Mujeres, discriminación global / Norma Inés Rivera

Mujeres, discriminación global / Norma Inés Rivera

 

 

SUMA 
Twitter: @sumaigualdadmx

La desigualdad que sufren las mujeres en el mundo se vive igual, no importa que sean países de los llamados desarrollados, de los más atrasados, o en vías de desarrollo.

En Europa, donde se encuentran algunos de los más ricos, poderosos y “civilizados”, colectivos de mujeres han denunciado los abusos a que son sometidas.

Gran indignación provocó la desafortunada y reveladora declaración del expresidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), José Manuel Castelao Bragaña, al señalar que “las leyes son como las mujeres, están para violarlas”, y que provocó su inmediata remoción del cargo.

A pesar de habérsele obligado a renunciar, este capítulo no se ha cerrado, ya que organizaciones como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), consideran lo dicho por Castelao Bragaña, una instigación a la violencia de género, por lo que la sola remoción del cargo, no es suficiente.

Por su parte, Purificación Causapié, secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal, consideró que el comentario además de sexista y reprobable, tiene el agravante de haber sido pronunciado ante miembros de una de las comisiones del CGCEE y en el ejercicio de una responsabilidad pública, por lo que se ha presentado ya la denuncia correspondiente ante la Fiscalía española.

Por otra parte, en Francia, la situación no es mucho mejor. Si bien la ley garantiza a la mujer iguales derechos que a los hombres, en todos los ámbitos y favorece el acceso de hombres y mujeres a cargos y funciones electivas en condiciones de igualdad, en la práctica, esos mandatos constitucionales, no se cumplen plenamente.

De acuerdo con datos de la Statistical Office of the European Communities (Euroestat), la institución encargada de los datos estadísticos de los estados miembros de la Unión Europea, en cuanto al acceso al empleo, las mujeres tienen mayor dificultad para su inserción al mercado laboral, ocupan menos puestos de responsabilidad, son menos las que acceden a capacitación y más las que ocupan empleos temporales y perciben salarios más bajos que los varones, lo que repercute en sus ingresos al jubilarse.

La Eurostat revela también que en los 27 países de la UE, el índice de feminización de la tasa de actividad no llega al 80%, y 13 de estos 27 países están incluso por debajo de la media y los que presentan mayores desigualdades son Malta, Italia, Grecia y España.

Las naciones europeas mejor posicionadas son las nórdicas, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, aunque tampoco en ellas existe un cien por ciento de igualdad.

Por lo que puede observarse, el camino para alcanzar la justa paridad en todos los ámbitos de la sociedad actual, es aún largo y eso se refiere a todos los países por igual, no importa que sean ricos o pobres, en todas las naciones, las mujeres continúan siendo consideradas en pleno siglo XXI, inferiores a los varones, en una situación de injusticia cuya permanencia debe cambiar.