Un pueblo mágico en medio de un sinuoso camino de concesiones mineras
23/06/2014
Por Angela Martínez
Capulalpam ha desarrollado su propio modelo de desarrollo basado en los bienes naturales de propiedad comunal.
Mientras el bus subía por el profundo y serpenteante camino, empezaron a aparecer las señales con la promesa de nuestra llegada al pueblo mágico de Sierra Juárez de Oaxaca. Al mismo tiempo, al mirar las verdes montañas me preguntaba cuál era exactamente la magia de este pueblo.
Capulalpam tiene una historia de más de dos siglos de minería de oro y plata. Saúl Aquino, líder indígena zapoteca y presidente del Comisariado de Bienes Comunales de la comunidad, recuerda que los desechos químicos de la actividad minera devastaron los acuíferos y contaminaron el agua, las tierras comunales y el bosque. La mina pertenecía a una empresa mexicana, pero ahora es de propiedad de Sundance Minerals, con sede en Vancouver, Canadá.
Los conflictos más graves en Oaxaca se produjeron en comunidades indígenas donde las corporaciones procedieron a explorar y explotar sin el consentimiento previo de las poblaciones indígenas. Comunidades como San José del Progreso, en la que el gobierno no cumplió con informar y consultar a la población local antes de entregar concesiones mineras por 50 años y donde fueron asesinados dos líderes por defender pacíficamente el derecho al consentimiento previo libre e informado del pueblo indígena sobre la implementación de proyectos en sus comunidades. A pesar de ello, el gobierno canadiense se niega a hacer cumplir cualquier tipo de regulación sobre derechos humanos fuera de Canadá; en vez, el gobierno apoya financiera y políticamente a la industria minera a pesar de sus prácticas (1).
La industria minera canadiense es la más grande del mundo, y en el 2004 su participación en el mercado mundial constituía el 60% de todas las empresas mineras. De hecho, en términos de la amplitud de la exploración y desarrollo de la actividad minera, la totalidad de la región latinoamericana está en segundo lugar después de Canadá (2). Actualmente, sólo el estado de Oaxaca tiene alrededor de 343 títulos de concesiones mineras.
TERRITORIO LIBRE DE MINERÍA
En el 2011, el gobierno de Oaxaca presionó a las autoridades mineras de Capulalpam a que aceptaran una nueva concesión minera a cambio del título de “pueblo mágico”. La iniciativa de los pueblos mágicos fue lanzada en el 2001 por la Secretaría de Turismo (SECTUR) de México para promover y reconocer una serie de pueblos en todo el país que ofrecen a los visitantes una experiencia “mágica”. La población y autoridades indígenas no aceptaron la presión; por el contrario, se organizaron, movilizaron y llevaron a cabo su asamblea comunitaria. Finalmente, la comunidad decidió que Capulalpam sería territorio libre de minería.
La población de Capulalpam y el Colectivo Oaxaqueño en Defensa del Territorio (CODT), fundado en el 2009 como un espacio de organizaciones de base y activistas para trabajar juntos en la defensa y promoción de los derechos de las comunidades a sus territorios y bienes naturales, trabajaron juntos para declarar Capulalpam territorio libre de minería. “Ha sido una ruta difícil la que estamos caminando juntos. El espíritu colectivo de Capulalpam es como un cinturón que nos mantiene unidos”, dijo Francisco García, autoridad indígena encargada de bienes naturales. “Nuestros valores espirituales como indígenas están unidos a nuestra tierra, agua y territorios, que van más allá del simple valor monetario”.
De hecho, Capulalpam es el primer territorio reconocido libre de minería en México.
En los últimos años, Capulalpam ha desarrollado su propio modelo basado en los bienes naturales de propiedad comunal. Además de su proyecto de ecoturismo reconocido a nivel nacional, también embotella agua de su manantial en la montaña, maneja un servicio forestal sostenible, y tiene una cantera de grava a pequeña escala. Todos esos proyectos son administrados de manera cooperativa por la asamblea comunal.
Luego de mi experiencia con la población de Capulalpam, entendí cuál era la magia de este pueblo. Una de las definiciones de magia es “el uso de poderes especiales para hacer que ocurran cosas que por lo general son imposibles”. Matthew Strecher definió el realismo mágico como “lo que sucede cuando un entorno altamente detallado y realista es invadido por algo ‘demasiado extraño para creer’” (3). La magia de Capulalpam reside en el poder de los pueblos indígenas para unirse y decidir su futuro colectivamente, y preservar su identidad, existencia y relación espiritual con el bosque, el agua, la tierra y su territorio. Una magia que el gobierno y las corporaciones mineras todavía no entienden porque es demasiado real y poderosa para creer.
Notas:
(1) Gordon, Todd and Webber, Jeffrey R. “Imperialism and Resistance, Canadian Mining in Latin America, Third World Quarterlu, 29:1,70
(2) http://www.coha.org/hidden-hegemony-canadian-mining-in-latin-america
(3) Matthew C. Stretcher, Magical Realism and Search for Identity in the Fiction of Murakami Haruki, Journal of Japanese Studies, Volume 25, Number 2 (Summer 1999), pp. 263-298, at 267
Angela Martínez es Oficial Senior de Programas Internacionales de American Jewish World Service (AJWS), organización que acompaña al Colectivo Oaxaqueño en Defensa del Territorio y otras organizaciones sociales de Oaxaca.
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