El enemigo más grande del ejército ruso (y su no América)
http://nationalinterest.org/blog/the-buzz/the-russian-militarys-greatest-enemy-its-not-america-22223
Desde hace varios años, Moscú ha estado difundiendo su desarrollo de
sofisticados sistemas de armas de última generación que finalmente ponen
en duda la superioridad de las contrapartes occidentales. Y gran parte del nuevo hardware parece tener preocupados a los militares de la OTAN.
Si crees que los medios de comunicación estatales rusos, hordas de nuevas super armas están a la vuelta de la esquina, siempre a pocos años de ser operativo. Entonces la realidad -en forma de presupuestos de defensa- se establece.
El nuevo tanque T-14 Armata fue presentado a gran fanfarria en 2015 con nuevas características prometedoras incluyendo una torreta sin tripulación, una densa armadura multicapa, una pistola principal de 125mm más potente y un revolucionario sistema de protección activa . Y cualquier número de artículos le informará que 2.300 T-14 se construiría para el año 2020, por lo que los petroleros de la OTAN tenga cuidado!
Sin embargo, el análisis británico de la defensa estimó que era poco probable que Rusia produjera más de 120 T-14 por año. De hecho, esa estimación resultó demasiado generosa. En agosto de 2017, el viceministro de Defensa anunció que se producirían 100 T-14 para el año 2020. Por lo tanto, el anuncio inicial fue un poco más de 23.
También está el T-15 Heavy Infantry Fighting Vehicle (IFV) basado en el chasis de Armata, que potencialmente se convertiría en el vehículo blindado de transporte de personal más bien protegido en servicio.
Pero un pequeño detalle, hasta ahora, ninguno se ha ordenado para la producción.
¿Qué pasa con el PAK-FA T-50 Stealth Fighter, ahora designado el Su-57? Este avión furtivo supermaneuverable prometió traer a la fuerza aérea rusa (VVS) un combatiente mortal de quinta generación de la superioridad del aire - y está programado para la entrega en 2018 o 2019 .
Específicamente, doce de ellos serán entregados. La tecnología para un PAK FA totalmente capaz simplemente no estará lista hasta que los satélites de Saturno de los años 2020 una vez actualizados estén listos. Los aviones que entran en servicio se conformarán con motores AL-41 inferiores que producen empuje insuficiente.
Una docena de luchadores furtivos no cambiarán la corriente en una guerra aérea con la OTAN, aunque podrían tener sus usos, tal vez sirviendo como sicarios furtivos dirigidos a buques tanques vulnerables y aviones de apoyo AWACS. Por otra parte, el Su-57 no es ideal para las incursiones de penetración profunda sobre el territorio hostil porque su aspecto trasero no es especialmente furtivo.
Estos proyectos, al menos, darán como resultado la producción de hardware real que entrará en servicio en pocos años, aunque en números demasiado pequeños para realmente afectar el equilibrio militar. Pero luego hay un montón de otros programas que, a pesar de la jactancia extravagante en los puntos de venta internacionales, hasta ahora existen como prototipos o incluso sólo los documentos de diseño y esquemas.
Por ejemplo, tome los planes para lanzar enormes destructores nucleares de clase Lider a mediados de la década de 2020, que harían salir a gran escala incluso a los grandes cruceros de la clase Ticonderoga en el servicio de la Marina de los Estados Unidos.
Pero este mayo, se reveló que los mega-destructores no están incluso presupuestados en los planes de defensa 2018-2025. Pero para que no pierdas la fe, en junio un almirante ruso anunció que de todos modos los destructores nucleares no financiados seguirán ocurriendo . También prometió un nuevo operador, otro elemento que nadie espera que se materialice realmente en la próxima década porque el Ministerio de Defensa ruso ha mostrado hasta ahora poco interés en uno nuevo.
Luego está el sistema de misiles tierra-aire Prometheus S-500 , que en el papel equivale a un SAM S-400 evolucionado armado con nuevos misiles hipersónicos 776 N de alto vuelo para servir en el papel de misiles antibalísticos. En desarrollo desde 2009, el Prometeo iba a entrar en servicio en 2016 o 2017 .
