Mossack Fonseca, un despacho fundado por el hijo de un nazi y un abogado que quiso salvar el mundo
La firma de abogados panameña Mossack Fonseca, en el ojo de la tormenta por los «papeles de Panamá»,
cuenta «con oficinas en cada continente» y ofrece sus servicios en las
jurisdicciones de Reino Unido, Malta, Hong Kong, Chipre, Islas Vírgenes
Británicas, Bahamas, Anguila Británica, Seychelles, Samoa, Nevada y
Wyoming (Estados Unidos), y Panamá, según señala su web.
Comenzó como un pequeño bufete fundado en los años 70 por Ramón Fonseca Mora, que se fusionó con el Estudio Jurídico de Jürgen Mossack, un abogado panameño de origen alemán. Nacido en Alemania en 1948, Mossack emigró a Panamá a principios de los años sesenta. Su padre sirvió en las SS nazis y
tras la Segunda Guerra Mundial trabajó como espía para la CIA, según el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que ha
desvelado la filtración masiva de sociedades opacas, que cita archivos
de la inteligencia estadounidense. Ramón Fonseca
(Panamá, 1952) estudió Derecho en la Universidad de Panamá y en la
prestigiosa London School of Economics. En programa de televisión en
2008 recordó que de joven quiso salvar el mundo y que pensó en convertirse en cura,
antes de trabajar durante seis años como asesor legal de la Conferencia
sobre el Desarrollo Comercial de las Naciones Unidas en Ginebra. Ramón Fonseca Mora- TWITTER«No
salvé nada, no hice ningún cambio así que decidí, cuando me volví un
poco más maduro, dedicarme a mi profesión, tener una familia, casarme y
tener una vida normal. Al envejecer se vuelve uno más materialista»,
señaló Fonseca, que en su Twitter se describe como «abogado, escritor y soñador»
Fonseca Mora es autor premiado de varias novelas,
como «La Danza de las Mariposas» u "Ojitos de ángel·. En el último,
«Mister Politicus», «articula los enmarañados procesos de los que se
valen funcionarios inescrupulosos para afincarse en el poder y, desde
allí, satisfacer sus detestables ambiciones, arropados con el manto
falaz de un fementido servicio a la nación», según señala su web.
Conoce bien el mundo de la política, ya que ha sido ministro consejero
de la Presidencia de Panamá y presidente del oficialista Partido
Panameñista.
Corrupción en Petrobras
Fonseca pidió el
pasado 11 de marzo al presidente, Juan Carlos Varela, una licencia por
un año para defenderse de las acusaciones que lo ligan a la trama de
corrupción en la estatal brasileña Petrobras por medio de la firma de abogados.
Las
autoridades brasileñas dijeron a finales de enero pasado que
sospechaban que Mossack Fonseca facilitó a varios implicados en la trama
corrupta de Petrobras la apertura de empresas «offshore» en Panamá, que
pudieron servir para blanquear dinero desviado de Petrobras mediante
operaciones inmobiliarias.
La firma Mossack Fonseca rechazó en
enero alguna vinculación con el caso brasileño, sobre el que la Fiscalía
Auxiliar de Panamá dijo el pasado 29 de enero que abriría una
«investigación de oficio».
En enero pasado, uno de los fiscales
brasileños responsables del caso, Carlos Fernando Dos Santos Lima, tildó
a la firma de abogados panameña como «una gran lavadora de dinero», por
lo que el Ministerio Público brasileño pidió la cooperación de
autoridades policiales de otros países, sin que precisara cuáles.
«Nuestra
firma está siendo erróneamente involucrada con temas en los que no
tenemos injerencia alguna», aseveró entonces en una «aclaración» pública
Mossack Fonseca. También expresó su disposición «a cooperar con las
autoridades que soliciten información por los canales legalmente
establecidos y cumpliendo con los requerimientos de la legislación
respectiva».
Los «papeles de Panamá»
Tras el caso de
Brasil, la firma se ha visto salpicada ahora por la filtración de más
de once millones de sus documentos que revelan la implicación de
políticos, empresarios y personalidades de todo el mundo en empresas
radicadas en paraísos fiscales y que podrían haber servido para evadir
impuestos.
Entre los nombres incluidos están jefes de Estado en el
cargo como el presidente argentino, Mauricio Macri; el de Ucrania,
Petro Poroshenko, o el rey saudí, Salman bin Abdulaziz. También hay
gente del círculo más cercano al presidente ruso, Vladimir Putin; del
presidente sirio, Bashar al Assad, o del difunto líder libio, Muamar
Gadafi. En total hay 72 jefes o exjefes de Estado que con estas empresas
evadían impuestos, blanqueaban dinero y evitaban sanciones, según la
investigación.
La filtración afecta a 200.000 empresas,
aproximadamente dos tercios de las firmas que gestiona Mossack Fonseca.
Una fuente anónima entregó la documentación al periódico alemán
'Süddeutsche Zeitung', quien los compartió con el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación, que agrupa a 107 empresas
informativas de 78 países.
«Creo que esta filtración será
probablemente el mayor golpe de la historia al mundo de los paraísos
fiscales debido a la amplitud de los documentos», ha destacado el
director del Consorcio, Gerard Ryle.
Mossack Fonseca ha negado a
Efe cualquier vinculación con los delitos que pudieron haber cometido
sus cientos de miles de clientes. «Nosotros nos dedicamos a hacer
estructuras legales, se las vendemos a intermediarios como bancos,
abogados, contables, fiduciarias y ellos tienen sus clientes finales que
nosotros no conocemos ni lidiamos con ellos, no somos responsables de
lo que las estructuras hacen», ha manifestado Ramón Fonseca, que añade
que en sus casi 40 años de operaciones no ha recibido ninguna acusación
formal.
«Creemos que hay una campaña internacional en contra de la
privacidad. La privacidad es un derecho humano sagrado, hay gente en el
mundo que no entiende eso y nosotros definitivamente creemos en la
privacidad y seguiremos trabajando para que la privacidad legal
funcione», ha dicho.
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