Restricciones en compra en un estado de Venezuela
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CARACAS, Venezuela (AP) -- Como una señal que empeora la
escasez de alimentos, las autoridades anunciaron el martes que se
restringirá a partir de la próxima semana la compra de 20 productos de
primera necesidad sujetos a control de precios en la segunda región más
poblada de Venezuela.
"Esto es solo en el
estado de Zulia y no es racionamiento", afirmó el portavoz del
ministerio de Comunicación e Información, Raimundo Urrechaga. "Es solo
focalizado en Zulia para control el contrabando", aclaró.
Aún
está por definirse algunos detalles entre ellos la cantidad y
periodicidad de las compras que serán permitidas a cada familia en el
estado occidental de Zulia, dijo el secretario general de gobierno de
Zulia, Blagdimir Labrador.
La administración
del gobernador oficialista Francisco Arias Cárdenas ha diseñado un
sistema que registrará las compra a distancias en servidores con lo "que
se garantiza que una misma persona no vuelva en el mismo día a adquirir
ese producto en otro establecimiento". El sistema informatico permitirá
"monitorear y limitar la compra de 20 productos regulados como el
arroz, pollo y la harina de maíz", acotó el funcionario.
Labrador
señaló que inicialmente el sistema se aplicará en "65 automercados de
los municipios de Maracaibo y San Francisco" de Zulia, estado ubicado al
extremo occidente de Venezuela y fronterizo con Colombia. Zulia es el
estado más poblado del país, sólo superado por la capital venezolana,
conformada por cinco municipios, cuatro de ellos del vecino estado
Miranda.
No está claro, sin embargo, cómo el
sistema impediría que los diferentes miembros de una misma familia
esquiven al sistema mediante la compra por separado.
Las autoridades dijeron que la medida era una respuesta al contrabando de alimentos a la vecina Colombia.
"Estoy
dispuesto a correr todos los riesgos con tal de derrotar el flagelo del
contrabando de alimentos", dijo el gobernador Arias Cárdenas a través
de la red social de Twitter.
Para enfrentar el
contrabando de gasolina a Colombia, en Zulia y otro estado fronterizo,
Táchira, se han instalado los llamados "chip" en los vehículos para
restringir la compra de gasolina. La nueva medida, sin embargo, no
parece tener relación con las causas del contrabando de gasolina
venezolana, que es fuertemente subvencionada.
La
medida coincide con el salto que ha experimentado la escasez de
artículos de primera necesidad como alimentos y otros productos básicos
como el papel higiénico, un problema que agobia a diario a los
venezolanos y que se ha agudizado en meses recientes debido a la falta
de divisas y una limitada producción nacional.
Desde
octubre el gobierno fue reduciendo progresivamente la venta de dólares
oficiales sin dar mayores explicaciones. En Venezuela está vigente un
control de cambio desde febrero del 2003.
A
partir de entonces, cientos de empresas comenzaron a enfrentar problemas
para obtener divisas oficiales e importar insumos y materias primas,
agudizando los problemas escasez y de desabastecimiento de algunos
productos esenciales, entre los que figuran también los medicamentos y
repuestos.
La restricción en la entrega de
divisas se hizo más fuerte a partir de febrero pasado cuando las
autoridades financieras eliminaron el Sistema de Transacciones con
Títulos en Moneda Extranjera que permitía a las empresas e
inversionistas obtener dólares a través de las compra de bonos de deuda
en moneda extranjera.
Arias Cárdenas descartó
que la medida esté inspirada en la llamada libreta de racionamiento
utilizada en Cuba como algunos han sugerido debido a los estrechos
vínculos del gobierno venezolano con el gobierno de La Habana.
"Aquí no estamos en Cuba, estamos en Maracaibo", dijo el gobernador, saliéndole al paso a las críticas.
"Que
locura, eso parece una copia de la libreta (de racionamiento) cubana",
dijo Angélica Silva, una ama de casa de 52 años, que hacía fila para
pagar en un automercado del centro de Caracas y se quejó que no pudo
comprar mantequilla y papel higiénico, dos de los productos más escasos.
Con
el objetivo de distribuir equitativamente los alimentos, los cubanos
reciben alimentos con sus libretas de racionamiento mensual. Esa medida
está vigente desde 1962 la libreta de abastecimiento contempla la venta
altamente subsidiada de arroz, café, huevos, aceite de cocina, pollo,
pescado o picadillo, entre otros.
"Ojalá se
den cuenta que eso es muy difícil de controlar. Esto no es un país pobre
como Cuba, donde todos dependen del gobierno, aquí cualquiera puede ir
al mercado y saltarse eso", comentó. "Ojalá no pase de allí (de Zulia) y
que no se les ocurra atropellar a la gente, lo que me da miedo es que
va haber más escasez y eso no lo aguanta nadie".
El
profesor de economía de la Universidad Católica Andrés Bello, Ronald
Balza, dijo que no veía cómo al racionar ciertos alimentos - cuyo precio
se supone están controlados - con el esquema de alta tecnología
propuesto para Zulia se abordará el problema de fondo de lo que está
causando la escasez.
"La razón de la escasez (en Zulia) es la misma que en el resto del país", dijo Balza a la AP.
Los
controles de precio que existen desde hace más de una década sobre más
de un centenar de bienes han generado severos problemas en las
estructuras financieras de numerosas empresas que se han visto obligadas
a limitar sus producciones para evitar ir a la quiebra. Venezuela
padece una galopante inflación que en abril se ubicó en 4,3% y el
acumulado de los últimos doce meses a 29,4%.
El
índice de escasez, por su parte, repuntó en abril a 21,3%, el nivel más
alto que ha alcanzado el indicador desde el 2009 cuando el Banco
Central de Venezuela (BCV) comenzó a difundir el indicador, que se
concentra desde el 2000 en monitorear mensualmente la disponibilidad de
más de un centenar bienes en los anaqueles.
Paralelamente,
algunos economistas dicen que Venezuela se encamina hacia una recesión.
El Banco Central dijo que su economía creció sólo un 0,7% en el primer
trimestre, lo que representa una desaceleración respecto del año pasado
cuando registró un incremento de 5,9% en el mismo período,
El
gobierno ha estimado para este año una meta de crecimiento de 6% y ha
dicho que no cree que la devaluación de 4,30 bolívares a 6,30 bolívares
por dólar, que entró en vigencia a mediados de febrero, afecte la meta
de crecimiento de este año.
La merma en la
entrega de las divisas oficiales ha ocasionado además la suspensión de
suministros de materias primas, equipos y repuestos desde el exterior,
lo que ha llevado a la paralización de la producción en algunas empresas
generando problemas de desabastecimiento.
Muchos
economistas son escépticos y sostienen que la limitación de las compras
de alimentos o la aplicación de un racionamiento podría terminar
agravando la escasez de productos alimenticios básicos, mientras que los
venezolanos en general señalan como culpable a la mala gestión del
gobierno.
El ministro de Finanzas, Nelson
Merentes, dijo la semana pasada que iba a viajar a los Estados Unidos y
Europa a buscar inversiones para tratar de apuntalar el déficit de
dólares. Él no dio a conocer el tamaño del déficit.
La
mayor parte de los 26.000 millones dólares de las reservas
internacionales de Venezuela al 10 de mayo, según estimaciones de los
analistas, están constituidas por posiciones en oro y otros
instrumentos, y las reservas líquidas disponibles para las importaciones
representan menos de 3.000 millones de dólares.
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