Rusia vs Estados Unidos: un enfrentamiento entre falsos opuestos
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Basta con analizar durante unos días la programación del canal oficialista ruso de noticias Rusia Today para comprobar que éste reproduce uno por uno los valores del Nuevo Orden Mundial de un modo no muy diferente a cómo lo hacen sus supuestos enemigos occidentales: el idioma principal del canal es el inglés; el bienestar material es considerado como la meta fundamental de la existencia humana; mayoritariamente son mujeres las que presentan las noticias, entrevistas y reportajes; las ideas feministas y otras ideas posmodernas (los derechos de los animales, el desarrollo sostenible, etc.) son consideradas como dogmas, tanto por estas mujeres como por los hombres que participan; la digitalización de la sociedad es vista como algo deseable y a desarrollar; nunca se cuestionan las fuentes y las versiones oficiales sobre acontecimientos que están acelerando los cambios necesarios para consolidar el Nuevo Orden Mundial: terrorismo, inmigración, cambio climático, enfermedades víricas, disidencias controladas [1], etc.
También llama la atención el apoyo de muchos presentadores y analistas a la candidata a la presidencia de los Estados Unidos Hillary Clinton; éstos [2], con la excusa de evitar que el excéntrico magnate Donald Trump gane las próximas elecciones, realizan continuos alegatos en favor de la líder demócrata. Una actitud que, cuanto menos, resulta curiosa, pues es precisamente el partido Demócrata quien con su actitud en Siria está a punto de desatar un conflicto bélico abierto entre las dos superpotencias. Esta actitud de tibieza (por no decir de complicidad) del canal gubernamental ruso hacia quienes deberían ser sus más odiados enemigos, constituye una de las mejores pruebas de que el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos es puro paripé.
Este enfrentamiento, como todo enfrentamiento entre falsos opuestos, es de gran utilidad para conseguir la polarización de las masas (y con ello, de los diferentes Estados), obligándolas a decantarse exclusivamente por uno de los dos bandos en conflicto. Se busca crear tal clima de enconamiento, que no nos quede más remedio que posicionarnos a favor de uno de los dos contendientes, pues la enorme tensión social generada (los medios de uno y otro bando ya empiezan a hablar de riesgo de guerra nuclear), al bloquear nuestra capacidad para el análisis y activar el lado más irracional de nuestro cerebro, nos impide comprender que ambos representan esencialmente lo mismo. De esta manera se consigue integrar mentalmente al conjunto de la población mundial (independientemente de a quien apoyen) en los valores globalistas, que, de un modo u otro, son defendidos por ambos. Un ejemplo de la integración a través del enfrentamiento es el conflicto que durante años se vivió en el País Vasco, y que obligó a la población vasca y del resto de España a tener que elegir entre dos opciones aparentemente distintas: el estatalismo español o el estatalismo vasco (recordemos que ETA era una organización de corte marxista-leninista). Finalmente, todo este falso enfrentamiento terminó, como podemos ver al día de hoy, con la integración definitiva de la disidencia vasca en las instituciones del Estado.
En el fondo, y esto es fundamental para comprender adecuadamente todo este asunto, no debemos olvidar que tanto Rusia como Estados Unidos son herederos de una milenaria tradición judeocristiana y, por lo tanto, en ambos subyace una clara vocación ecuménica, o lo que es lo mismo, globalizadora, por lo que no debería de extrañarnos demasiado que se alíen en la consecución de un objetivo que es común.
De cualquier modo, en mi opinión, esta estrategia va mucho más allá de un plan urdido exclusivamente por Rusia y Estados Unidos, quienes no dejarían de ser simples peones al servicio de un rey (en este caso, de una reina) en toda esta partida de ajedrez geopolítica. En el fondo, todo este enfrentamiento desestabiliza permanentemente a ambos (como lo hizo Vietnam en los 60 ó Afganistán en los 70), impidiendo que ninguno de ellos llegue a convertirse en potencia hegemónica y favoreciendo que otras potencias puedan ejercer, al adoptar un papel más secundario (como árbitros), una enorme influencia sobre uno y otro (y por ende, sobre el resto del mundo) sin demasiado desgaste. Una desestabilización que estaría dirigida básicamente contra el pueblo ruso y estadounidense, no contra sus clases dirigentes, pues éstas, desde hace siglos, tan sólo se limitan a obedecer ordenes. Esta obediencia se debe a que, a pesar del enorme tamaño de ambos Estados, ninguno de ellos controla (a través de las armas o de la cultura) los suficientes territorios geopolíticamente claves como para ejercer chantajes efectivos ("si no haces esto, no te dejo pasar por aquí") sobre sus adversarios, que les permitan ser líderes mundiales.