Avance rápido hacia este julio de 2017, cuando un nuevo informe del Ministerio de Defensa anunció que S-500 estaba "dentro del calendario", con "algunos elementos" del sistema sometido actualmente a pruebas y los primeros sistemas programados para entrega a las unidades de defensa aérea en 2020 .
Y hay innumerables proyectos adicionales incluyendo el bombardero furtivo Pak DA, los bombarderos Tu-160M2 Blackjack enormes y un supuestamente hipersónico MiG-41 con capacidad de vuelo espacial para reemplazar al interceptor Foxhound MiG-31 . Estos pueden ser contados además de programas nuevos, útiles, aunque menos espaciales, para actualizar sus tanques T-90 con tecnología T-14 , y producir nuevos Boomerang y Kurganets portadores de tropas blindadas y vehículos de combate aerotransportado BMD-4M .
Hablando de un buen juego
Rusia está desarrollando esta proliferación de diferentes armas en un presupuesto de defensa que asciende a sólo 2,84 billones de rublos, lo que equivale a unos 50.000 millones de dólares, aunque algunas cifras sitúan el total en más de 60.000 millones de dólares. Ese presupuesto se ha reducido entre 3 y 7 por ciento durante varios años consecutivos debido a la caída de los precios del petróleo y las sanciones establecidas debido a la incautación de Rusia de Crimea de Ucrania. En comparación, el presupuesto militar de los Estados Unidos asciende a unos 580.000 millones de dólares en 2017, mientras que el de China ronda los 200.000 millones de dólares.
Si un gran número de tanques de alta tecnología y los aviones de reacción no parecen sumar con un presupuesto de defensa de contratación, eso es porque ... no lo hacen. De los nuevos sistemas que lo hacen en la producción, muchos están siendo ordenados en cantidades de boutique.
Pero Moscú se enorgullece de presumir que pronto poseerá hordas de armas avanzadas para mejorar la percepción de su poder militar en el país y el extranjero, incluso si muchos de estos sistemas están lejos de estar preparados para la producción en masa o nunca se producirán en absoluto. Además, los medios de comunicación estatales pueden servir básicamente como agencias de publicidad para la venta de armas extranjeras, que son una importante fuente de ingresos.
Por supuesto, la prensa occidental también puede ser acusada de soplar su hardware militar doméstico, y los programas de armas del Pentágono, como el F-35 Lightning, han superado el presupuesto, han sufrido grandes retrasos y han visto reducciones en el número y las capacidades planificadas.
Pero hay una diferencia importante. La prensa estadounidense y europea está dispuesta a desgarrar y debatir polémicos programas como el F-35, el ascensor vertical V-22 Osprey y el buque de combate del litoral. Cuando se retrasan, no cumplen o van mucho más allá del presupuesto -y lo hacen con frecuencia- suelen suscitar quejas y gritos por rendición de cuentas, y no por una modesta revisión de hechos previamente establecidos.
Amenazas de hoy, no de mañana
El foco excesivo en la tecnología militar futura desvía la atención de las fuerzas actuales y de cercano plazo de los militares rusos. Para empezar, Moscú ha demostrado ser un practicante capaz de nuevas formas de cyber y la llamada guerra híbrida. El dinero invertido en grupos de hacking como Fancy Bear y almacenes llenos de trolls de Internet pagados seguramente han hecho más para desestabilizar Europa y los Estados Unidos que algunos nuevos jets y tanques de sigilo. Del mismo modo, los medios de comunicación pro-rusos -tanto de órganos oficiales como Rusia Today, como también proxies- han sido armados para difundir propaganda sobre las redes sociales haciendo hincapié en la debilidad de las sociedades occidentales y la fuerza de Rusia-empleando mensajes mixtos ya menudo contradictorios diseñados para atraer tanto a las ideologías de izquierda como de derecha.
