en tierra que habían estado siguiendo los movimientos de Treviño por meses, dijo el martes Sánchez a The Associated Press.
Ni un solo tiro fue disparado.
Conocido con su apodo de "Z 40", tomado de las comunicaciones radiales del cartel que lo identificaban como líder del grupo criminal, Treviño no sabía que la Marina mexicana lo habían estado acorralando poco a poco, dijo Sánchez.
Cuando lo atraparon, Treviño, de 40años, tenía encima dos millones de dólares en efectivo, ocho rifles y unos 500 cartuchos. La captura se produjo en las afueras de la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, por años centro de operaciones de Los Zetas.
Luego fue trasladado a la Ciudad de México para ser interrogado, pero a diferencia de la época del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012), esta vez el sospechoso no fue presentado ante las cámaras de televisión, esposado, con las armas y el dinero en efectivo decomisado.
En cambio, el gobierno del actual presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer un solo vídeo que lo mostraba con un aspecto desaliñado, sin esposas, caminando por la sede de la Procuraduría General de la República para evitar, según dijeron, la exaltación de los narcos o el que las autoridades sean acusadas de violación a los derechos humanos y el encausamiento penal de los narcos sea obstaculizado.
De hecho, los funcionarios públicos ni siquiera se refieren a Treviño como el "Z 40".
El vocero Sánchez dijo que están investigando por qué el líder de ese cartel caminaba por la Procuraduría sin esposas.
Los Zetas son el más violento cartel de México, uno de los más ricos, y el que controla la más grande porción de territorio del país.
Una resolución de acusación de una corte de Nueva York en contra de Treviño estima que el capo recibía $10 millones de dólares al mes en ingresos sólo por el tráfico de coca, sin mencionar lo producido por secuestros, extorsiones, tráfico de inmigrantes, tráfico de armas, e incluso el robo de petróleo de oleoductos estatales.
Su arresto fue particularmente satisfactorio para el gobierno de Estados Unidos. "Pienso que lo que muestra es que la nueva administración del presidente Peña Nieto es seria en continuar los esfuerzos para romper las operaciones transnacionales de drogas", dijo el presidente Barack Obama en una entrevista con la cadena Univisión.
"Es un paso más en la destrucción de los Zetas como una organización coherente e identificable", dijo Alejandro Hope, ex miembro del servicio de inteligencia nacional de México. "Todavía habrá personas que se llamen Zetas, bandas de individuos que mantengan el mismo modus operandi. Habrá peleas por el control de redes ilegales".
Treviño presuntamente ha orquestado una serie de asesinatos del lado estadounidense de la frontera, incluyendo los cometidos por un grupo de jóvenes oriundos de ese país que han asesinado a tiros a sus víctimas en las calles de Laredo.
Su cartel, dice la resolución de acusación, también es responsable de los asesinatos del policía de inmigración Jaime Zapata, ocurrido en 2011, y del ciudadano estadounidense David Hartley, en 2010, en Falcon Lake, poblado que se extiende en la frontera entre México y Estados Unidos.
Treviño es "uno de los líderes de los carteles mexicanos más importantes que ha sido detenidos en varios años", dijo la DEA. "Su despiadado liderazgo ha llegado a su fin".
Los Zetas han secuestrado a miles de migrantes en los últimos años y, a menudo, exigían 3.000 dólares por el rescate de cada uno.
Las autoridades federales dicen la organización criminal robó y vendió ilegalmente al menos 46 millones de dólares del petróleo mexicano que va a las refinerías de Estados Unidos y que Treviño envió unos 16 millones de dólares a su hermano que vive en ese país para que comprara y entrenara caballos de carrera.
El modus operando de Treviño, al igual que los de los líderes de Los Zetas que él comanda, llevaron a una "zetanización" de la operación de los otros carteles de la droga en el país, dijo George Grayson, experto en ese grupo criminal y un profesor de gobierno en la Universidad de William & Mary.
"Infligir miedo en el corazón de sus víctimas es una manera muy eficaz de conseguir lo que quieres", dijo Grayson. "Eso es de genios, pensar fuera de lo establecido".
Sánchez dijo que las fuerzas del gobierno han obtenido información de los posibles movimientos de sus cómplices, y que los teléfonos celulares y la información de sus computadores suelen proporcionar dicha información, aún si los propios sospechosos no son quienes hablan.
El portavoz evitó mencionar la cantidad de marinos que hicieron parte del operativo, si hubo participación de instituciones de seguridad estadounidenses y sólo dijo que se trató de miembros de las fuerzas especiales mexicanas.
En contraste, el congresista estadounidense Henry Cuéllar, que representa a un distrito electoral fronterizo, dijo que "los Estados Unidos han ayudado en intentar rastrearlo por un tiempo. Aquí tú tienes inteligencia de Estados Unidos combinada con los marinos (mexicanos) implementándola".
