jueves, 29 de diciembre de 2016

EL DESANGRADERO AFGANO


EL DESANGRADERO AFGANO




EL DESANGRADERO AFGANO
elzaperocodelarealidad.wordpress.com
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octubre 10º, 2016





Por Guadi Calvo.
Como un eco perverso, una vez más se repiten la noticia que, desde hace una semana, asoma discretamente en los medios internacionales: “La ciudad de Khunduz, capital de la provincia afgana del mismo nombre, es asediada por el Talibán”.
Apenas un año atrás, los medios estaban dando la misma exacta noticia. Al amanecer del 28 de septiembre, pero del 2015, unos cien hombres del Talibán avanzaban hacia la ciudad norteña de Khunduz, de 300 mil habitantes, sin que los más de 7 mil efectivos del Ejército Nacional Afgano (ANA), que protegían la ciudad, pudieran impedir su avance.
Para el mediodía, más de la mitad de la ciudad había caído una vez más en poder del Talibán.
En aquella operación, fueron liberados cientos de combatientes talibanes de la prisión central; al tiempo que se saquearon bancos, edificios del gobierno, las oficinas de la ONU y de la Cruz Roja.
El Talibán, entonces, también se hizo de varios centenares de vehículos y hasta establecieron su gobierno por primera vez en una gran ciudad, desde la invasión norteamericana de 2001, en que se debieron replegarse de manera total, y por lo que se ve desde el 2013, momentánea.
La toma de Khunduz, fue sin duda la gran Mise-en-scène del nuevo jefe talibán, el Mullah Akhtar Mansour, tras el tardío reconocimiento de la muerte de su legendario líder y fundador el Mullah Omar en 2013.
En mayo de este año, Mansour sería alcanzado por un dron norteamericano, mientras transitaba en un vehículo terrestre en el sur de Pakistán y remplazado por Mullah Hibatullah Akhundzada, otro veterano de la vieja guardia, que enfrentó a los soviéticos.
La toma de Khunduz de 2015 se resolvió después del penoso espectáculo brindado por la aviación norteamericana, cuando el 3 de octubre, en su desesperación por mostrar que los 14 años de ocupación y la infinidad de miles de millones de dólares invertidos, sin contar los muertos -ya que eso nunca cuentan-, no fueron inútiles, atacando el atiborrado hospital de urgencias traumatológicas perteneciente a Médicos Sin Fronteras, el único que funcionaba en cientos de kilómetros a la redonda; la incursión norteamericana dejó entonces 42 muertos, entre pacientes, y personal de MSF.
La nueva toma es parte de una operación de mayor envergadura iniciada el 29 de septiembre, que abarca desde Khunduz a la ciudad de Lashkar-gah, capital de la provincia de Helmand, epicentro de la producción de opio, la mayor fuente de financiación de la guerra por parte del Talibán, donde controla 5 de los 14 departamentos y en estos momentos libran duros combates por la conquista de los otros dos: Khanshin y Nawa.
De Khunduz a la Lashkar-gah, al sur del país, hay una distancia de 950 kilómetros, lo que deja en claro la capacidad operativa del grupo fundamentalista; en esa línea se han fortalecido dentro los departamentos de Bashran y Boland.
Tras el derrumbe de las defensas de Khunduz, los comandos talibanes tomaron varios distritos céntricos de la ciudad, desbordando a las Unidades de Fuerzas Especiales, del ANA, apoyado por asesores norteamericanos y a pesar de los continuos ataques aéreos.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Afganistán negó la crisis de Khunduz, diciendo que las fuerzas del ANA respaldadas por la aviación, habían obligado a retroceder a los talibanes, aunque reconoció que existieron fuertes enfrentamientos en la zona.
Mientras tanto, el general de brigada Charles Cleveland, portavoz del comando estadounidense, respaldó las declaraciones del Ministerio de Defensa afgano.
Aunque la desmentida se ha producido por parte de los primeros refugiados que han llegado a Kabul, respecto a la crítica situación en que se encuentra la población de Khunduz, sólo en los primeros días han llegado a la capital, desde Khunduz, a unos 330 kilómetros al norte, y de otras poblaciones cercanas como Taloqan y Mazar-i-Sharif, unos 15 mil refugiados, que se suman a los 290 mil en lo que va del año, totalizando ya el millón trescientos mil desplazados internos en Afganistán.
A partir de la nueva tentativa del Talibán por hacerse de Khunduz, y tras 10 días de combates, el alimento ha comenzado a escasear, disparándose los precios de manera exorbitante, para la ya diezmada economía de los pobladores; como ejemplo se puede señalar que una hogaza de pan que costaba 15 afganos, hace 10 días, ya ha alcanzado los 45.
Por otra parte, todas las escuelas, universidades y demás instituciones públicas y privadas han debido cerrar, al tiempo que prácticamente toda la ciudad ha quedado sin electricidad, ya que la principal central eléctrica fue destruida por fuego talibán.