Estas nuevas tecnologías y tácticas "blandas" siguen en las aplicaciones de campo de batalla, incluyendo variedades de drones y sistemas de guerra electrónica diseñados para interrumpir las redes de comunicación y los sensores occidentales. Tales sistemas se pueden producir y dirigir más rápidamente y más barato que los nuevos tanques y los combatientes de jet. Las operaciones militares rusas en Ucrania y Siria ya han demostrado cómo éstas se aplicarán como multiplicadores de la fuerza.
El ejército ruso también está haciendo muy bien con varios tipos de misiles . Olvídese de la S-500, el sistema S-400 SAM ya plantea un reto importante para los luchadores contemporáneos de cuarta generación. El misil balístico Iskander podría golpear las capitales europeas desde el enclave ruso en Kaliningrado. El misil Kaliber de crucero es un combate probado como equivalente Tomahawk, y viene en una variante mortal anti-barco que la Marina de Guerra de Rusia ha instalado en pequeñas naves corveta de tamaño, dándoles armamento más pesado que cualquier cosa en la marina de guerra estadounidense fragata tamaño Littoral Buques de Combate. Y, por supuesto, el arsenal de misiles balísticos nucleares de Rusia sigue siendo la preocupación subyacente en cualquier enfrentamiento con Moscú, independientemente de sus fuerzas convencionales.
Además, las fuerzas armadas rusas han sido objeto de reformas para convertirse en una fuerza más pequeña y eficiente, sobre todo después de una mala actuación en la guerra ruso-georgiana de 2008. Las horas de entrenamiento para pilotos de caza y tácticas empleadas por las fuerzas terrestres de primera línea han mejorado desde su punto más bajo en la década de 1990 y la embarazosa primera guerra de Chechenia.
No obstante, el 70 por ciento del personal permanece reclutas que cumplen un período de servicio de doce meses, aproximadamente la mitad de los cuales se dedica a capacitarse para lograr la competencia básica. Esto significa que mientras el ejército ruso organiza unidades de élite bien entrenadas para operaciones especiales, la mayor parte de su base sigue funcionando por debajo de los estándares de las fuerzas voluntarias profesionales occidentales.
Mientras tanto, las inversiones en numerosos programas de armas de próxima generación sugieren que Moscú está más interesada en desarrollar nuevas tecnologías para mañana que en la actualidad, sin comprometerse con la producción a gran escala para reemplazar su enorme arsenal de tanques y aviones de la Guerra Fría. Esto podría explicar por qué aparentemente hay más de media docena de aviones de combate actualmente en desarrollo o en producción a escala limitada, y tres o cuatro nuevas familias de APCs programadas para el despliegue, aunque comparten la misma torreta en común. El establishment de defensa ruso parece preferir diversificar sus opciones en lugar de concentrarse en maximizar la producción a corto plazo.
Esas tecnologías eventualmente llegarán a buen término en algún momento de la próxima década, si Moscú tiene más dinero disponible y capacidad industrial y siente la necesidad urgente de aumentar la producción. En respuesta, esos nuevos sistemas pueden merecer algún ajuste modesto de los puestos de meta para la próxima generación de tecnología militar occidental. Pero cien tanques con torres no tripuladas y doce luchadores furtivos no alterarán el equilibrio militar en el corto plazo, y los observadores no deben permitir que el bombo patrocinado por el estado logre su propósito al hacerles sobrestimar las capacidades militares convencionales de Rusia.
Sébastien Roblin tiene una Maestría en Resolución de Conflictos de la Universidad de Georgetown y sirvió como instructor universitario para el Cuerpo de Paz en China. También ha trabajado en educación, edición y reasentamiento de refugiados en Francia y Estados Unidos. Actualmente escribe sobre seguridad e historia militar para War Is Boring .
