La libertad de expresión en colombia
Publicado el 03 mayo 2013 por Canchimalo
Hoy, en el Día Internacional de la Libertad de Prensa (o Libertad de Expresión), felicito y rindo un homenaje de reconocimiento a todas las personas que ejercen el periodismo (reporteros, investigadores, editores y columnistas, principalmente) con absoluto profesionalismo, en los medios de comunicación escritos (incluyendo los virtuales) y hablados. Quede claro que el homenaje es sólo para quienes actúan con dicho criterio; los que no, entonces, no están invitados a mi fiesta.
El actuar con profesionalismo en el periodismo implica entender y demostrar la disposición permanente de ser informadores, no desinformadores; orientadores, no desorientadores. Igualmente, un periodista debe proceder con ecuanimidad o equilibrio, honestidad, autonomía y responsabilidad, entre otros elementos de conducta no menos relevantes.
Infortunadamente en mi país (Colombia) son mayorías las personas que ejercen el periodismo en contravía de lo expuesto en el párrafo inmediatamente anterior. Con lo que más pecan es que cuando se ponen al servicio de causas políticas en particular, se dedican a desorientar, desinformar y manipular en detrimento de quienes son considerados como "sus más peligrosos antagonistas". Un ejemplo típico de esto es lo que ha sucedido con medios de comunicación como RCN y CARACOL (radio y televisión):
Como el alcalde Petro ha tomado unas medidas que afectan los intereses económicos (también políticos) de los dueños o socios de dichos medios, entonces desde ese momento se han dedicado a darle madera, porque sí y porque no; en procura de desprestigiarlo, de buscarle el quiebre, de tumbarlo. No hay que entrar en mayores detalles, puesto que es algo ampliamente conocido por la opinión pública. Estos mismos medios, entre otros al servicio de la ultraderecha, hacen parte de la manada de hienas que andan buscando cómo descuartizar a Petro, para darse un banquete con él.
¿De conformidad con el ejemplo anterior puede hablarse de periodismo profesional, responsable? Si ha de ser profesional será porque, con profesionalismo, se intriga contra las personas consideradas como unas rémoras, como riesgos para sus intereses de distintas especies. Desde luego que nunca podrá ser responsable, por lo cual hay que repudiar abiertamente esta forma sucia de ejercerlo.
También debo manifestar que es triste tener que decir que abundan los periodistas arrodillados ante el Estado; ante politiqueros, criminales, corruptos, malandros de todas y de las peores calañas. ¡Todo por la plata! ¡Miserables! ¡Lacayos!
Es deplorable, igualmente, que a quienes desarrollan el periodismo de la mejor manera posible (sobre todo en las áreas de investigación y opinión), y más cuando se preocupan por denunciar conductas inmorales o criminales en las cuales están involucrados agentes del Estado, gobernantes o exgobernantes, servidores públicos en general, o particulares, se les persiga y hasta se les quiera matar; como efectivamente ha sucedido en no pocas oportunidades.
Reitero, hay en Colombia muchos periodistas valiosos, brillantes y valientes. No obstante, en este día hago lo que desde hace un tiempo tenía en mi agenda: Rendirle un tributo de reconocimiento especial al periodista Daniel Coronell (Director de Noticias Uno, en la televisión colombiana; vicepresidente de Univisión, la cadena hispana más grande de Estados Unidos; columnista de la Revista Semana, entre otros medios de comunicación mundiales).
Estimo que hoy en día en Colombia es Coronell quien con su periodismo investigativo, y de opinión, más ha contribuido al destape de muchos casos de corrupción y criminalidad en general. Gracias a él han podido nuestro país y el Mundo saber sobre muchísimas de las porquerías cometidas durante los ocho años de desgobierno fascista de Uribe Vélez, como también muchos de los entuertos en los cuales han estado involucrados sus angelicales hijos Tom y Jerry, como muchos otros miembros de su familia (paramilitarismo, masacres, narcotráfico, robo de combustibles, testaferrato, tráfico de influencias, evasión de impuestos y pare de contar), cosas que son de dominio público.
Daniel Coronell es, sin duda, un general del periodismo. Admiro en él su coraje; pero, sobre todo, su profesionalismo; el cual se patenta cuando sus investigaciones las hace y divulga con argumentos y testimonios que casi siempre resultan irrefutables. Él es, pues, un periodista que inspira mucha credibilidad. Todo cuanto ha hecho es algo que la patria colombiana debe reconocerle sin vacilaciones. Tuvo que salir de Colombia debido a las constantes amenazas de muerte en su contra.
No podría terminar sin referirme al hecho relacionado con el atentado del cual fue víctima (el 01-05-13) el periodista investigativo, de la Revista Semana, Ricardo Calderón; del cual, por fortuna, salió ileso. Independientemente de los móviles de este insuceso, lo repudio por completo; pues, no es la violencia la forma de pretender resolver cualquier conflicto.
Hay que esperar a que las investigaciones determinen si el atentado está relacionado con las numerosas denuncias que Calderón ha hecho sobre actos de corrupción y criminalidad en el país (que parece ser lo más probable, desgraciadamente); destacando lo concerniente a las irregularidades de la cárcel militar de Tolemaida (Melgar, Cundinamarca), y a las requetefamosas y asquerosas interceptaciones (o "chuzadas") ilegales del DAS, cuando Uribe Vélez desgobernaba a Colombia; y por las cuales hay varios de sus secuaces en prisión, y otros huyendo de la justicia colombiana. Sí, toca esperar, y ojalá que los resultados de las pesquisas (si es que los hay) no sean más que un chorro de babas.
Gracias por leer esta nota.
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