En la incursión del año pasado, en que los talibanes mantuvieron el dominio de la ciudad poco más de 48 horas, murieron casi 300 personas.
En esta oportunidad, a poco menos de una semana que los hombres del Mullah Akhundzada se encuentran en la ciudad, el número de bajas se desconoce, pero se calcula que no será menor a los mil, siempre y cuando la retoma de la ciudad no se postergue mucho más.
Algunas fuentes han informado que los combates casa por casa en las calles de barrio Khakani, en el occidente de Khunduz, habrían generado un gran número de civiles muertos.
Qué esperar…
Mientras el desangradero afgano persiste, el presidente Ashraf Ghani no ha logrado avanzar en nada respecto a sus planes de paz; incluso la endeble alianza con su segundo, el presidente ejecutivo Abdullah Abdullah, en permanente estado de zozobra, no da esperanzas para nada.
Mientras se sucedía la toma de Khunduz, en Bruselas se abría una conferencia para conseguir recursos para Afganistán, que le permitan mantenerse hasta el 2020.
Los participantes han apoyado el programa de reformas presentado por Kabul.
Y han comprometido su apoyo político y financiero.
La cifra es de 15.200 millones de dólares, con lo que buscarán mantener la estabilidad política y económica, la consolidación del Estado y el desarrollo.
A Bruselas asistieron los ministros de Exteriores de los Estados Unidos, Rusia, Irán, China, la India y Pakistán y representaciones de menor jerarquía de otras setenta naciones.
El representante Especial de la UE para Afganistán, Franz-Michael Mellbin, declaró que la conferencia también busca acelerar el encallado proceso de paz: “Si no logramos la paz, va a ser extremadamente costoso un futuro previsible”.
Como para señalar su oposición a la conferencia de Bruselas y en conmemoración de los quince años de la invasión norteamericana los fundamentalistas, intensificaron los combates en cinco de las 34 capitales de provincias, mientras que ya dominan un tercio del país.
La cúpula Talibán, en un mensaje en recuerdo a la invasión norteamericano, volvió a exigir a Washington el abandono del territorio afgano, y aseguraron el fracaso de todos los objetivos estadounidenses, incluida, básicamente, la paz, la gobernabilidad y la eliminación del narcotráfico.
Mientras, Barack Obama había anunciado en julio que iba mantener unos ocho mil 400 hombres durante en 2017 en lugar de los cinco mil 500, que había anunciado en 2015.
Obama sin duda está esperando la resolución de las elecciones norteamericanas en noviembre próximo para consensuar con su sucesor los pasos más urgentes y quizá realizar el trabajo sucio antes de la asunción, es decir aumentar el número de tropas norteamericanas en Afganistán, visto la creciente actividad del Talibán y otros grupos como al-Qaeda y Daesh, abastecidos por los salafistas provenientes del frente sirio.
Según el Departamento de Estado norteamericano, son aproximadamente 98 las organizaciones terroristas, de las que unas veinte tendrían presencia en Pakistán y Afganistán fundamentalmente, y otras organizaciones uzbekas, tayikas, turcomanas, kirguises y kazajas, como el Movimiento Islámico de Uzbekistán, la Unión Yihad Islámica y Jamaat Ansarullah. Donde también actúan chechenos y daguestaníes del Cáucaso, los uigures (musulmanes chinos) del Mito (Movimiento Islámico del Turkestán Oriental) y del Mite (Movimiento Islámico del Turkestán del Este).
La única organización terrorista que hasta ahora ha pactado con el presidente Ashraf Ghani ha sido Hizb-Islami, el segundo grupo terrorista de Afganistán después de los talibanes, dirigido por Gulbuddin Hekmatyar, “El Carnicero de Kabul”, que desde los años ochenta se ha mantenido en un delicado equilibrio entre el terrorismo y el narcotráfico, y que no ha dejado de participar en cuanta confrontación hubo en Afganistán, a excepción y muy casualmente, contra los Estados Unidos.
En la administración afgana, desde hace año cumple funciones el general Abdul Rashid Dostum, ex líder de la milicia uzbeka acusado de crímenes de guerra, y ahora es primer vicepresidente. Mientras que Abdul Rab Rasul Sayyaf, líder del grupo Tanzim-e Dahwat-e Islami-ye Afghanistan (Unión Islámica para el Liberación de Afganistán), acusado de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante la guerra civil, y responsable de haber involucrado a Osama bin Laden en la guerra contra los soviéticos, se postuló libremente a presidente en 2014.
Endeudamiento, estancamiento, pobreza y terrorismo, es la realidad afgana, que lleva varada en la violencia más de cuarenta años. Nadie ha encontrado soluciones y tampoco a nadie parece importarle demasiado esa realidad, más que a los afganos que se mantienen vivos y esos son cada vez menos.
*Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook:
https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.




