¿De qué conversarán Washington y Moscú?

© Collage: La Voz de Rusia

Los titulares de las Cancillerías y departamentos de Defensa de Rusia y de EEUU se proponen discutir los más importantes problemas bilaterales e internacionales.

El miércoles pasado se conoció la agenda y, lo que es fundamental, la tónica de las conversaciones 2+2 en Washington. Después de que Obama tomara la decisión sobre su visita a Moscú, estas negociaciones realmente podrán tener contenido concreto y hasta reportar determinados resultados. Camino a Washington, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, hará una escala en Nueva York para reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. 

La reunión de Serguéi Lavrov y Serguéi Shoigú con sus homólogos estadounidenses debía ser la antesala de la cumbre Rusia-EEUU en Moscú. 

Pero el escándalo en torno a Edward Snowden y la nerviosa reacción de Washington no sólo pusieron en entredicho la cumbre Putin-Obama, sino incluso las negociaciones 2+2. 

Casi a diario, funcionarios estadounidenses de diverso nivel afirmaban que, una vez concedido el asilo a Snowden, la Casa Blanca y el Kremlin ya no tenían nada que discutir. Por fin, el miércoles, la administración de EEUU informó que Obama aplazó (no canceló) su visita a Moscú, circunstancia que aun más electrizó a los columnistas. Así, uno de los artículos en la revista Foreign Policyempezaba con la frase: “ahora les toca a los rusos decidir si las negociaciones en Washington llegan a celebrarse o no”. Un funcionario estadounidense quien prefirió escudarse en el anonimato, aclaró: “Moscú, desde luego, puede guardar rencor, pero nosotros estamos dispuestos a sentarnos a la mesa de las negociaciones, aunque no sea a nivel presidencial”. No está claro quién es el destinatario de este mensaje, porque la Casa Blanca y la Cancillería rusa confirmaron casi simultáneamente que la reunión 2+2 sí que se celebraría. 

Semejantes comentarios son bastante sintomáticos. EEUU sigue caldeando tensiones en torno al caso Snowden, siendo muy probable que este tema centre la atención durante la reunión entre Lavrov y Kerry el próximo 9 de agosto en Washington. Hemos de precisar al respecto que el Kremlin en reiteradas ocasiones dio a entender que el tema está cerrado, sin que haya nada que discutir. Ahora, presionada por el Congreso, la administración de Obama se ve obligada a continuar este espectáculo, aunque, evidentemente, el mismo obstaculiza la discusión bilateral de problemas candentes, ha comentado a La Voz de Rusia el politólogo Kiril Koktish: 

–Desde el comienzo mismo del caso Snowden, Washington adoptó una postura demasiado rígida y contundente. Ahora casi no tiene posibilidades para desandar el camino, aunque desde el inicio mismo estaba claro que tendría que hacerlo, dado que Moscú sencillamente no tenía otra salida que concederle el asilo a Snowden. Ahora la administración es objeto de acerbas críticas tanto por parte de los republicanos como de los demócratas. Por eso se optó por esta solución, aunque algo artificiosa: aplazar la cumbre, pero mantener otros contactos. 

Mientras, Moscú y Washington tienen mucho que discutir: la situación en Afganistán, los retos derivados del contingente internacional de este país; la asistencia de Rusia a esta retirada. Estas semanas últimas, tanto el Departamento de Estado como la Casa Blanca no cesaron de mencionar la posibilidad de la asociación precisamente en este ámbito. Otro tema de palpitante actualidad es la más pronta materialización de la iniciativa ruso-estadounidense con vistas a convocar en Ginebra la conferencia sobre el arreglo en Siria. El inicio de los preparativos para la misma fue anunciado el pasado 7 de mayo, o sea, hace tres meses, sin que se haya registrado progreso alguno. Mientras tanto, el número de víctimas entre la población civil no deja de crecer, recalca el politólogo Leonid Gúsev: 

–Entre nuestros países se han hacinado bastantes cuestiones bilaterales que requieren ser analizadas en una reunión bilateral y en un ambiente constructivo. Son demasiados los problemas que existen entre dos líderes mundiales, sin hablar de la guerra en Siria, los asesinatos en las áreas de mayoría poblacional kurda. 

La defensa antimisiles es analizado en cada encuentro ruso-estadounide nse de ámbito ministerial. Pero, por regla, las partes se limitan a hacer declaraciones. Así que el 9 de agosto no cabe esperar algunos acuerdos al respecto. Ya a comienzos de esta semana, después de las negociaciones celebradas por los vicecancilleres, Moscú anunció que “no alimenta ilusiones algunas”. Pero pese a que este problema está pendiente de solución, es sumamente importante continuar el diálogo, opina el politólogo Mijaíl Troitski: 

–EEUU hizo una declaración transparente al máximo (para este país) al manifestar que no tiene intenciones de vertebrar una defensa antimisiles que amenace a las fuerzas rusas de disuasión (no a las fuerzas de ataque, sino precisamente a las fuerzas de disuasión). Aclaremos que dichas fuerzas están destinadas para asestar un golpe de represalia en caso de eventual ataque nuclear estadounidense contra Rusia. El Kremlin, en cambio, exige garantías de que tal sistema jamás será desplegado. EEUU, desde luego, no ofrecerá tales garantías. Ello no obstante, el propio acuerdo de convocar tales reuniones de perfil político-militar, logrado entre Putin y Obama, reviste un carácter sumamente positivo por ofrecer un mecanismo eficaz para solucionar toda una serie de contradicciones latentes, incluyendo las relativas al escudo antimisiles.

Los titulares debían haber consensuado, aunque sea en lo más mínimo, estos y otros asuntos hacia la cumbre, prevista para septiembre próximo en Moscú. Expertos precisan que nadie ha anulado la cumbre, y la invitación rusa sigue en pie. Consiguientement e, la reunión ministerial del 9 de agosto también podría jalonar una etapa. La víspera de las pláticas en Washington, el canciller ruso Serguéi Lavrov hará una breve visita a Nueva York para tratar con el secretario general de la ONU los temas de palpitante actualidad: Afganistán, Oriente Próximo y, desde luego, Siria. A propósito, el martes, representantes de la ONU han confirmado que la misión especial encargada de investigar el empleo de armas químicas, partirá a esta república árabe en fechas próximas. 

ach/kg 

Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

Polina Chernitsa