MADRID (apro).— A diferencia de otros países europeos, España eliminó a Panamá de la lista de paraísos fiscales para beneficiar el desembarco de empresas españolas a las grandes obras que impulsó el país centroamericano, como la ampliación del Canal de Panamá o la construcción de una línea del metro.
En 2007, durante la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, las grandes constructoras Sacyr-Vallehermoso y FCC urgieron al gobierno para que negociara un convenio de doble imposición con Panamá para que éste país perdiera la consideración de paraíso fiscal, revela hoy el diario económico Cinco Días.
Ese mismo año se iniciaron las conversaciones y en 2011 entró en vigor el convenio de doble imposición, período durante el cual Sacyr ganó el concurso de ampliación del Canal de Panamá. Posteriormente, ante sus retrasos y sobreprecios, el propio Estado español tuvo que rescatar a esta empresa en esa magna obra.
En ese mismo período, la constructora FCC recibió el encargo de construir la línea 1 del metro en el país centroamericano.
Panamá vuelve a estar en el centro de atención global tras difundirse la investigación de 109 medios de comunicación, entre ellos Proceso, sobre los llamados Panamá Papers, que es la mayor investigación sobre sociedades offshore radicadas en ese país supuestamente para evadir impuestos.
La investigación se basa en 11,5 millones de documentos del despacho Mossack Fonseca, firma panameña especializada en colocar capitales de sus clientes en territorios off shore. Esa información, obtenida por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, luego compartida y coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en ingles), ha sido investigada por 376 periodistas alrededor del mundo.
En julio pasado, la Comisión Europea emitió un informe donde sigue considerando a Panamá un paraíso fiscal. Actualmente ocho países de la UE mantienen al país centroamericano en esa categoría, entre ellos Portugal, Bulgaria, Croacia, Grecia, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovenia.
En 1991, durante el gobierno de Felipe González, Panamá fue uno de los 48 países que entraron en la lista de paraísos fiscales, países caracterizados por su nula tributación o mantener un sistema tributario opaco.