Período de gracia: ¿Cuántos meses antes de que la guerra perdida de FCH sea la guerra perdida de EPN?
Dice Jorge Ramos, en Reforma, hablando del “presidente de los muertos”,
es decir, de Felipe Calderón, que estamos ante “la guerra que comenzó y
perdió Calderón. Es su responsabilidad”. Y yo añado que durante los
primeros meses del próximo gobierno la violencia generalizada seguirá
siendo culpa del presidente saliente porque, vuelvo al señor Ramos,
“Calderón se va pero nos deja muchos cementerios. Y una fallida
estrategia antidrogas que costará mucho desmontar y reemplazar”.
Enrique Peña Nieto, en cuanto arranque su administración, tendrá un periodo de gracia antes de que los muertos empiecen a ser parte de los pasivos, las faltas, los errores de su gobierno.
¿Qué es el período de gracia? Se trata de una expresión usada en la política para empezar a juzgar gobernantes, pero que tiene su origen en las finanzas, en las que se le considera “el tiempo después de la fecha de vencimiento para el pago del préstamo durante el cual se puede realizar el pago sin recargos ni sanciones”.
¿Cuánto dura el período de gracia? En las finanzas depende de las condiciones en que se pactaron los préstamos, pero por lo general es de 15 días.
¿En la política?
En El País leí, en un artículo de Antón Costas, aplicado al arranque de la administración de Mariano Rajoy, que se cerraba “el periodo de gracia de 100 días que la tradición política dice que tiene todo nuevo gobierno”.
100 días, después de los cuales, para avanzar, el señor Rajoy empezaba a estar obligado a “ser capaz de elaborar un relato de las causas y de la salida a la crisis... más objetivo, convincente, persuasivo, dialogante, esperanzador y eficaz”.
Pero no es regla que el período de gracia para un gobernante sea de 100 días. En el mismo rotativo español, en otra nota, leí que el periodo de gracia de François Hollande se redujo a dos meses porque la popularidad del francés, al que no le paró de llover a diario desde el arranque de su gobierno, cayó cinco puntos en un mes, “11 puntos menos de los que tenía Nicolas Sarkozy en esta época de 2007”.
Menos tiempo de gracia -de hecho, no se le concedió ninguno- tuvo Barack Obama después de su reelección. Al día siguiente de su famoso tuit de “cuatro años más” los mercados reaccionaron negativamente por la crisis fiscal estadounidense, con lo que quedó claro que no iba a haber tregua para el presidente de Estados Unidos.
¿Qué período de gracia debemos darle a Peña Nieto? ¿Qué período de gracia debe Peña Nieto darse a sí mismo?
El tema más preocupante en México no es la economía, que más o menos avanza, sino la seguridad, un desastre. Así que en los asuntos económicos si pasan 100 días y no se han concretado las reformas fiscal y energética, habrá que empezar a cuestionar a Peña Nieto y su equipo (los que somos partidarios de las reformas lo haremos de esa manera, porque los enemigos de los cambios armarán la fiesta si no se producen y protestarán en las calles si se dan).
¿Y el período de gracia para dar resultados en la guerra contra el narco?
Cito de nuevo a Jorge Ramos: “Una nueva estrategia antinarcóticos requiere la integración de todas las policías del país bajo un solo mando y la creación de un cuerpo élite; la liberación de ciudades, carreteras y lugares públicos de manos de los narcotraficantes; pegarle a los narcos donde más les duele, es decir, en su dinero, confiscando cuentas, ganancias y propiedades; reducir los niveles de violencia con tácticas de hipervigilancia y creatividad…”.
En el mismo artículo, y ya se mencionó aquí, Ramos dijo que costará mucho desmontar y reemplazar la “fallida estrategia antidrogas”. Dada la complejidad del problema, no se les podrá exigir resultados en menos de 100 días a la nueva Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Hacienda, que según se ha dicho podrían ser encabezadas por Miguel Ángel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam y Luis Videgaray .
Sin duda, 100 días no bastarán para desmontar y reemplazar la fallida estrategia contra el narco de Felipe Calderón. ¿Cuánto tiempo hará falta? ¿Seis meses? El que tendrá que establecer plazos para que empiece a juzgársele es el propio Peña Nieto. Supongo que lo lógico es que lo haga en su discurso de toma de posesión.
Por lo que a mí respecta, pienso que si en seis meses no hay resultados (confío en que los habrá, y conste, expreso una esperanza basada en que no puede ser eterno el terror que se vive en mi ciudad, Monterrey); si antes del primer aniversario de las elecciones presidenciales de julio de 2012 la violencia no ha comenzado a ceder, la guerra perdida de Calderón empezará a ser la guerra perdida de Peña Nieto y, peor todavía, la guerra perdida de una sociedad sin futuro.
