EL PRESIDENTE MAURICIO MACRI Y LAS MAFIAS (Por Horacio Verbitsky)
El
pasado lunes, el presidente Mauricio Macrì firmó con los sindicatos de
trabajadores de la construcción y de obras sanitarias y con la cámara
patronal de empresas constructoras un denominado Acuerdo Federal, que en
realidad es una carta de intenciones.
EL ABUELO DEL PRESIDENTE HIZO FORTUNA EN SIDERNO (REGGIO-CALABRIA) GRACIAS A LA MAFIA
Incluye
capacitación para prevenir accidentes laborales, modificaciones legales
que incentiven la construcción de viviendas para alquiler si el
Congreso las aprueba, desgravaciones impositivas si los gobiernos
provinciales y los bancos adhieren, créditos del Banco Nación a tasas y
plazos que deberían ser atractivos, reducción de los precios de venta de
inmuebles para sectores medios, si las empresas lo disponen.
Anunciado
luego de la movilización a favor del gobierno del sábado 1º y en la
semana del primer paro general de la CGT, ese catálogo de propósitos
edificantes intentó mostrar un gobierno activo que mantiene abiertos los
puentes con los representantes de los trabajadores.
Por eso
desconcertó a propios y extraños que Macrì eligiera esa ocasión para
emitir un ígneo discurso antisindical, frente a los oficialistas
seriales Gerardo Martínez, José Luis Lingeri y Andrés Rodríguez, los
dirigentes más dispuestos a conciliar con el Estado, cualquiera sea su
gobierno.
Aún eufórico por el acto del 1º de abril, contó que un
cartel decía que “voté a Macrì porque no quiero más mafias” y prometió
luchar contra los “comportamientos mafiosos, que están en los
sindicatos, las empresas, la política, la Justicia. No podemos aceptar
que nadie se crea el dueño de este país y con el derecho a poner palos
en la rueda sistemáticamente. Voy a dar esa batalla y le vamos a sacar
el poder a cada uno de esos mafiosos”.
Al día siguiente reunió a
sus ministros y se preocupó por que trascendieran las palabras que les
dirigió, a propósito del paro de la CGT que no podía impedir y que se
concretó el jueves: “O los mafiosos van presos o nos voltean”.
Esta
deliberada reiteración presidencial recuerda la primera denuncia contra
las mafias de Domingo Cavallo, dos meses antes de la elección
presidencial de 1995, es decir el mismo uso proselitista que le da hoy
Macrì: presentarse como el bien en lucha mortal contra el mal.
Teología
Política I. Pero también hace pensar en una nota publicada en este
diario hace un mes y medio. No tuvo la repercusión que merecía, acaso
porque su título no permitía atisbar de qué trataba, tenía la prosa
ascéptica de la academia y su fina ironía pasó inadvertida para el
apurado lector de diarios. “Andragathos”, es el título.
El texto
explica que esa palabra proviene del grecoitaliano usado en Calabria y
está constituida por andrós –hombre– y agathòs –bello y bueno– entendido
como valeroso o corajudo.
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