por Katehon
– La geopolítica interna de la Iglesia Católica hoy se guía por la
interpretación de las profecías escatológicas de los mensajes San
Malaquías y Fatima. De acuerdo con la famosa profecía de los Papas
atribuida a San Malaquías – el santo del siglo XII de Irlanda – el Papa
actual es el último. Se dice también que Roma será destruida, y se
iniciará la persecución contra los cristianos.
El mismo mensaje presenta la tercera parte del “secreto” de Fátima,
donde se describe la visión del Obispo (Papa), los sacerdotes y mucha
gente común convertidos en mártires y la ciudad siendo destruida.
Estas visiones apocalípticas son abrazadas por muchos católicos, especialmente los conservadores, que ven en el aumento del terrorismo islámico, la supresión de los cristianos en el Medio Oriente, y la victoria de una forma de vida anti-cristiana en el mundo occidental, los signos de la venida del fin del mundo. Sin embargo, la escatología en la percepción cristiana tiene una dimensión positiva. Es la segunda venida de Cristo, precedida por la evangelización de la humanidad.
Juan Papa Pablo II estuvo fuertemente influenciado por los milagros de Fátima y fue atraído por la escatología mariana. Abrazó la idea de consagrar todo el mundo a la Santísima Virgen para cumplir la misión de la evangelización final de la humanidad. Este proceso de globalización católica fue una estrategia muy suave. El catolicismo no fue impuesto, sino sugerido. Para cumplir esta misión, el papado tenía que seguir modificando la actitud tradicional hacia otras religiones (el judaísmo, el budismo, los cultos paganos), y las prácticas litúrgicas en el espíritu del Vaticano II. Esto condujo a algunas crisis internas en el catolicismo en el mundo occidental, así como el aseguramiento de su posición en otras partes del planeta. El mundo de la geopolítica católica se ha dividido en diferentes zonas, donde los objetivos de Roma van desde la simple supervivencia hasta alcanzar el predominio.
1. Espacio europeo.
Todas las posiciones de la Iglesia están casi perdidas. Europa en la actualidad es secular, masónica y es conducida al relativismo social absoluto. La Fe cristiana sigue siendo una parte de la identidad en la parte sur del continente en Italia, España y Portugal, y en Polonia, pero la verdadera Fe y la religiosidad se convierten en marginales.
2. Espacio de América del Norte.
En esta parte del globo las posiciones de la Iglesia romana son las mismos que en Europa, con dos excepciones importantes. La primera es su fuerte rival – el protestantismo estadounidense-, la segunda, la creciente población hispana de los EE.UU.. Son una especie de bastión para el catolicismo y será su principal base de apoyo en el continente.
3. Iberoamérica.
Es un núcleo de la geopolítica católica hoy. El Papa, siendo de Argentina, es un claro signo de ello. Iberoamérica es una región en la que la posición de la Iglesia en los corazones de la gente es muy fuerte. En la región, la Iglesia institucional tiene un poder institucional como en ninguna otra. Sin embargo, en esta zona, la Iglesia tiene que responder al crecimiento del protestantismo y a la presión de las fuerzas de izquierda y liberales, tanto en los gobiernos como en las calles, donde los activistas LGBT intentan atacar las iglesias.
4. Oriente Medio y el Norte de África.
Hoy en día este gran espacio se encuentra bajo el control total del islam. Los cristianos son eliminados y se extinguen en todos los países en esta área. Hoy, esta tierra da sólo mártires.
5. África negra.
Este es un campo de batalla donde el catolicismo y el protestantismo, en una alianza táctica con el animismo, libran una guerra contra el islam, que trata de establecer su predominio en el este, oeste y parte central del continente. Un claro ejemplo del islam radical negro africano son las bandas terroristas de Boko Haram. Otro reto para el catolicismo en el continente negro son los militantes sectarios y para-cristianos, como el Ejército de Resistencia del Señor en África Central.
6. Sur y Este de Asia y el Pacífico.
Este espacio representa una gran esperanza para la Iglesia de Roma. Es un espacio donde las creencias tradicionales están perdiendo terreno frente al cristianismo. El problema es que, debido al proceso de evangelización, los líderes son protestantes. Sin embargo, la actividad de las misiones católicas es aún considerable.
7. Espacio euroasiático.
Esta es la zona donde la Iglesia Ortodoxa guarda todas sus posiciones. Ella se ve reforzada por una estrecha colaboración con el núcleo político del espacio: Moscú. La estrategia proselitista impulsada por Moscú hace que la Iglesia católica no tenga ninguna posibilidad de ganar allí. En los países musulmanes, el islam secular impide la expansión del catolicismo. El único éxito relativo en esta zona se encuentra en el oeste de Ucrania, donde los uniatas (orientales católicos de Rito Romano) tradicionalmente tienen cierta popularidad.
Resumiendo todos los problemas a los que la Iglesia de Roma se enfrenta hoy en día en las diferentes partes del mundo, hay dos formas de abordarlos. La primera es continuar en la batalla por el dominio del mundo, insistiendo en la primacía del catolicismo en lugar de otra denominaciones cristianas. Esto sólo agravará las posiciones del cristianismo frente al secularismo y otras religiones. El cristianismo se convertirá en la Fe de una minoría y la misión escatológica de la evangelización que está impulsando el proselitismo católico no se cumplirá. La segunda forma es abrazar una visión pan-cristiana más ecuménica, que puede ser mucho más fácil frente a la islamización agresiva y la más insidiosa secularización. La Iglesia Católica debe cambiar su estrategia hacia otros cristianos, si quiere salvar el cristianismo.