El avión de combate ruso de Sukhoi T-50 PAK-FA aterriza después de un vuelo de demostración en el salón internacional de la aviación y del espacio de MAKS en Zhukovsky fuera de Moscú 27 de agosto de 2013. Los fabricantes de aviones superiores del mundo, , estarán vendiendo sus mercancías en el mosquito de MAKS de Moscú esta semana con la esperanza de ganar un pedazo grande de ese mercado multimillonario. REUTERS / Maxim Shemetov
Si crees que los medios de comunicación estatales rusos, hordas de nuevas super armas están a la vuelta de la esquina, siempre a pocos años de ser operativo. Entonces la realidad -en forma de presupuestos de defensa- se establece.
El nuevo tanque T-14 Armata fue presentado a gran fanfarria en 2015 con nuevas características prometedoras incluyendo una torreta sin tripulación, una densa armadura multicapa, una pistola principal de 125mm más potente y un revolucionario sistema de protección activa . Y cualquier número de artículos le informará que 2.300 T-14 se construiría para el año 2020, por lo que los petroleros de la OTAN tenga cuidado!
Sin embargo, el análisis británico de la defensa estimó que era poco probable que Rusia produjera más de 120 T-14 por año. De hecho, esa estimación resultó demasiado generosa. En agosto de 2017, el viceministro de Defensa anunció que se producirían 100 T-14 para el año 2020. Por lo tanto, el anuncio inicial fue un poco más de 23.
También está el T-15 Heavy Infantry Fighting Vehicle (IFV) basado en el chasis de Armata, que potencialmente se convertiría en el vehículo blindado de transporte de personal más bien protegido en servicio.
Pero un pequeño detalle, hasta ahora, ninguno se ha ordenado para la producción.
¿Qué pasa con el PAK-FA T-50 Stealth Fighter, ahora designado el Su-57? Este avión furtivo supermaneuverable prometió traer a la fuerza aérea rusa (VVS) un combatiente mortal de quinta generación de la superioridad del aire - y está programado para la entrega en 2018 o 2019 .
Específicamente, doce de ellos serán entregados. La tecnología para un PAK FA totalmente capaz simplemente no estará lista hasta que los satélites de Saturno de los años 2020 una vez actualizados estén listos. Los aviones que entran en servicio se conformarán con motores AL-41 inferiores que producen empuje insuficiente.
Una docena de luchadores furtivos no cambiarán la corriente en una guerra aérea con la OTAN, aunque podrían tener sus usos, tal vez sirviendo como sicarios furtivos dirigidos a buques tanques vulnerables y aviones de apoyo AWACS. Por otra parte, el Su-57 no es ideal para las incursiones de penetración profunda sobre el territorio hostil porque su aspecto trasero no es especialmente furtivo.
Estos proyectos, al menos, darán como resultado la producción de hardware real que entrará en servicio en pocos años, aunque en números demasiado pequeños para realmente afectar el equilibrio militar. Pero luego hay un montón de otros programas que, a pesar de la jactancia extravagante en los puntos de venta internacionales, hasta ahora existen como prototipos o incluso sólo los documentos de diseño y esquemas.
Por ejemplo, tome los planes para lanzar enormes destructores nucleares de clase Lider a mediados de la década de 2020, que harían salir a gran escala incluso a los grandes cruceros de la clase Ticonderoga en el servicio de la Marina de los Estados Unidos.
Pero este mayo, se reveló que los mega-destructores no están incluso presupuestados en los planes de defensa 2018-2025. Pero para que no pierdas la fe, en junio un almirante ruso anunció que de todos modos los destructores nucleares no financiados seguirán ocurriendo . También prometió un nuevo operador, otro elemento que nadie espera que se materialice realmente en la próxima década porque el Ministerio de Defensa ruso ha mostrado hasta ahora poco interés en uno nuevo.
Luego está el sistema de misiles tierra-aire Prometheus S-500 , que en el papel equivale a un SAM S-400 evolucionado armado con nuevos misiles hipersónicos 776 N de alto vuelo para servir en el papel de misiles antibalísticos. En desarrollo desde 2009, el Prometeo iba a entrar en servicio en 2016 o 2017 .
