El presidente
estadounidense Donald Trump anunció este lunes la nueva estrategia de
guerra de su país con respecto a Afganistán y el sur de Asia.
Según medios locales, el mandatario habría firmado un plan que incluye enviar cuatro mil efectivos militares a Afganistán para frenar el avance de grupos extremistas.
Con más de 16 años en actividad, la guerra de Afganistán es la más larga en la historia de Estados Unidos. Son varias las causas que motivan a que el país norteamericano forme parte de un conflicto que le ha generado un gasto de más de 700.000 millones de dólares en 16 años.
Recursos energéticos
Un informe publicado en diciembre de 2000 por el organismo de estadística del Departamento de Energía de Estados Unidos (que luego fue retirado), muestra a Afganistán como un país con escasos recursos energéticos.
Sin embargo, desde la ocupación en 2001, los países de la OTAN han perforado, sólo en la cuenca del Amu Daria, 322 pozos, donde se estima que hay entre 500 y dos mil millones de barriles de crudo.
A través de los años de trabajo, los geólogos han determinado que Afganistán tiene grandes reservas de cobre, oro, mineral de hierro, cromo, gas natural, petróleo y piedras preciosas y semipreciosas.
Utilización de las armas
El armamento militar representa un gran problema para las naciones al no ser implementadas, ya que el avance de la tecnología genera la creación de nuevas armas constantemente. Constantemente, la industria militar tiene que sacar al mercado el armamento que le sobra para probar armas más potentes.
Donald Trump multiplicó los gastos militares para descongestionar la enorme cantidad de armas que tienen en su arsenal sin utilizar, lo que representa una parte esencial de la economía norteamericana.
Ese aspecto justificaría la mayor parte de las campañas de Estados Unidos en el Medio Oriente.
Ubicación estratégica e instalación de bases militares
Afganistán está ubicado en el corazón del continente asiático, en una posición estratégica que permite a quien controle el país monitorear de cerca todas las potencias nucleares de la región: China, Rusia, India y Pakistán. También facilita completar el cerco de Irán, país que en caso de guerra con Estados Unidos, se enfrentaría a un ataque por dos frentes: Iraq y Afganistán.
Sin embargo, según muchos analistas militares, la voluntad estadounidense de controlar Afganistán debe leerse, sobre todo, en clave de contraposición a China, considerada por el Pentágono como una gran amenaza potencial a la hegemonía militar y económica mundial de Estados Unidos, no sólo en Asia, sino también en el Oriente Próximo, África y América Latina.
Una amenaza que se hizo más real después de la creación de la alianza político-militar liderada por China: la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que reúne a China, Rusia, las repúblicas de Asia Central, India y Pakistán. Y que, en el futuro, dada su integración gradual con la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza político-militar podría extender su influencia hasta Europa oriental (Bielorrusia) y el Cáucaso (Armenia), convirtiéndose en una alianza contrapuesta a la OTAN, que lidera Estados Unidos.
La importancia geoestratégica de Afganistán es innegable y ha desempeñado ciertamente un papel importante en la decisión de Estados Unidos de ocupar el país y establecer bases militares permanentes.
Videos relacionados
Según medios locales, el mandatario habría firmado un plan que incluye enviar cuatro mil efectivos militares a Afganistán para frenar el avance de grupos extremistas.
Con más de 16 años en actividad, la guerra de Afganistán es la más larga en la historia de Estados Unidos. Son varias las causas que motivan a que el país norteamericano forme parte de un conflicto que le ha generado un gasto de más de 700.000 millones de dólares en 16 años.
Recursos energéticos
Un informe publicado en diciembre de 2000 por el organismo de estadística del Departamento de Energía de Estados Unidos (que luego fue retirado), muestra a Afganistán como un país con escasos recursos energéticos.
Sin embargo, desde la ocupación en 2001, los países de la OTAN han perforado, sólo en la cuenca del Amu Daria, 322 pozos, donde se estima que hay entre 500 y dos mil millones de barriles de crudo.
A través de los años de trabajo, los geólogos han determinado que Afganistán tiene grandes reservas de cobre, oro, mineral de hierro, cromo, gas natural, petróleo y piedras preciosas y semipreciosas.
Utilización de las armas
El armamento militar representa un gran problema para las naciones al no ser implementadas, ya que el avance de la tecnología genera la creación de nuevas armas constantemente. Constantemente, la industria militar tiene que sacar al mercado el armamento que le sobra para probar armas más potentes.
Donald Trump multiplicó los gastos militares para descongestionar la enorme cantidad de armas que tienen en su arsenal sin utilizar, lo que representa una parte esencial de la economía norteamericana.
Ese aspecto justificaría la mayor parte de las campañas de Estados Unidos en el Medio Oriente.
Ubicación estratégica e instalación de bases militares
Afganistán está ubicado en el corazón del continente asiático, en una posición estratégica que permite a quien controle el país monitorear de cerca todas las potencias nucleares de la región: China, Rusia, India y Pakistán. También facilita completar el cerco de Irán, país que en caso de guerra con Estados Unidos, se enfrentaría a un ataque por dos frentes: Iraq y Afganistán.
Sin embargo, según muchos analistas militares, la voluntad estadounidense de controlar Afganistán debe leerse, sobre todo, en clave de contraposición a China, considerada por el Pentágono como una gran amenaza potencial a la hegemonía militar y económica mundial de Estados Unidos, no sólo en Asia, sino también en el Oriente Próximo, África y América Latina.
Una amenaza que se hizo más real después de la creación de la alianza político-militar liderada por China: la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que reúne a China, Rusia, las repúblicas de Asia Central, India y Pakistán. Y que, en el futuro, dada su integración gradual con la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza político-militar podría extender su influencia hasta Europa oriental (Bielorrusia) y el Cáucaso (Armenia), convirtiéndose en una alianza contrapuesta a la OTAN, que lidera Estados Unidos.
La importancia geoestratégica de Afganistán es innegable y ha desempeñado ciertamente un papel importante en la decisión de Estados Unidos de ocupar el país y establecer bases militares permanentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario