Jefes de Estado quieren que continúe la lucha antinarco

Juan Manuel Santos, mandatario colombiano, confió en que la nueva administración mexicana seguirá con el combate a estos grupos criminales

Notimex y EFE

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El Presidente Peña Nieto ofreció una comida a los jefes de Estado, de Gobierno, y representantes de naciones hermanas. Foto Tomada del Facebook de Enrique Peña Nieto

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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, confió en que el presidente Enrique Peña Nieto continuará la lucha contra el narcotráfico, en donde predomine más la estrategia y menos la fuerza.
Durante su asistencia al primer discurso oficial de Peña Nieto como presidente de México en Palacio Nacional, el mandatario sudamericano refirió que debe continuarse la lucha contra el narcotráfico iniciada por Felipe Calderón, ya que no hay alternativa.
Cuestionado sobre si en el nuevo gobierno mexicano debiera predominar más la estrategia y menos fuerza, argumentó que no es sólo el caso de México sino de toda la comunidad internacional.
Este problema no es sólo de México y de Colombia, sino de la comunidad internacional, porque es un crimen transnacional, aun cuando cada país tenga sus propias características particulares, argumentó.
Reconoció que no hay una solución perfecta y lo que sí es evidente y en eso la sociedad no se puede equivocar, es que el narcotráfico es un enemigo que se debe combatir en la forma más efectiva.
El mandatario colombiano destacó que en la actualidad las relaciones entre México y Colombia están en su mejor momento, y confió en que van a mejorar todavía más con el presidente Peña Nieto, pues “tenemos muchísimas cosas en común, no solamente en el ámbito bilateral, sino el ámbito multilateral”.
Por su parte, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, dijo estar seguro que con Enrique Peña Nieto continuarán las acciones para fortalecer la relación bilateral y, sobre todo, para mantener la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, al tiempo de celebrar que México haya cumplido con una jornada democrática.
En Palacio Nacional, donde asistieron invitados especiales como jefes de Estado y de Gobierno de varios países, políticos y empresarios, entre otros, Pérez Molina señaló que México tiene una vocación democrática extraordinaria y que Peña Nieto será un presidente que “lo hará bien, así es que adelante”.
Dijo que la relación entre Guatemala y México es excelente y continuará en esa línea; en especial “en lo que es la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado y estoy seguro que Peña Nieto seguirá fortaleciendo esta relación”.
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda, deseo el mejor de los éxitos al presidente de México y confió en que la relación que históricamente ha sido excelente entre ambos países se profundice, sobre todo por los desafíos comunes que se tienen, como en materia de seguridad.
Acompañado por su ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo, insistió “en desearle al presidente Enrique Peña Nieto todos los éxitos posibles, porque los éxitos del gobernante son los éxitos de su país”.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, también deseó éxito a Enrique Peña Nieto, al acto de toma de protesta acudió el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño.
El príncipe español Felipe de Borbón ofreció la colaboración de ese país en su nueva estrategia de seguridad; entregó una carta con mensaje del rey Juan Carlos e invitó a Peña a visitar la nación ibérica.
El príncipe destacó la voluntad de Peña de trabajar por un México con proyección internacional.
Aplauden toma sin sobresaltos
La prensa extranjera aplaudió que la toma de protesta de Enrique Peña Nieto se haya llevado a cabo en un escenario muy diferente al de 2006, en el que Felipe Calderón rindió protesta en una tribuna disputada por legisladores.
El diario español El País destacó que el presidente Peña recibió la banda presidencial en una ceremonia sin sobresaltos, “ nada que ver con el vergonzoso espectáculo que México dio al mundo en 2006”.
Destaca que el PRI volvió después de 12 años “con la intención de dejar atrás una década de resultados mediocres y frustración”.
“Peña Nieto dio en su discurso la mejor versión de un PRI renovado, decidido a transformar el país sin ataduras del pasado y con la voluntad de enfrentarse y superar resistencias, incluso las que opongan tradicionales aliados suyos como los sindicatos”, señaló.
En tanto, el portal de la BBC comentó en el mismo sentido: “el evento se realizó entre protestas de diputados de izquierda, quienes reclaman irregularidades en el reciente proceso electoral.
“Pero a diferencia de hace seis años, cuando Felipe Calderón asumió el poder en medio de gritos, empujones y conatos de golpes, esta vez la ceremonia se realizó sin mayores contratiempos.”
El diario colombiano El Tiempo dijo que a pesar de las protestas iniciales ayer en San Lázaro y las pancartas en la sede legislativa, la sesión tuvo grandes diferencias con respecto a la “tumultuosa” toma de posesión de Calderón el 1 de diciembre del 2006.
“En esa ocasión, Calderón y su predecesor, Vicente Fox, tuvieron que entrar al recinto por puertas laterales”, en medio de los intentos de legisladores de la oposición por tomar la tribuna de la Cámara de Diputados.
El periódico argentino Clarín señaló que los legisladores de izquierda portaban carteles con leyendas como “Estado fallido con Calderón a Estado vendido con su sucesor”.
Y destacó que, en relación con el crimen, en su primer mensaje, Peña dijo “el delito no se combate con la fuerza”.
En tanto, The Washington Post destaca que uno de los desafíos más grandes de Peña Nieto es el tema Educativo. “México tiene uno de los niveles más bajos de educación en el mundo desarrollado, y muchos críticos dicen que una de las razones es el enorme poder del sindicato de maestros, el mayor de América Latina”.
Por su parte, The New York Times desmenuzó el giro en la política contra el narcotráfico: “Él no hizo ninguna promesa de desmantelar las organizaciones de traficantes de drogas, un enfoque de su predecesor inmediato, Felipe Calderón. En su lugar, dio a conocer 13 puntos.”
El brasileño O Globo afirma que el mayor obstáculo a Peña Nieto en este momento “es el fantasma que lo perseguía durante la campaña: la vieja imagen de su Partido Revolucionario Institucional (PRI), asociado históricamente con el autoritarismo y la corrupción.”