Avance rápido hacia este julio de 2017, cuando un nuevo informe del Ministerio de Defensa anunció que S-500 estaba "dentro del calendario", con "algunos elementos" del sistema sometido actualmente a pruebas y los primeros sistemas programados para entrega a las unidades de defensa aérea en 2020 .
Y hay innumerables proyectos adicionales incluyendo el bombardero furtivo Pak DA, los bombarderos Tu-160M2 Blackjack enormes y un supuestamente hipersónico MiG-41 con capacidad de vuelo espacial para reemplazar al interceptor Foxhound MiG-31 . Estos pueden ser contados además de programas nuevos, útiles, aunque menos espaciales, para actualizar sus tanques T-90 con tecnología T-14 , y producir nuevos Boomerang y Kurganets portadores de tropas blindadas y vehículos de combate aerotransportado BMD-4M .
Hablando de un buen juego
Rusia está desarrollando esta proliferación de diferentes armas en un presupuesto de defensa que asciende a sólo 2,84 billones de rublos, lo que equivale a unos 50.000 millones de dólares, aunque algunas cifras sitúan el total en más de 60.000 millones de dólares. Ese presupuesto se ha reducido entre 3 y 7 por ciento durante varios años consecutivos debido a la caída de los precios del petróleo y las sanciones establecidas debido a la incautación de Rusia de Crimea de Ucrania. En comparación, el presupuesto militar de los Estados Unidos asciende a unos 580.000 millones de dólares en 2017, mientras que el de China ronda los 200.000 millones de dólares.
Si un gran número de tanques de alta tecnología y los aviones de reacción no parecen sumar con un presupuesto de defensa de contratación, eso es porque ... no lo hacen. De los nuevos sistemas que lo hacen en la producción, muchos están siendo ordenados en cantidades de boutique.
Pero Moscú se enorgullece de presumir que pronto poseerá hordas de armas avanzadas para mejorar la percepción de su poder militar en el país y el extranjero, incluso si muchos de estos sistemas están lejos de estar preparados para la producción en masa o nunca se producirán en absoluto. Además, los medios de comunicación estatales pueden servir básicamente como agencias de publicidad para la venta de armas extranjeras, que son una importante fuente de ingresos.
Por supuesto, la prensa occidental también puede ser acusada de soplar su hardware militar doméstico, y los programas de armas del Pentágono, como el F-35 Lightning, han superado el presupuesto, han sufrido grandes retrasos y han visto reducciones en el número y las capacidades planificadas.
Pero hay una diferencia importante. La prensa estadounidense y europea está dispuesta a desgarrar y debatir polémicos programas como el F-35, el ascensor vertical V-22 Osprey y el buque de combate del litoral. Cuando se retrasan, no cumplen o van mucho más allá del presupuesto -y lo hacen con frecuencia- suelen suscitar quejas y gritos por rendición de cuentas, y no por una modesta revisión de hechos previamente establecidos.
Amenazas de hoy, no de mañana
El foco excesivo en la tecnología militar futura desvía la atención de las fuerzas actuales y de cercano plazo de los militares rusos. Para empezar, Moscú ha demostrado ser un practicante capaz de nuevas formas de cyber y la llamada guerra híbrida. El dinero invertido en grupos de hacking como Fancy Bear y almacenes llenos de trolls de Internet pagados seguramente han hecho más para desestabilizar Europa y los Estados Unidos que algunos nuevos jets y tanques de sigilo. Del mismo modo, los medios de comunicación pro-rusos -tanto de órganos oficiales como Rusia Today, como también proxies- han sido armados para difundir propaganda sobre las redes sociales haciendo hincapié en la debilidad de las sociedades occidentales y la fuerza de Rusia-empleando mensajes mixtos ya menudo contradictorios diseñados para atraer tanto a las ideologías de izquierda como de derecha.
Estas nuevas tecnologías y tácticas "blandas" siguen en las aplicaciones de campo de batalla, incluyendo variedades de drones y sistemas de guerra electrónica diseñados para interrumpir las redes de comunicación y los sensores occidentales. Tales sistemas se pueden producir y dirigir más rápidamente y más barato que los nuevos tanques y los combatientes de jet. Las operaciones militares rusas en Ucrania y Siria ya han demostrado cómo éstas se aplicarán como multiplicadores de la fuerza.
