Venezuela: Maduro, el sucesor de Chávez
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CARACAS, Venezuela (AP) -- El vicepresidente Nicolás Maduro,
protagonista de una meteórica carrera política inimaginable dos décadas
atrás cuando recorría las calles de la capital venezolana al volante de
un autobús, tomó el martes las riendas del país como presidente
encargado y jefe del movimiento oficialista tras la muerte del
mandatario Hugo Chávez debido a un cáncer.
Maduro,
de 50 años, ya había tomado anticipadamente el liderazgo del movimiento
oficialista luego de que el gobernante anunció el 8 de diciembre que le
habían reaparecido células cancerígenas y que regresaba a Cuba para ser
sometido a una cuarta operación desde que le detectaron la enfermedad
en junio de 2011.
Por primera vez en 14 años
de gobierno, el mandatario, en una suerte de testamento político, delegó
aquel día el poder político en su leal vicepresidente y dijo que en el
caso de que quedara inhabilitado y se llamara a nuevas elecciones Maduro
debía ser el candidato del oficialismo, lo que avivó las preocupaciones
sobre el estado de salud del mandatario. Chávez venía de ser reelegido
para un nuevo período de seis años el 7 de octubre por 55,07% de los
votos.
Maduro ahora enfrenta las difíciles
tareas de conseguir apoyo en un país profundamente dividido y mantener
la unidad dentro de las filas de su partido, conformado por grupos que
van desde los civiles de izquierda radical hasta los militares poco
dados al socialismo.
El ex conductor de
autobús, que es señalado como miembro del ala de izquierda radical del
oficialismo y de ser el más afín al gobierno cubano, aparece como un
líder que ve como su cruzada personal la defensa del legado de su
mentor.
El 10 de enero se efectuó una toma de
posesión simulada de Chávez gracias a un fallo del Tribunal Supremo
según el cual el presidente podía juramentarse en una fecha posterior,
que no había ausencia temporal del presidente y que se mantenía la
continuidad administrativa de su gobierno.
Después
de la cirugía de Chávez el 11 de diciembre, Maduro intensificó sus
apariciones públicas y visitas a los diferentes estados del país en un
intento por llenar inmenso el vacío comunicacional que generó la
ausencia del gobernante que siempre ha utilizado la televisión como su
principal medio de propaganda.
En esas
apariciones Maduro ha ofrecido pinceladas de cómo intentaría continuar
el proyecto político de Chávez, de inspiración socialista. Durante un
mitin que tuvo en diciembre de 2012 se comprometió a mantener las
políticas que han generado numerosas fricciones con Fedecámaras, la
organización gremial que afilia a cientos de miles de empresas grandes y
pequeñas.
"A Fedecámaras no le vamos a dar
dólares, lo que le vamos a dar son dolores de cabeza con esta revolución
bolivariana", gritó con voz desgarrada. "Compañeros, por la lealtad y
el amor a nuestro comandante Hugo Chávez... jamás vamos a traicionar al
pueblo de Venezuela", dijo.
Steve Ellner,
politólogo de la Universidad de Oriente, explicó a The Associated Press
que "Maduro combina dos características que influyeron a Chávez en su
decisión de designarlo como sucesor: en primer lugar, su lealtad a la
dirección del partido y en segundo, sus posiciones en favor de medidas
populares" como la expansión de los programas sociales del gobierno y
puestos locales médicos con médicos cubanos para proporcionar
tratamiento gratuito a los pobres.
Maduro fue
nombrado vicepresidente el 10 de octubre de 2012 tras la tercera
reelección que logró Chávez en los comicios del 7 del mismo mes.
Previamente
estuvo al frente de la cancillería, cargo que ocupó desde 2006 hasta
enero de 2013, cuando lo sucedió el ex vicepresidente Elías Jaua.
En
las relaciones exteriores Maduro consolidó su imagen de leal
colaborador del mandatario así como de fiel cumplidor de todas las
tareas que le asignó, como la consolidación de los bloques regionales
del ALBA y Unasur, el estrechamiento de las alianzas con países como
Irán, Rusia y China y el mejoramiento de las relaciones con Colombia.