(Traducción: Página Transversal).
Fuente: Katehon.
Estas visiones apocalípticas son abrazadas por muchos católicos, especialmente los conservadores, que ven en el aumento del terrorismo islámico, la supresión de los cristianos en el Medio Oriente, y la victoria de una forma de vida anti-cristiana en el mundo occidental, los signos de la venida del fin del mundo. Sin embargo, la escatología en la percepción cristiana tiene una dimensión positiva. Es la segunda venida de Cristo, precedida por la evangelización de la humanidad.
Juan Papa Pablo II estuvo fuertemente influenciado por los milagros de Fátima y fue atraído por la escatología mariana. Abrazó la idea de consagrar todo el mundo a la Santísima Virgen para cumplir la misión de la evangelización final de la humanidad. Este proceso de globalización católica fue una estrategia muy suave. El catolicismo no fue impuesto, sino sugerido. Para cumplir esta misión, el papado tenía que seguir modificando la actitud tradicional hacia otras religiones (el judaísmo, el budismo, los cultos paganos), y las prácticas litúrgicas en el espíritu del Vaticano II. Esto condujo a algunas crisis internas en el catolicismo en el mundo occidental, así como el aseguramiento de su posición en otras partes del planeta. El mundo de la geopolítica católica se ha dividido en diferentes zonas, donde los objetivos de Roma van desde la simple supervivencia hasta alcanzar el predominio.
1. Espacio europeo.
Todas las posiciones de la Iglesia están casi perdidas. Europa en la actualidad es secular, masónica y es conducida al relativismo social absoluto. La Fe cristiana sigue siendo una parte de la identidad en la parte sur del continente en Italia, España y Portugal, y en Polonia, pero la verdadera Fe y la religiosidad se convierten en marginales.
2. Espacio de América del Norte.
En esta parte del globo las posiciones de la Iglesia romana son las mismos que en Europa, con dos excepciones importantes. La primera es su fuerte rival – el protestantismo estadounidense-, la segunda, la creciente población hispana de los EE.UU.. Son una especie de bastión para el catolicismo y será su principal base de apoyo en el continente.
3. Iberoamérica.
Es un núcleo de la geopolítica católica hoy. El Papa, siendo de Argentina, es un claro signo de ello. Iberoamérica es una región en la que la posición de la Iglesia en los corazones de la gente es muy fuerte. En la región, la Iglesia institucional tiene un poder institucional como en ninguna otra. Sin embargo, en esta zona, la Iglesia tiene que responder al crecimiento del protestantismo y a la presión de las fuerzas de izquierda y liberales, tanto en los gobiernos como en las calles, donde los activistas LGBT intentan atacar las iglesias.
4. Oriente Medio y el Norte de África.
Hoy en día este gran espacio se encuentra bajo el control total del islam. Los cristianos son eliminados y se extinguen en todos los países en esta área. Hoy, esta tierra da sólo mártires.
5. África negra.
Este es un campo de batalla donde el catolicismo y el protestantismo, en una alianza táctica con el animismo, libran una guerra contra el islam, que trata de establecer su predominio en el este, oeste y parte central del continente. Un claro ejemplo del islam radical negro africano son las bandas terroristas de Boko Haram. Otro reto para el catolicismo en el continente negro son los militantes sectarios y para-cristianos, como el Ejército de Resistencia del Señor en África Central.
6. Sur y Este de Asia y el Pacífico.
Este espacio representa una gran esperanza para la Iglesia de Roma. Es un espacio donde las creencias tradicionales están perdiendo terreno frente al cristianismo. El problema es que, debido al proceso de evangelización, los líderes son protestantes. Sin embargo, la actividad de las misiones católicas es aún considerable.
7. Espacio euroasiático.
Esta es la zona donde la Iglesia Ortodoxa guarda todas sus posiciones. Ella se ve reforzada por una estrecha colaboración con el núcleo político del espacio: Moscú. La estrategia proselitista impulsada por Moscú hace que la Iglesia católica no tenga ninguna posibilidad de ganar allí. En los países musulmanes, el islam secular impide la expansión del catolicismo. El único éxito relativo en esta zona se encuentra en el oeste de Ucrania, donde los uniatas (orientales católicos de Rito Romano) tradicionalmente tienen cierta popularidad.
Resumiendo todos los problemas a los que la Iglesia de Roma se enfrenta hoy en día en las diferentes partes del mundo, hay dos formas de abordarlos. La primera es continuar en la batalla por el dominio del mundo, insistiendo en la primacía del catolicismo en lugar de otra denominaciones cristianas. Esto sólo agravará las posiciones del cristianismo frente al secularismo y otras religiones. El cristianismo se convertirá en la Fe de una minoría y la misión escatológica de la evangelización que está impulsando el proselitismo católico no se cumplirá. La segunda forma es abrazar una visión pan-cristiana más ecuménica, que puede ser mucho más fácil frente a la islamización agresiva y la más insidiosa secularización. La Iglesia Católica debe cambiar su estrategia hacia otros cristianos, si quiere salvar el cristianismo.
(Traducción: Página Transversal).
Fuente: Katehon.
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