Abrigo la esperanza de que Peña Nieto, Videgaray, Osorio Chong, Murillo Karam analicen las cosas con la sabiduría que a Calderón y a sus colaboradores les faltó y, sobre todo, actúen con la eficacia que el segundo gobierno panista no logró exhibir, al menos no en el tema de la seguridad. Debemos vivir de esperanzas aunque, según Nietzsche, sean el peor de los males pues “prolongan el tormento del hombre”
Peña Nieto tiene la palabra ¿Cuánto tiempo de espera para que comience México a despertar de la pesadilla de sangre provocada por Felipe Calderón?
Enrique Peña Nieto, en cuanto arranque su administración, tendrá un periodo de gracia antes de que los muertos empiecen a ser parte de los pasivos, las faltas, los errores de su gobierno.
¿Qué es el período de gracia? Se trata de una expresión usada en la política para empezar a juzgar gobernantes, pero que tiene su origen en las finanzas, en las que se le considera “el tiempo después de la fecha de vencimiento para el pago del préstamo durante el cual se puede realizar el pago sin recargos ni sanciones”.
¿Cuánto dura el período de gracia? En las finanzas depende de las condiciones en que se pactaron los préstamos, pero por lo general es de 15 días.
¿En la política?
En El País leí, en un artículo de Antón Costas, aplicado al arranque de la administración de Mariano Rajoy, que se cerraba “el periodo de gracia de 100 días que la tradición política dice que tiene todo nuevo gobierno”.
100 días, después de los cuales, para avanzar, el señor Rajoy empezaba a estar obligado a “ser capaz de elaborar un relato de las causas y de la salida a la crisis... más objetivo, convincente, persuasivo, dialogante, esperanzador y eficaz”.
Pero no es regla que el período de gracia para un gobernante sea de 100 días. En el mismo rotativo español, en otra nota, leí que el periodo de gracia de François Hollande se redujo a dos meses porque la popularidad del francés, al que no le paró de llover a diario desde el arranque de su gobierno, cayó cinco puntos en un mes, “11 puntos menos de los que tenía Nicolas Sarkozy en esta época de 2007”.
Menos tiempo de gracia -de hecho, no se le concedió ninguno- tuvo Barack Obama después de su reelección. Al día siguiente de su famoso tuit de “cuatro años más” los mercados reaccionaron negativamente por la crisis fiscal estadounidense, con lo que quedó claro que no iba a haber tregua para el presidente de Estados Unidos.
¿Qué período de gracia debemos darle a Peña Nieto? ¿Qué período de gracia debe Peña Nieto darse a sí mismo?
El tema más preocupante en México no es la economía, que más o menos avanza, sino la seguridad, un desastre. Así que en los asuntos económicos si pasan 100 días y no se han concretado las reformas fiscal y energética, habrá que empezar a cuestionar a Peña Nieto y su equipo (los que somos partidarios de las reformas lo haremos de esa manera, porque los enemigos de los cambios armarán la fiesta si no se producen y protestarán en las calles si se dan).
¿Y el período de gracia para dar resultados en la guerra contra el narco?
Cito de nuevo a Jorge Ramos: “Una nueva estrategia antinarcóticos requiere la integración de todas las policías del país bajo un solo mando y la creación de un cuerpo élite; la liberación de ciudades, carreteras y lugares públicos de manos de los narcotraficantes; pegarle a los narcos donde más les duele, es decir, en su dinero, confiscando cuentas, ganancias y propiedades; reducir los niveles de violencia con tácticas de hipervigilancia y creatividad…”.
En el mismo artículo, y ya se mencionó aquí, Ramos dijo que costará mucho desmontar y reemplazar la “fallida estrategia antidrogas”. Dada la complejidad del problema, no se les podrá exigir resultados en menos de 100 días a la nueva Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Hacienda, que según se ha dicho podrían ser encabezadas por Miguel Ángel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam y Luis Videgaray .
Sin duda, 100 días no bastarán para desmontar y reemplazar la fallida estrategia contra el narco de Felipe Calderón. ¿Cuánto tiempo hará falta? ¿Seis meses? El que tendrá que establecer plazos para que empiece a juzgársele es el propio Peña Nieto. Supongo que lo lógico es que lo haga en su discurso de toma de posesión.
Por lo que a mí respecta, pienso que si en seis meses no hay resultados (confío en que los habrá, y conste, expreso una esperanza basada en que no puede ser eterno el terror que se vive en mi ciudad, Monterrey); si antes del primer aniversario de las elecciones presidenciales de julio de 2012 la violencia no ha comenzado a ceder, la guerra perdida de Calderón empezará a ser la guerra perdida de Peña Nieto y, peor todavía, la guerra perdida de una sociedad sin futuro.
Abrigo la esperanza de que Peña Nieto, Videgaray, Osorio Chong, Murillo Karam analicen las cosas con la sabiduría que a Calderón y a sus colaboradores les faltó y, sobre todo, actúen con la eficacia que el segundo gobierno panista no logró exhibir, al menos no en el tema de la seguridad. Debemos vivir de esperanzas aunque, según Nietzsche, sean el peor de los males pues “prolongan el tormento del hombre”
Peña Nieto tiene la palabra ¿Cuánto tiempo de espera para que comience México a despertar de la pesadilla de sangre provocada por Felipe Calderón?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario