México entra a Transpacífico a cambio de Pemex y de papa fresca
En su afán por integrarse al Acuerdo de Asociación Transpacífico de libre comercio, el gobierno federal ha negociado abrir Pemex a la inversión privada extranjera y admitir las importaciones de papa fresca de Estados Unidos, revelan documentos del Congreso de ese país. Para México, este último compromiso, que ya concretó Felipe Calderón, entraña riesgos fitosanitarios que podrían causar pérdidas por contaminación de hasta 100 mil millones de pesos; al tiempo, para los productores estadunidenses representará ganancias por 1 mil 950 millones de pesos anuales
Previo a la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por
su sigla en inglés) para el libre comercio entre 11 países, el gobierno
federal mexicano se ha comprometido ante Estados Unidos a abrir la
industria petrolera a la inversión privada extranjera y a admitir
medidas fitosanitarias laxas para las importaciones agrícolas de ese
país, en especial de la papa fresca, revelan documentos del Congreso
estadunidense.
Los compromisos se empezaron a pactar a fines de 2011 y principios
de 2012 por funcionarios de primer nivel de los gobiernos de Felipe
Calderón Hinojosa y Barack Obama. Entre los servidores públicos
mexicanos destacan los aún secretarios Bruno Ferrari (Economía), Jordy
Herrera (Energía), Francisco Mayorga (Agricultura) y Patricia Espinosa
(Relaciones Exteriores).
Así, en el marco de las negociaciones y a días de terminar su
sexenio, el panista Calderón Hinojosa ha permitido que las importaciones
de papa fresca se extiendan a todo el país, que hasta este año habían
sido prohibidas por las plagas y enfermedades asociadas a ese producto
estadunidense. Respecto de las inversiones extranjeras en la paraestatal
Petróleos Mexicanos (Pemex), es Enrique Peña Nieto quien se ha
comprometido a permitirlas una vez que asuma la Presidencia de la
República.
Del documento The Trans-Pacific Partnership negotiations and issues for Congress,
fechado el 5 de septiembre de 2012, se desprende que Estados Unidos
solicitó tanto la apertura de Pemex como la eliminación de las
prohibiciones fitosanitarias para productos agrícolas a cambio de
permitirle negociar su inclusión en el TPP. Parte de las presiones a las
que cedió la administración federal calderonista en el caso agrícola
también se revelan en cartas de congresistas y en declaraciones del
secretario de agricultura estadunidense.
Para el país vecino, ambos sectores representan multimillonarios
negocios hasta ahora vedados: Pemex es considerado el séptimo mayor
productor de crudo en el mundo y su renta petrolera, tan sólo en el
tercer trimestre de 2012, ascendió a 23 mil 892 millones de pesos. El
mercado de la papa fresca tampoco es menor: el Congreso de Estados
Unidos estima que al ingresar masivamente a México, sus productores
tendrán utilidades anuales por 150 millones de dólares (unos 1 mil 950
millones de pesos, a un tipo de cambio de 13 pesos por dólar).
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