El ejército ruso también está haciendo muy bien con varios tipos de misiles . Olvídese de la S-500, el sistema S-400 SAM ya plantea un reto importante para los luchadores contemporáneos de cuarta generación. El misil balístico Iskander podría golpear las capitales europeas desde el enclave ruso en Kaliningrado. El misil Kaliber de crucero es un combate probado como equivalente Tomahawk, y viene en una variante mortal anti-barco que la Marina de Guerra de Rusia ha instalado en pequeñas naves corveta de tamaño, dándoles armamento más pesado que cualquier cosa en la marina de guerra estadounidense fragata tamaño Littoral Buques de Combate. Y, por supuesto, el arsenal de misiles balísticos nucleares de Rusia sigue siendo la preocupación subyacente en cualquier enfrentamiento con Moscú, independientemente de sus fuerzas convencionales.
Además, las fuerzas armadas rusas han sido objeto de reformas para convertirse en una fuerza más pequeña y eficiente, sobre todo después de una mala actuación en la guerra ruso-georgiana de 2008. Las horas de entrenamiento para pilotos de caza y tácticas empleadas por las fuerzas terrestres de primera línea han mejorado desde su punto más bajo en la década de 1990 y la embarazosa primera guerra de Chechenia.
No obstante, el 70 por ciento del personal permanece reclutas que cumplen un período de servicio de doce meses, aproximadamente la mitad de los cuales se dedica a capacitarse para lograr la competencia básica. Esto significa que mientras el ejército ruso organiza unidades de élite bien entrenadas para operaciones especiales, la mayor parte de su base sigue funcionando por debajo de los estándares de las fuerzas voluntarias profesionales occidentales.
Mientras tanto, las inversiones en numerosos programas de armas de próxima generación sugieren que Moscú está más interesada en desarrollar nuevas tecnologías para mañana que en la actualidad, sin comprometerse con la producción a gran escala para reemplazar su enorme arsenal de tanques y aviones de la Guerra Fría. Esto podría explicar por qué aparentemente hay más de media docena de aviones de combate actualmente en desarrollo o en producción a escala limitada, y tres o cuatro nuevas familias de APCs programadas para el despliegue, aunque comparten la misma torreta en común. El establishment de defensa ruso parece preferir diversificar sus opciones en lugar de concentrarse en maximizar la producción a corto plazo.
Esas tecnologías eventualmente llegarán a buen término en algún momento de la próxima década, si Moscú tiene más dinero disponible y capacidad industrial y siente la necesidad urgente de aumentar la producción. En respuesta, esos nuevos sistemas pueden merecer algún ajuste modesto de los puestos de meta para la próxima generación de tecnología militar occidental. Pero cien tanques con torres no tripuladas y doce luchadores furtivos no alterarán el equilibrio militar en el corto plazo, y los observadores no deben permitir que el bombo patrocinado por el estado logre su propósito al hacerles sobrestimar las capacidades militares convencionales de Rusia.
Sébastien Roblin tiene una Maestría en Resolución de Conflictos de la Universidad de Georgetown y sirvió como instructor universitario para el Cuerpo de Paz en China. También ha trabajado en educación, edición y reasentamiento de refugiados en Francia y Estados Unidos. Actualmente escribe sobre seguridad e historia militar para War Is Boring .
El avión de combate ruso de Sukhoi T-50 PAK-FA aterriza después de un vuelo de demostración en el salón internacional de la aviación y del espacio de MAKS en Zhukovsky fuera de Moscú 27 de agosto de 2013. Los fabricantes de aviones superiores del mundo, , estarán vendiendo sus mercancías en el mosquito de MAKS de Moscú esta semana con la esperanza de ganar un pedazo grande de ese mercado multimillonario. REUTERS / Maxim Shemetov
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