Aunque "es difícil predecir" alguna reacción específica de Los Zetas por la detención de Treviño, "tenemos que estar alertas", dijo Sánchez.
Edgardo Buscaglia, experto en crimen organizado, dijo que la experiencia internacional muestra que con la captura de líderes de ese tipo de grupos "se corre el peligro de mayor atomización y más violencia extrema de conflicto armado" si no se atacan también los negocios con los que se financian.
Los Zetas siguen activos en Nuevo Laredo, el estado fronterizo de Coahuila, el estado de Veracruz en el Golfo de México, partes del centro del norte de México y Centroamérica, aunque el arresto de Treviño significa que la banda se ha convertido en "una operación de franquicias y no una organización vertical", dijo Grayson.
Las autoridades guatemaltecas consideran que una de las señales de que Los Zetas incursionaron en ese país fue la matanza de 11 personas en abril de 2008, que incluyó a Juan León, supuesto líder de un grupo local del narcotráfico.
También fueron ligados a la decapitación de 27 personas en el norteño departamento de Petén en 2011.
"Se supo que estuvo en Guatemala organizando a uno de los grupos, pero después ya no tuvimos información", dijo el mandatario.
Se trata de un final sorprendente para un capo que empapaba sus rivales en el combustible y los quemaba vivos en tambores de 55 galones. Muchos pensaron que Treviño iba a repeler cualquier intento de captura pero Sánchez dijo que la interceptación del vehículo, al parecer, lo tomó por sorpresa.
Para los migrantes centroamericanos la detención de Treviño es un alivio, dijo el sacerdote católico Alejandro Solalinde, que dirige un albergue para inmigrantes en el estado sureño de Oaxaca y que ha vivido gran parte de la última década bajo amenazas de muerte de Los Zetas.
Solalinde, no obstante, cree que la captura de Treviño fue un golpe superficial al grupo criminal que, dice, opera en casi 20 estados de México y que tiene en su nómina a funcionarios públicos y policías.
Los Zetas son responsables de algunas de las peores atrocidades de la guerra del narcotráfico en México, incluyendo la masacre de 72 inmigrantes centroamericanos y sudamericanos en la norteña ciudad de San Fernando, Tamaulipas, en 2010, según las autoridades.
En 2011, las autoridades federales anunciaron el descubrimiento de una fosa común con 193 cuerpos enterrados en ese mismo poblado, en su mayoría inmigrantes secuestrados de autobuses y asesinados por Los Zetas, a órdenes de Treviño, porque se habrían negado a trabajar como mulas ingresando drogas a Estados Unidos, según el vocero Sánchez.
También en 2011 se encontró el cuerpo decapitado de una mujer que enfureció a Los Zetas por los blogs que publicaba sobre crimen y violencia. Su cabeza fue colocada encima del teclado de su computadora con un mensaje de advertencia dirigido a sus colegas blogueros.
Sánchez dijo que las autoridades estaban en alerta ante posibles brotes de violencia posteriores a la detención, y no estaba claro quién podría estar en línea para que lo sustituya.
En el pasado, la detención o la muerte de los principales capos mexicanos han llevado a algunos carteles, como el de Los Beltrán Leyva, a dividirse en grupos pequeños que se disputan porciones del territorio que controlaban. Otros, como Los Arellano Félix fueron absorbidos, en buena medida, por quien se ha considerado el habitual ganador de estas disputas: el cartel de Sinaloa y su líder Joaquín "El Chapo" Guzmán, que ha dirigido la guerra por el control de territorios contra Los Zetas y presuntamente se encuentra escondido en las montañas del occidente de México.
Hoy en día, es probable que haya personas que se hacen llamar Zetas que no necesariamente tienen ningún vínculo real con la organización, dijo Sánchez.
"Algo que ocurre con los delincuentes que por su captura se ofrecen sumas millonarias, como es el caso de este señor, lo primero que hacen es aislarse un poco, por miedo a que su misma gente lo traicione", dijo Sánchez.
Entre el gobierno mexicano y el estadounidense se ofrecía una recompensa de más de siete millones de dólares por información que llevara a la captura de Treviño.
Los Zetas se crearon por desertores de fuerzas especiales del ejército mexicano en la segunda mitad de la década de 1990 y comenzaron como el brazo armado del cartel del Golfo, aunque a principios de 2010 las autoridades reportaron un rompimiento.
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A esta noticia contribuyeron los periodistas de The Associated Press en ciudad de México, Michael Weissenstein; en Guatemala, Sonia Pérez Díaz, y Alicia Caldwell en Washington D.C.
© 2013, La Prensa Asociada.

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