Las dudas de Obama
La misma duda que tienen millones de mexicanos, que han visto un cambio radical en las políticas de seguridad y la lucha antinarco entre el sexenio pasado y el actual, la expresan ahora en Washington y seguramente será un tema a tratar en el encuentro de esta tarde entre los dos mandatarios. No prejuzgaré sobre la estrategia del gobierno de México en seguridad “hasta que no escuche directamente de ellos lo que intentan lograr”, dijo Obama en un aviso claro de que pedirá a Peña Nieto que le explique en qué consiste su nueva estrategia que la mayoría de los mexicanos desconoce todavía.
Es claro que en la Casa Blanca no convencieron las explicaciones que fue a dar el gobierno mexicano hace un par de semanas con la delegación de funcionarios encabezada por el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, quien se supone trató el tema con la secretaria de Seguridad Interior de EU, Janet Napolitano.
Algo no quedó claro en los mensajes que llevó la delegación mexicana a aquellas reuniones porque, primero vía congresistas, luego en sendos reportajes y editoriales de los dos diarios estadunidenses, The Washington Post y The New York Times, se publicaron informaciones duras y críticas sobre la situación de la violencia y la inseguridad de México, además de los esquemas de cooperación, totalmente injerencistas, que Felipe Calderón firmó con EU y que ocurrieron a lo largo de todo su sexenio.
Se generó toda una reacción en los círculos del poder estadunidense que dejó en claro que hay en estos momentos, a unas horas de la primera reunión de trabajo conjunta entre Peña Nieto y Obama, ciertas diferencias entre los gobiernos de México y Estados Unidos sobre cuál será en adelante la política contra las drogas y el narcotráfico de México y qué tanto cambiarán o ya han cambiado los convenios, acuerdos y esquemas de cooperación que permitieron en el sexenio pasado la mayor presencia y libertad de actuación de la historia de agentes estadunidenses en territorio mexicano, además de un claro adoctrinamiento de las fuerzas armadas mexicanas por parte de las agencias y cuerpos de seguridad de Estados Unidos.
Y es que el intento del gobierno de México por hacer que sólo el tema económico dominara este encuentro y bajar el perfil al tema de seguridad y narcotráfico, al final no convenció en la Casa Blanca, y aunque quizás no se informe de eso en la conferencia de prensa conjunta que darán los dos mandatarios al término de su reunión privada, es un hecho que la política de seguridad mexicana será otro de los temas dominantes en esa encerrona presidencial.
Veremos si después de este encuentro, Obama y Estados Unidos entienden más de qué se trata la nueva estrategia contra el crimen organizado en México y aceptan y apoyan el nuevo modelo que les presente la administración Peña Nieto. Y también, de paso, a ver si el gobierno nos explica claramente a los mexicanos de qué va su nueva lucha contra los narcos y sus políticas de seguridad, porque las mismas dudas que tienen en Washington las compartimos aquí.
NOTAS INDISCRETAS… Lo criticaron y vilipendiaron por su tibieza, pero al final el rector José Narro logró mostrar que no necesitó de la fuerza pública para sacar a los encapuchados que ayer liberaron la Torre de Rectoría de la UNAM de manera pacífica, tras el compromiso de una mesa de diálogo de las autoridades universitarias la próxima semana. La paciencia del rector, que desesperó a muchos dentro y fuera de la UNAM, al final rindió frutos y de paso le puso un buen ejemplo a autoridades del gobierno federal y a varios gobernadores: si les da tanto miedo utilizar la fuerza pública (a la que tienen derecho por ley) pues entonces que aprendan a negociar y dialoguen pero con resultados…Giran los dados. Escalera doble.
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