Analizando las mentiras de Washington sobre el conflicto iraquí
Existe una gran cantidad de mensajes engañosos enviados desde Washington sobre la situación en Irak. Esto se hace directamente por la administración Obama a través de declaraciones por parte de funcionarios estadounidenses y de la propagación de informes difundidos por la cadena global medios corporativos de confianza del gobierno federal estadounidense.
Desmembrando la falsa imagen de Washington sobre Irak
Hay cinco argumentaciones del gobierno estadounidense y los medios corporativos que deben ser impugnadas. En primer lugar, el ataque a Irak por el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), que es más apropiadamente llamado Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL), no es casual.
Las brigadas del ISIS/ISIL no aparecieron de la nada. Estos combatientes extranjeros han sido entrenados, financiados y armados por Washington y sus aliados.
Es cierto que el ISIL ha aprovechado la debilidad general de las estructuras políticas y la corrupción del gobierno iraquí. Este punto, sin embargo, está siendo utilizado para encubrir cómo Washington ha alimentado tanto a ISIL como a la corrupción en Bagdad.
En segundo lugar, el gobierno estadounidense y sus aliados no se oponen categóricamente al ataque del ISIL en Irak. Ingeniaron el ascenso del ISIL por múltiples formas al mantener a Irak débil, promoviendo el sectarismo, y fomentando directamente su desarrollo. De hecho, la incursión del ISIL a Irak puede ser comprendida como una invasión manipulada por Estados Unidos.
En tercer lugar, Washington está tratando de hacer que parezca que está cooperando con Teherán para estabilizar Irak. Aunque cierto nivel de cooperación o discusión no puede ser totalmente descartado, se ha de hacer hincapié en que a Washington y Tel Aviv les gustaría ver a Irak utilizado para desestabilizar a Irán. Al hacer hincapié y publicidad en que está cooperando con Irán, el gobierno estadounidense quiere ocultar el papel de Estados Unidos en la desestabilización de Irak como un medio para desestabilizar a Irán, Siria y la región en general.
Por otra parte, militares y funcionarios iraníes han rechazado las afirmaciones de cooperación de Washington como falsas. De hecho, los funcionarios iraníes han calificado al ISIL como los protegidos de Estados Unidos e Israel, y el presidente de Irán, Rouhani, ha desestimado diplomáticamente el concepto de cooperación.
En cuarto lugar, Estados Unidos se encuentra descontento con el gobierno federal de Irak en Bagdad y el resultado de las elecciones parlamentarias iraquíes que tuvieron lugar en abril de 2014. Aunque el gobierno estadounidense está fingiendo que quiere ayudar a los iraquíes y derramando lágrimas de cocodrilo, las verdaderas intenciones de Washington quedaron claras cuando los funcionarios estadounidenses dijeron a los iraquíes que el Pentágono podría ayudar a Irak contra el ataque ISIL si el gobierno federal iraquí en Bagdad era reemplazado o cambiado.
A pesar de las fallas y deficiencias del gobierno federal iraquí, es un gobierno elegido democráticamente y ha logrado mantener cierto de independencia en su política exterior hacia países como Irán, Siria, China y Rusia. A Estados Unidos no le gusta eso y los crecientes vínculos de Bagdad con estos países.
Estados Unidos se vio especialmente molesto por el hecho de que Bagdad se negara a unirse a la campaña estadounidense de cambio de régimen contra el gobierno sirio. Debido a esto, el gobierno estadounidense está utilizando de forma encubierta al ISIL para impulsar un cambio de régimen en Irak a través de una estrategia simultánea de ataques insurgentes, promoción de las divisiones sectarias, y presión política estadounidense.
Por último, el gobierno estadounidense y sus aliados han estado tratando de presentar una narrativa sectaria para ocultar la naturaleza y los orígenes del ISIL y su verdadero ataque a Irak. Al pintar el cuadro como una guerra civil sectaria entre musulmanes shiíes y suníes, y haciendo todo lo posible para que esta sea una realidad, Washington y sus aliados están blanqueando su participación en la creación del ISIL y su uso como un activo o instrumento estadounidense.
Belicistas como el criminal de guerra británico, Tony Blair, ex primer ministro de Gran Bretaña, que ayudó a invadir y ocupar ilegalmente Irak en 2003, y Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch que ha exigido al gobierno estadounidense lanzar una guerra contra Siria, tuvieron incluso ela osadía de reclamar simultáneamente el 14 de junio 2014 que el ataque a Irak por parte del ISIS es el resultado de “no lanzar una guerra contra Siria”.
Combatiendo la falsa disputa entre shiíes y suníes
No sólo es importante exponer a las personas y organizaciones que están tratando de pintar los acontecimientos en Irak como algún tipo de conflicto sectario desprovisto de participación extranjera, sino que los que están tratando de presentar los eventos como un conflicto shií-suní necesitan ser corregidos, si es que son ignorantes, mentirosos o propagandistas.
El gobierno federal iraquí no es categóricamente un “gobierno shií” y el ISIL no es una organización “suní”. Cualquier persona con una comprensión básica de la configuración del gobierno federal iraquí y el gabinete de Nouri al-Maliki en Bagdad sabe que es demográficamente representativo de la sociedad iraquí y que, en el ámbito de la fe, está compuesto de musulmanes shiíes y musulmanes suníes y de árabes, kurdos y minorías étnicas iraquíes, en términos étnicos.
Observar una lista de los ministros del gabinete y partidos y trasfondos desestimará las nociones y afirmaciones falsas de que el gobierno federal de Irak es un “gobierno shií.” Estos hechos, sin embargo, nunca han conseguido hacerse camino entre las narrativas y los temas de conversación de los que se refieren constantemente al gobierno federal iraquí como un “gobierno shií.”
En cuanto a la ISIL, la mayoría de sus víctimas han sido musulmanes suníes. Los soldados iraquíes que los combatientes del ISIL han asesinado no son exclusivamente los musulmanes que son shiíes. Los combatientes de ISIL también participan en el combate contra las fuerzas de seguridad del Gobierno Regional de Kurdistán y las tribus árabes iraquíes que son predominantemente musulmanas suníes. De hecho, la inmensa mayoría de los musulmanes se niegan a reconocer al ISIL como musulmán, y mucho menos de ser suníes. De hecho, los iraquíes han protestado con vehemencia contra la presentación del ISIL como una “organización suní” y acusaron a los que hacen de intentar sembrar el odio entre los musulmanes y los iraquíes.
No debe existir ningún error al respecto; Estados Unidos está utilizando al ISIL para desestabilizar a Irak con el objetivo de controlar al gobierno federal iraquí en Bagdad y para debilitar a Irán y Siria. Puesto que Estados Unidos y sus aliados han fracasado en Siria, ahora están dándole atención a Irak nuevamente.
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Mahdi Darius Nazemroaya es sociólogo, autor galardonado y analista geopolítico.
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