miércoles, 5 de junio de 2013

Chema Pérez Gay, el candidato de López Obrador

Chema Pérez Gay, el candidato de López Obrador

Escrito por el 05 junio 2013 a las 3:00 pm en Arte y Cultura, Destacadas, Sociedad

Texto publicado originalmente en la edición 1909 del semanario Proceso.
Jose Maria Perez Gay 01La mañana del 1 de julio de 2012, Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de la República por la coalición Movimiento Progresista, informó que en la casilla de Insurgentes Sur 2416 había emitido su voto a favor de José María Pérez Gay, su ex asesor y amigo.
“Es un hombre que se ha dedicado a las letras, un intelectual que estimo mucho”, afirmó López Obrador.
En su casa de Centenario 50, en la delegación Coyoacán, la alegría de José María Pérez Gay fue infinita. Olvidó ese día las molestias y el encierro al que lo orilló una enfermedad neurodegenerativa. La deferencia de López Obrador no sólo confirmó  la cercanía entre ambos personajes, sino el aprecio por el diplomático, intelectual y periodista que durante la última década se convirtió en un personaje central en las batallas del lopezobradorismo.
El acercamiento no estuvo exento de roces y consecuencias para Pérez Gay. Director fundador del Canal 22, durante el gobierno salinista, fundador del periódico La Jornada, fundador también de la revista Nexos y de la editorial Cal y Arena, amigo lo mismo de Carlos Fuentes y Silvia Lemus que de Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes Barba, Pérez Gay prácticamente “cambió de piel” cuando estuvo más involucrado en el gobierno del Distrito Federal y en la campaña presidencial del 2006 y las secuelas del fraude.
Él mismo, acostumbrado a la soledad de la escritura y a la traducción de las obras de filósofos y novelistas alemanes –su auténtica pasión–, le confesó a sus amigos que nunca imaginó estar “en el ojo del huracán” de una contienda política que polarizó al país en el 2006 y junto al ex jefe de Gobierno capitalino que lo incorporó en su equipo en 2003, recién llegado de la embajada de México en Portugal, para que fuera su asesor en asuntos internacionales.
Desde esa fecha hasta los últimos encuentros con López Obrador, Pérez Gay fue mucho más que un asesor o el interlocutor con un grupo de intelectuales y escritores que habían estado al margen del lopezobradorismo.
Quienes fueron testigos de esta cercanía, recuerdan que Pérez Gay y su esposa Lilia Rosbach fueron amigos y testigos del romance y matrimonio entre López Obrador y Beatriz Gutiérrez, su segunda esposa. Apoyaron a López Obrador en los momentos más álgidos del desafuero, tendiendo puentes con grupos empresariales, civiles y militares para frenar aquella escalada del gobierno de Vicente Fox contra el entonces jefe de Gobierno capitalino.
En la casa del matrimonio Pérez Gay-Rosbach se hicieron lo mismo encuentros para formar el Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo que reuniones privadas con enviados del alto mando militar del país en el momento más álgido de la campaña de 2006.
Discreto, eficaz, Pérez Gay también frenó el ataque de un grupo de escritores e intelectuales –muchos de ellos amigos suyos– que condenaron a López Obrador por no haber aceptado la derrota en 2006 y convertirse en “presidente legítimo” ante el ascenso de Felipe Calderón Hinojosa.
El propio López Obrador recordó así en su libro La Mafia nos Robó la Presidencia su encuentro con Gabriel García Márquez:
“Cuando nos encontramos en casa de Chema Pérez Gay y de Lilita, yo prefiero aprovechar el tiempo para preguntarle sobre su experiencia con relación a políticos notables de América Latina, El Caribe y el mundo. Una vez le pregunté sobre Omar Torrijos y me platicó cosas interesantes de ese dirigente popular, nacionalista, tropical, fruto de Panamá. Me contó una fascinante historia, una breve novela”.
En 2009, Pérez Gay y Carlos Monsiváis, otro amigo e interlocutor cercano a López Obrador, impulsaron la creación de un comité de intelectuales que desde entonces comenzó a trabajar de cerca en las estrategias del entonces ex candidato presidencial del 2006.
Ese grupo se integró con Arnaldo Córdova, Enrique González Pedrero, Luis Javier Garrido, Víctor Flores Olea, Lorenzo Meyer, Rogelio Ramírez de la O, Adolfo Hellmund, Juan José Paullada, Octavio Romero Oropeza, Luis Linares Zapata, Ignacio Marván Laborde, Julio Scherer Ibarra, Jaime Cárdenas, Luciano Concheiro, Héctor Díaz Polanco, Elena Poniatowska, Laura Esquivel, Víctor Manuel Toledo, Cristina Barros, Víctor Suárez, Bolívar Echeverría, Armando Bartra, Jesusa Rodríguez, José Eduardo Beltrán, Agustín Díaz Lastra, Antonio Gershenson, Claudia Sheinbaum, Asa Cristina Laurell, Raquel Sosa, Martha Pérez Bejarano, Bertha Luján, Eréndira Sandoval y Jesús Ramírez Cuevas.
Este grupo –la mayoría ajenos a la militancia del PRD– presentaron el programa de gobierno que anticiparía la campaña electoral del 2012.
Antes de que se agudizara el padecimiento neuronal que lo obligó a guardar reposo hasta su fallecimiento a los 70 años, Pérez Gay estuvo a punto de cumplir con una última misión política: ser candidato a delegado por Coyoacán, bastión de los grupos clientelares del perredismo.
Antes de que aceptara la candidatura, el ahora delegado Mauricio Toledo y su padre, del mismo nombre, condicionaron su apoyo a Pérez Gay al reparto de posiciones y cargos en la delegación Coyoacán. La disputa de las tribus y los indicios claros de corrupción alarmaron al autor de La Supremacía de los Abismos.
El 27 de febrero de 2009, Pérez Gay renunció a su candidatura a jefe delegacional. De manera elegante, le dio la vuelta a la petición del entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y decidió no involucrarse más en los vericuetos de las tribus perredistas.
Ahora, el mismo personaje que le pidió “cuotas y cuates” a Pérez Gay gobierna esa delegación.

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