10 vicios de nuestra sociedad que increíblemente seguimos aceptando
¿Alguna vez te has detenido a observar tu vida y tu entorno cultural? ¿Alguna vez te han parecido cuestionables o, por lo menos extrañas, ciertas prácticas socioculturales? ¿En realidad consideras que el modelo que nos rige como sociedad, y que define aspectos fundamentales de nuestra existencia colectiva, por ejemplo la economía o la religión, son idóneos o siquiera justificables?
El legado cultural, la transmisión de conductas sociales, y la comodidad existencial, son tres de los ingredientes básicos que terminan por dar vida a un fenómeno tan lamentable como increíble: la aceptación autómata de premisas y pautas miserables. Más allá de nuestras circunstancias individuales, de tus creencias e ideología, la actual realidad involucra una serie de condiciones deplorables ante las que, increíblemente, nos sometemos.
En torno a este fenómeno, la iniciativa The Free World Charter advierte la presencia de al menos diez situaciones inadmisibles que aceptamos de manera casi natural en nuestra sociedad y que tendrían que ser tajantemente transformadas para aspirar a mejores condiciones colectivas. A continuación los puntos:
- Le damos prioridad al dinero y a la economía por sobre elementos básicos para la existencia como la calidad del aire, del agua, del alimento y el medioambiente.
- Formamos parte de un sistema de mercado que atenta contra la vida de millones de personas.
- Dividimos el mundo en “secciones” geopolíticas de acuerdo a agendas cuestionables y luego combatimos por definir quien posee dichas porciones de planeta.
- Creamos un rol identitario, el militar, que faculta a estas personas a asesinar legalmente a otros seres humanos.
- Torturamos y matamos a millones de animales con pretextos de alimentación, vestido y avances científicos.
- Enviamos a nuestros hijos a que pasen toda su infancia adheridos en espacios (escuelas), memorizando datos y desarrollando habilidades que tal vez jamás utilizarán.
- Imponemos a los padres una presión socioeconómica que termina por obligar su ausencia durante la etapa de crecimiento de sus hijos.
- Profesamos cientos de religiones excluyentes que intentan monopolizar la verdad absoluta de las cosas.
- Se privilegian conductas nocivas, como la ambición o la competencia, por sobre otras como colaboración y generosidad.
- Cualquiera que tenga una buena idea puede prevenir que otros le saquen provecho con el argumento de que mantener los derechos de monetizarla.
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