Amnistía denuncia la condena a pena de muerte de personas con enfermedades mentales
- Este viernes se celebra el Día Mundial contra la pena de muerte
- EE.UU., Japón o Pakistán ejecutan a enfermos mentales
Imagen de archivo de una sala de ejecución por inyección letal en EE.UU.Archivo RTVE.es
RTVE.es/Efe 10.10.2014Amnistía Internacional (AI) denuncia que varios países del mundo, como Estados Unidos, Japón o Pakistán, ejecutan aún a personas con discapacidad intelectual, lo que viola la normativa internacional.
En un comunicado con motivo del Día Mundial contra la pena de muerte, que se celebra este 10 de octubre, AI reitera su oposición a la pena capital, y conmina a los Estados que todavía lo aplican a respetar las convenciones que al menos eximan de esta condena a ciudadanos con problemas mentales.
Amnistía pide a estos países que modifiquen su sistema judicial para impedir estas ejecuciones e introducir "los estándares internacionales que protegen a las personas vulnerables".
"Nos oponemos a la pena de muerte en todas las circunstancias - recordó Gaughran - Pero aquellos países que aún ejecutan deben respetar y aplicar los estándares internacionales, como los que prohíben la aplicación de la pena a ciertos grupos de población vulnerables, hasta que finalmente abolan ese castigo".
Para conmemorar el Día Mundial, Amnistía ha decidido destacar la situación de las personas con enfermedades mentales, cuya condición, denuncia, "muchas veces no se identifica durante los procesos judiciales".
"Los países que ejecutan deben asegurarse de que hay recursos para llevar a cabo evaluaciones independientes de cualquiera que afronte la pena de muerte, desde que se les imputa hasta después de ser sentenciados", explicó Gaughran.
Además, Amnistía urge a estos países a "establecer de inmediato una moratoria sobre las ejecuciones como un primer paso hasta su abolición".
El 9 de abril, el mexicano Ramiro Hernández Llanas fue ejecutado en ese mismo estado estadounidense pese a su discapacidad mental, lo que provocó protestas al otro lado de la frontera.
En Japón, varias personas discapacitadas han sido ejecutadas y otras esperan serlo, como Hakamada Iwao, de 78 años y el preso más viejo del mundo, condenado en 1968 tras un juicio injusto y que ha contraído enfermedades mentales tras décadas de aislamiento.
En Pakistán, Amnistía destaca el caso de Mohammad Asghar, que fue diagnosticado con esquizofrenia en el Reino Unido en 2010 y ha sido sentenciado este año por blasfemia en el país asiático, pese a las peticiones de clemencia de su familia.
En un comunicado con motivo del Día Mundial contra la pena de muerte, que se celebra este 10 de octubre, AI reitera su oposición a la pena capital, y conmina a los Estados que todavía lo aplican a respetar las convenciones que al menos eximan de esta condena a ciudadanos con problemas mentales.
Amnistía pide a estos países que modifiquen su sistema judicial para impedir estas ejecuciones e introducir "los estándares internacionales que protegen a las personas vulnerables".
Violación de los estándares internacionales
Estos estándares "no pretenden excusar delitos horrendos, sino que establecen parámetros sobre la naturaleza de la pena que puede ser impuesta" en cada caso, ha afirmado la directora de asuntos globales, Audrey Gaughran, durante una rueda de prensa este jueves en Londres."Nos oponemos a la pena de muerte en todas las circunstancias - recordó Gaughran - Pero aquellos países que aún ejecutan deben respetar y aplicar los estándares internacionales, como los que prohíben la aplicación de la pena a ciertos grupos de población vulnerables, hasta que finalmente abolan ese castigo".
Para conmemorar el Día Mundial, Amnistía ha decidido destacar la situación de las personas con enfermedades mentales, cuya condición, denuncia, "muchas veces no se identifica durante los procesos judiciales".
"Los países que ejecutan deben asegurarse de que hay recursos para llevar a cabo evaluaciones independientes de cualquiera que afronte la pena de muerte, desde que se les imputa hasta después de ser sentenciados", explicó Gaughran.
Además, Amnistía urge a estos países a "establecer de inmediato una moratoria sobre las ejecuciones como un primer paso hasta su abolición".
El último ejecutado en Florida
Entre otros casos de ejecuciones de personas vulnerables, AI recuerda el de Askari Abdullah Muhammad, ejecutado el pasado 7 de enero en Florida por un asesinato cometido en prisión en los años 80, pese a haber sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide.El 9 de abril, el mexicano Ramiro Hernández Llanas fue ejecutado en ese mismo estado estadounidense pese a su discapacidad mental, lo que provocó protestas al otro lado de la frontera.
En Japón, varias personas discapacitadas han sido ejecutadas y otras esperan serlo, como Hakamada Iwao, de 78 años y el preso más viejo del mundo, condenado en 1968 tras un juicio injusto y que ha contraído enfermedades mentales tras décadas de aislamiento.
En Pakistán, Amnistía destaca el caso de Mohammad Asghar, que fue diagnosticado con esquizofrenia en el Reino Unido en 2010 y ha sido sentenciado este año por blasfemia en el país asiático, pese a las peticiones de clemencia de su familia.
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