viernes, 3 de mayo de 2013

La UNAM. Ni nacional ni tan pulcra

La UNAM. Ni nacional ni tan pulcra

Héctor Martínez Valdés @hectormtzb vie 3 may 2013 13:38
Para vergüenza de la UNAM y sus directivos, las cifras son contundentes
Por encima de cualquier argumentación empírica, los testaferros seudointelectuales se aferran mas bien a la nómina, antes que a su compromiso ético. Esta singularidad solo se da dentro de un ámbito donde la crítica nunca es bienvenida, porque la UNAM ni es nacional y mucho menos es nuestra máxima casa de estudios, esto sucede porque su enorme aparato administrativo es su principal sustento, lejos de su muy anunciada consagración de su misma primavera, ahora y siempre arruinada por los intrépidos jóvenes quienes han sido los verdaderos defensores de esta institución durante muchas épocas.
Para vergüenza de la UNAM y sus directivos las cifras son contundentes, apenas puede atender al 8 por ciento de sus aspirantes en el nivel de licenciatura, eso nos habla de la tremenda ineficiencia con la que se conduce esta sacrosanta institución, sin embargo nadie hace alusión a tan grave falla, porque una universidad que maneja un presupuesto tan enorme, debería ofrecer una cobertura ya no digamos nacional, mínimamente le correspondería atender al 50 por ciento de sus demandantes para con esto contribuir a la inmensa injusticia que se aplica en los que menos tienen.
Ahora que por múltiples causas el rector ha sido exhibido dentro de su precaria condición burocrática, es cuando se emiten miles de apoyos emanados de los mismos lugares donde cualquier manifestación ciudadana es altamente criminalizada, no hubo medio que no condenara a los jóvenes como vándalos que se atrevieron a exigir de las autoridades su participación en un problema donde los Colegios de Ciencias y Humanidades son el sitio perfecto para llevar a cabo acciones que están muy lejos de las actividades académicas, pero que siempre se efectúan con el conocimiento pleno de las autoridades.
La UNAM presume una pulcritud que solo aparece en los discursos porque en la practica nos encontramos con una institución pésimamente administrada, solo basta darse una vueltecita por cualquier plantel para confirmar el difícil ambiente que se da entre la comunidad, y no se diga las instalaciones donde parece que todo se detuvo en el año en que fueron edificadas, esa es la verdadera universidad, pero también es algo que nadie señala.
Seria bueno recordar que el DR. Narro es un consumado oficinista, y eso no garantiza que pueda ser el rector que todos necesitamos, la UNAM requiere una urgente renovación efectiva, donde los eternos intelectuales aporten los elementos necesarios para de verdad recuperar su autentico lugar como universidad, dejar a un lado las infames referencias que la siniestra OCDE nos ha impuesto como verdades absolutas.
Abandonar a los miles de jóvenes a un destino predeterminado por las corrientes mercantilistas no es muy universitario que digamos.

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