Durante
la convalecencia y el tratamiento del cáncer que siguió Chávez en Cuba
entre junio de 2011 y la primera mitad de 2012 el robusto y discreto
vicepresidente fue de las pocas personas que estuvo cerca del gobernante
en ese difícil proceso, lo que alimentó las versiones sobre la estrecha
relación entre ambos.
Chávez, que solía
reprender públicamente con dureza a algunos de sus ministros o
funcionarios, siempre se mostró cordial y afectuoso con Maduro. También
le gastaba alguna broma sobre los enormes sándwiches que suele comer o
sobre sus orígenes como chofer de autobuses de un servicio
complementario del Metro.
El vicepresidente es
"uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad", dijo Chávez en su
último discurso televisado al defender la elección de Maduro como su
posible sucesor.
Al igual que el resto del
grupo que integraba el entorno más cercano de Chávez, el vicepresidente,
de formación marxista-leninista, se caracteriza por ser un hombre
incondicional al gobernante, sin mayor brillo público y de escaso
discurso.
Inició su carrera política cuando
integró, siendo muy joven, la Liga Socialista, una organización política
surgida como fachada legal de la Organización de Revolucionarios, luego
de la división del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre. Luego
consolidó su formación como dirigente sindical en el Metro de Caracas.
Maduro
es considerado el colaborador de Chávez más allegado a Fidel y Raúl
Castro y la revolución cubana, a la que se vinculó desde su juventud
cuando viajó a la isla para fortalecer su formación.
Dentro
del movimiento oficialista, Maduro comenzó como constituyente en 1999 y
un año después fue elegido diputado, puesto desde el cual llegó a la
presidencia de la Asamblea Nacional en 2005.
En
2006 pasó a dirigir el Ministerio de Relaciones Exteriores y fue el
canciller de mayor permanencia en el cargo durante la presidencia de
Chávez. En enero de 2013 lo sucedió Jaua, quien había abandonado la
vicepresidencia para postularse como gobernador del estado Miranda, pero
fue derrotado por el opositor Henrique Capriles.
Maduro
y Jaua integran el sector más radical del oficialismo y entre ambos
existe una estrecha relación que ha llevado a los analistas a descartar
que pueda darse una rivalidad por el control del gobierno.
Luis
Vicente León, directivo de la encuestadora local Datanálisis, dijo en
diciembre de 2012 en entrevista telefónica con la AP que existía gran
incertidumbre sobre si Maduro podría manejar las rivalidades que hay
dentro del chavismo y asumir el liderazgo de la "revolución".
"En
ese escenario que obligaría a convocar, como manda la constitución, de
nuevo a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como
presidente... Yo se los pido desde mi corazón", expresó Chávez.
La
constitución estipula que cuando se produzca la falta absoluta del
presidente electo antes de tomar posesión se procederá a una nueva
elección dentro de los 30 días consecutivos siguientes y que mientras se
elige y toma posesión el nuevo presidente se encargará al presidente de
la Asamblea Nacional como responsable del Ejecutivo.
Maduro
a la par que se convirtió en un miembro destacado en los albores del
movimiento político de Chávez, también desarrolló una relación personal
con otra aliada del mandatario, Cilia Flores, procuradora general de la
República desde comienzos de 2012 y ex diputada de la Asamblea Nacional.
Maduro y Flores no están casados y ambos tienen hijos de relaciones anteriores.
Flores formó parte del equipo de abogados defensores de Chávez después de su arresto por el intento de golpe de Estado de 1992.
Flores,
abogada en derecho penal y laboral, fue la primera mujer en presidir el
Poder Legislativo venezolano en 2006, elegida por la mayoría
oficialista justo después de que Maduro fue designado canciller.
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El periodista de The Associated Press en Caracas Jorge Rueda contribuyó en esta nota.
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Producto interactivo sobre la vida de Hugo Chávez: http://hosted.ap.org/interactives/2012/chavez-es/
Producto interactivo sobre su legado de gobierno: http://hosted.ap.org/interactives/2012/balance-chavez/
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