Además del adoctrinamiento progresivo en los valores del Nuevo Orden Mundial, el objetivo final de este falso enfrentamiento, que probablemente desembocará en una guerra mundial (que, como ya he dicho en otras ocasiones, no tiene porque ser completamente real), es conseguir condicionar al conjunto de los habitantes del planeta para que acaben aceptando como necesario un único gobierno para todo el mundo, que gestione en exclusiva sus recursos y ponga fin así a las guerras por el control de los mismos. En realidad, no hay una gran diferencia entre esto y la Pax Romana, pues es como si los promotores de todo este tinglado les estuvieran diciendo a los habitantes de los diferentes países del mundo: "sólo dejaremos de guerrear cuando nos hayáis entregado definitivamente vuestra soberanía"; ¡un chantaje en toda regla! Este Gobierno Mundial sólo será la tapadera de una nueva tiranía mundial, pues las principales potencias implicadas en el conflicto, Rusia y Estados Unidos, serán quienes fijen las condiciones de la Paz; y ambas, como ya he dicho, son siervas de un mismo "señor" (Lord), o más bien habría que decir: hijos de una misma (reina) madre. No es casualidad que todos los equipos de fútbol que participan en la Champion Leage, incluidos los rusos, se cuadren marcialmente antes de cada partido ante una canción compuesta para la ceremonia de coronación de los reyes y reinas británicos: Zadok the priest (George Frideric Handel)
En cualquier caso, las guerras son un mecanismo de control social demasiado valioso como para desaprovecharlo, por lo que, a pesar de la llegada de un Gobierno Mundial, éstas continuarán produciéndose, aunque sea de un modo totalmente ficticio. Cuando el Gobierno Mundial se haya instaurado de facto, se desatará una falsa guerra interplanetaria que servirá para encauzar las pulsiones sádicas propias del hombre civilizado en defensa del Nuevo Orden [3].
El que importantes medios de comunicación rusos (o aliados de Rusia) den cabida a opiniones de analistas disidentes, que incluso llegan a revelar todo este proyecto globalista del Nuevo Orden Mundial, tiene como objetivo fagocitar a dichos analistas, integrarlos en toda esta perversa maquinaria, de tal modo que, a pesar de lo subversivo de su información, ésta sólo sirva para "alimentar a la bestia", al reforzar con su activismo la careta de Rusia. El error de estos analistas es el de haberse dejado seducir por este juego de falsas polaridades: buscando una salida fácil, creyeron ver en Rusia un opositor al Gobierno Mundial, cuando en realidad sólo es otro títere más del mismo. Hace tiempo que el mundo fue conquistado en su totalidad; todo lo que sucede a nuestro alrededor sólo son técnicas científicas de gestión social para que la cosa no se les vaya de las manos.
Notas:
[1] Habitualmente son entrevistados en Rusia Today representantes de organizaciones de raíces globalistas como WikiLeaks, ATTAC o Podemos para dar opinión de autoridad sobre determinados temas. El canal de noticias en español HispanTV, de uno de los mayores aliados de Rusia, Irán, es otro gran difusor del mensaje globalista de los chicos de Soros.
[2] En una reciente entrevista realizada por la colaboradora de Rusia Today, Eva Golinguer, al presidente de Ecuador, Rafael Correa, ambos llegaron a la conclusión de que lo mejor para el mundo era que Hillary ganara las elecciones. Curiosamente, el partido demócrata es el mayor abanderado de los valores del Nuevo Orden Mundial en EEUU: feminismo, homosexualismo, transhumanismo (manipulación genética y control cibernético de la vida humana), globalismo (multiculturalismo homogeneizador), etc...
[3] Para comprender un poco mejor cómo el Poder utiliza las pulsiones sádicas (producto de la represión inherente al proceso civilizatorio) de los seres humanos en beneficio propio, recomiendo las investigaciones de Pedro Bustamante sobre lo que el denomina "El Hollycapitalismo y la Máquina Hierogámico-sacrificial". Las procesiones de Semana Santa, la retransmisión de todo tipo de catástrofes en los telediarios o los programas de telerrealidad en los que los concursantes sufren mil y una penalidades son algunos de los métodos usados por el Poder para encauzar el sadismo propio del hombre civilizado y conseguir así un cierto grado de orden en el caos.
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