miércoles, 11 de octubre de 2017

Kim Jong-un y Donald Trump, dos “locos” muy singulares.

Kim Jong-un y Donald Trump, dos “locos” muy singulares.

Breve relato de las crisis anuales en la Corea dividida.

Por Tito Andino U.


La eterna rivalidad y crisis anual de movilizaciones, maniobras bélicas, ensayos de misiles, disputas diplomáticas y ataques masivos de desinformación entre Corea del Norte, por un lado; y, los Estados Unidos/Corea del Sur, es pan de cada año. Hasta las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad suelen lanzar amenazas a Pionyang por probar misiles balísticos de corto y largo alcance. En fin, gritos y dialogo entre bastidores, es característico durante un lapso de tiempo anual.

De mucho ruido y pocas nueces se podría calificar esta especie de circo internacional. Para quien quiere hacer memoria bastará recordar que es ya  una “tradición” realizar maniobras militares conjuntas entre los EEUU y Corea del Sur, ya sea por cielo, mar o tierra, dentro del espacio territorial del último y en aguas interncionales. Esto suele ser respondido por el norte que maneja la política de tomar represalias, que no van más allá de advertir con un ataque masivo si se viola su soberanía; por lo mismo, también es usual que los norcoreanos desplieguen sus tropas, ensayen sus armas, incluidas las nucleares.

Para los medios de desinformación masiva es un titular que cada año vende mucho. Los políticos de parte y parte se insultan, se desatan las alarmas, se advierte de ataques preventivos o de una inminente guerra, naturalmente que esto suele desatar pánico en todo el mundo. 

Es una época ideal para los especuladores financieros internacionales, consiguen pingues negocios, gracias al “preludio anual” de posible “declaración” de guerra, dedicándose a jugar con la caída de las bolsas ante el forjado temor.

Por supuesto, está dentro de la lógica, que las acciones de Estados Unidos y Corea del Sur no solo buscan agotar a Corea del Norte psicológica y económicamente, la provocan, miden sus reacciones, sondean la posibilidad de llevarla a un conflicto bélico. Las amenazas provocan otras amenazas. Tanto va el agua al cántaro que al final se rompe, los norcoreanos disponen de armas nucleares y ahora el juego ha pasado a otro nivel, algún momento las cosas pudieren salirse de control.

 

Estos días están de moda dos “locos”. El presidente estadounidense Trump y el heredero norcoreano Kim Jong-un. Pero, ni el uno ni el otro están lo suficientemente fuera de sus cabales para ir a una guerra sin retorno, la histeria colectiva que se desata todos los años es previsible mantenga su acalorado ritmo.

En conclusión, a menos que alguien se vuelva literalmente loco, la escenificación que vivimos cada año se mantendrá, un corto periodo de tiempo en que se hacen buenos negocios de armas y otras ganancias implícitas desatadas por las alarmas de la política.

Por qué me parece que el orden dentro de ese caos mantendrá el statu quo vigente?. Es evidente. Tras todo el sainete, la diplomacia de verdad – no la fantástica que nos muestran los medios – trabaja sigilosamente, apartada del mundanal ruido mediático.

Decir que Kim Jong-un está perdiendo el juicio o que Trump padece de problemas mentales, es subestimar la realidad. Propios mandos de la CIA clasifican a Kim Jong-un como “un actor muy racional", muy lejos de ser el “hombre misil”, despectivo calificativo de Trump hacia su colega de “locuras”.



Evidentemente esa “chifladura” compartida también es aplicada en casa del presidente estadounidense, recientes notas de prensa dan a conocer que un grupo de 35 psiquiatras firmaron una carta alertando de los problemas mentales de Trump… Vaya usted a saber, estamos manejados por puro “locos” en el mundo… En esa consonancia, el “hombre misil” ha respondido a los Estados Unidos y sus aliados con utilizar armas nucleares.

Volviendo a las notas de prensa, la cadena rusa RT expresaba, hace pocos días, que la CIA ha contradicho a su Jefe, al parecer este organismo de inteligencia afirmó que la última persona que quiere un conflicto armado en la península coreana es Kim Jong-un, según la Agencia su principal esperanza es "gobernar por un periodo muy largo y morir en paz en su propia cama".

Yong Suk Lee, subirector adjunto de la CIA en el Centro de Misión para Corea afirmó que "Tenemos la costumbre en este país y en todas partes de menospreciar de algún modo el conservadurismo que rige en aquellos regímenes autoritarios, pero, probablemente, ese es el interruptor más importante en cualquier conflicto…si dejamos aparte la bravuconería y la retórica (Kim Jong-un) no está nada interesado en involucrarse en un conflicto directo con Estados Unidos y sus aliados". (Agencia EFE reproducido por RT. Declaraciones de Suk Lee en la conferencia 'Ética y el Oficio de la Inteligencia',  CIA - Universidad George Washington – 4 octubre 2017).

Si habrá o no una guerra en la península coreana con implicación de arsenal nuclear es meramente especulativo, la diplomacia secreta intenta evitar que los “cariñosos” epítetos de bando y bando no pasen de eso. Rusia y China también actúan con sigilo para impedir un escalamiento de tensiones. 

Mientras sea tan provechosa la “guerra de amenazas” para todas las partes implicadas, a nadie conviene una hecatombe nuclear. La política coreana de disuasión armada (nuclear) es un poderoso aliado contra las siempre latentes amenazas estadounidenses.


Continuaremos en la siguiente entrega con un análisis de Manlio Dinucci sobre las tensas relaciones intercoreanas y las repercusiones en la política internacional.

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