Obama advierte de amenaza extremista en Siria
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AMAN, Jordania (AP) -- Deseoso de impedir que la guerra civil
en Siria devenga en una crisis mayor, el presidente estadounidense
Barack Obama manifestó el viernes preocupación de que ese país se
convierta en refugio de los extremistas cuando el presidente Bashar
Assad sea derrocado.
Al lado del rey Abdalá II
de Jordania, Obama dijo que la comunidad internacional debe trabajar en
conjunto para garantizar la existencia de una oposición creíble lista
para entrar en escena en Siria.
"Algo se ha
roto en Siria y la reparación no será perfecta de inmediato, incluso
después de que Assad se haya ido", dijo Obama. "Pero podemos comenzar el
proceso de avanzar en una mejor dirección, y tener una oposición unida
es crucial para ese propósito".
Dijo que seguramente Assad dejará el poder, aunque hay gran incertidumbre en cuanto a la fecha en que eso tendrá lugar.
"Me
preocupa mucho que Siria se convierta en un enclave del extremismo",
dijo Obama, quien agregó que el extremismo prospera en el caos y en los
estados fallidos. El resto del mundo tiene gran interés en garantizar
que surja una Siria que funcione adecuadamente, agregó.
"El
resultado en Siria no será el ideal", reconoció. El fortalecimiento de
una oposición creíble es crucial para minimizar las dificultades, agregó
el mandatario.
Interesado en superar otra
fuente de tensión en la región, horas antes el viernes el presidente
propició una llamada telefónica entre los primeros ministros de Israel y
Turquía que derivó en la restauración de las relaciones diplomáticas
normales entre ambos países.
Obama llegó a
Jordania procedente de Israel, donde el primer ministro Benjamin
Netanyahu telefoneó a su colega turco, Recep Tayyip Erdogan, y le
ofreció sus disculpas por la muerte de nueve activistas e Turquía
durante una operación naval israelí contra una flotilla internacional
que se dirigía a Gaza.
"Fue oportuno que tuviera lugar esta conversación", dijo Obama.
En
conferencia de prensa con Abdalá, Obama dijo que su gobierno trabaja
con el Congreso para facilitar este año a Jordania una asistencia
adicional de 200 millones de dólares con el fin de que haga frente a la
llegada multitudinaria de desplazados procedentes de Siria.
Abdalá
dijo que los refugiados en el país son más de 460.000 y posiblemente la
cifra se duplicará para finales de 2013, equivalente a que Estados
Unidos tuviera 30 millones de refugiados, afirmó.
Obama también dijo que seguirá esforzándose con la esperanza de que israelíes y palestinos alcancen un acuerdo de paz.
"La
ventana de oportunidad aún existe, pero cada vez es más y más difícil",
dijo el presidente. "La desconfianza aumenta en lugar de disminuir".
El
rey y la corte militar de Jordania dieron a Obama una bienvenida con
gaitas y una unidad de guardias con espadas, antes de que ambos
gobernantes procedieran a conversaciones centradas en la guerra civil en
Siria.
Obama también busca impulsar los
esfuerzos de Jordania para emprender una reforma al gobierno del país a
fin de que evite una revolución al estilo de la llamada Primavera Arabe,
la cual devino en la caída de los gobernantes en Egipto, Túnez y Libia
tras muchos años de estar en el poder.
Obama
llegó el viernes en la noche a Jordania, la última escala de una gira de
cuatro días por el Medio Oriente que incluyó su primera visita como
presidente a Israel.
Tras el aterrizaje del
avión presidencial en el aeropuerto internacional reina Alia en la
capital, Amán, Obama fue recibido en una alfombra roja instalada en la
pista de la instalación por funcionarios estadounidenses y jordanos.
Después el mandatario fue trasladado en un recorrido de media hora al
palacio de al-Hummar.
En un patio en el lugar,
Obama y Abdalá pasaron revista a una guardia, que incluyó algunos
soldados sentados en camellos, y después pasaron al interior para la
reunión entre ambos gobernantes. Banderas estadounidenses y jordanas de
gran tamaño ondeaban en el recinto.
"Ofrezco
mis disculpas por el retraso", dijo Obama a Abdalá apenas había llegado
procedente de Israel con demora de casi una hora. "Tuvimos una tormenta
de arena".
Tras la conferencia de prensa
conjunta al término de la reunión, Obama y Abdalá se dirigieron a cenar.
El mandatario estadounidense tiene intención de efectuar el sábado un
recorrido turístico de varias horas para conocer la mítica ciudad
antigua de Petra antes de regresar a la Casa Blanca.
Previo
a su llegada a Jordania, Obama concluyó una visita de tres días a
Israel, otro importante aliado de Estados Unidos en la región, en la que
rindió homenaje a los héroes del país y las víctimas del holocausto.
Obama reafirmó solemnemente el derecho a existir del Estado judío.
Acompañado
del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente Shimon
Peres, Obama colocó coronas de flores en las tumbas de Theodor Herzl,
fundador del sionismo moderno, quien falleció en 1904 antes de ver
realizado su sueño de una patria judía, y del ex primer ministro israelí
Yitzhak Rabin, asesinado en 1995.
Obama
también visitó el monumento Yad Vashem a las víctimas del Holocausto y
afirmó que ese lugar ilustra la depravación en la que puede hundirse el
hombre, pero también sirve para recordar a los "justos entre las
naciones que se rehusaron a ser (simples) espectadores".
La
visita del viernes a la tumba de Herzl, así como la efectuada el jueves
para conocer los Rollos del Mar Muerto, textos hebreos antiguos, fueron
escalas de Obama cargadas de simbolismo que suponen un reconocimiento
al argumento de que la existencia de Israel se basa en los vínculos
históricos del país con la región y con la visión previa al Holocausto.
Obama
recibió críticas en Israel por el discurso que pronunció en 2009 en El
Cairo en el que sólo puso de ejemplo del Holocausto como la razón que
justificaba la existencia del Estado judío.
"Aquí
en su antiquísima tierra, hay que decirlo para que lo escuche todo el
mundo", dijo Obama el viernes en Yad Vashem, en una clara respuesta a
esas críticas. "El Estado de Israel no existe debido al Holocausto, pero
con la supervivencia de un Estado judío fuerte en Israel, jamás
ocurrirá otro holocausto".
Antes de que
viajara a Jordania, Obama se reunió con Netanyahu dos horas durante un
almuerzo. Un funcionario israelí dijo que ambos gobernantes examinaron
los desafíos a la seguridad de Israel y que, en relación al proceso de
paz con los palestinos la seguridad fue un tema en el que puso énfasis
el primer ministro. El funcionario solicitó el anonimato para hacer
declaraciones a la prensa de acuerdo al protocolo diplomático.
Ambos
volvieron a reunirse en un remolque próximo a una tienda de campaña en
la pista del aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv, antes de la partida de
Obama. Entre ambas reuniones, Obama visitó la iglesia de la Natividad en
Belén, en Cisjordania.
Obama tenía previsto
viajar en helicóptero a Belén pero cambió de planes debido a la
intensidad de los vientos, una situación climática fuera de lo normal.
El
recorrido por tierra le permitió observar la barrera que separa a
Israel de Cisjordania, que se extiende por el sur de Jerusalén y es
objeto de protestas semanales de los palestinos.
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Los
periodistas de The Associated Press, Dalia Nammari, en Belén,
Cisjordania, y Daniel Estrin, en Jerusalén, contribuyeron a este
despacho
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