Afganistán: Opio, barato
carlosagaton.blogspot.com
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No quiero decir que soy más inteligente que todos los demás cuando se trata de Afganistán y el opio, pero parece que soy más inteligente que todos los demás cuando se trata de Afganistán y el opio.

Hay una manera simple de resolver el "problema" de la producción de opio en Afganistán que representa el 90 por ciento de la oferta mundial.


La solución es barata y pacífico; nos va a hacer amigos en lugar de enemigos y no va a matar a nadie.Debemos comprar toda la cosecha.


Todos los años.Nos costará menos de $ 1 mil millones al año a precios de hoy.


Nos cuesta $ 1 millón para mantener a un solo soldado estadounidense en Afganistán durante un año. Con 53.000 soldados estadounidenses en el país ahora, que es de $ 53 mil millones al año.


Podríamos comprar toda la cosecha de opio por menos del precio de mantener 1.000 soldados allí - menos del 2 por ciento de nuestros gastos de tropas.


Podríamos hacer lo que queramos con el opio después de comprarlo.


Podríamos quemarlo, lo venden a las compañías farmacéuticas que necesitan para tomar analgésicos para los hospitales, o podemos insertarlo en forma de supositorios hasta los congresistas y senadores republicanos que lo necesitan desesperadamente.


Los hechos sobre el opio son notoriamente poco fiables. Los mentirosos primarios al respecto son los gobiernos que pretenden querer erradicarla.


Pero incluso aceptando el extremo superior de las estimaciones de fuentes semi-fiables, como el Washington Post, el New York Times, Reuters, a nuestro gobierno y otros, les debería costar menos de $ 1 mil millones para comprar toda la cosecha.


De esa manera los narcos no lo conseguirán, o los señores de la guerra afganos.


Por supuesto, eso provocaría un perdida de nuestro gobierno de los amables afgano amables.


Se necesita alrededor de 5.000 toneladas de opio al año para los analgésicos, según esas fuentes semi-confiables.


Se espera que Afganistán para producir 6.900 toneladas este año, y el precio al por mayor para el opio hoy en día, de acuerdo con Reuters, es $ 64 el kilo, o $ 64.000 por tonelada métrica.


A ese precio, se podía comprar toda la cosecha de opio de Afganistán 's este año por $ 442 millones.


Podríamos ofrecer el doble de dinero a los señores de la guerra y narcotraficantes pagan, y todavía comprarlo todo por menos de $ 1 mil millones.


Y si nuestro programa de gobierno generoso hace subir la producción el próximo año, ¿y qué?


Eso hará bajar el costo, y todavía será más barato, con mucho, de hacer la guerra contra la gente en el otro lado del mundo, que nos odian más cada día si decimos que ganar o perder.


No debería ser ninguna sorpresa que las regiones más importantes de cultivo de opio son Helmand y Kandahar, los bastiones talibanes, donde gran parte de la guerra se está librando.


El opio es la razón por la guerra se está librando allí. Si lo compramos de todo, habría menos por qué pelear.


Las estimaciones de la parte del opio del Producto Interno Bruto de Afganistán varían ampliamente, desde un 3 por ciento a 27 por ciento.


Pero está claro que el opio responde por un montón infernal de dinero en Afganistán. Pero toda la cosecha anual costaría los Estados Unidos sólo una gota en el cubo


La cosecha de opio emplea de 1,6 millones a 2,4 millones de ciudadanos afganos - hasta un 8 por ciento de los 28,4 millones de habitantes del país (la estimación de la población es de la CIA World Fact Book).


No estamos haciendo amigos tratando de matar a los puestos de trabajo de 8 por ciento de la población de un condado, o tratando de matar a la gente, tampoco.


Si compramos sus cosechas a un precio mejor que el hermano de Hamid Karzai les paga, los agricultores afganos serán nuestros amigos.


Necesitamos amigos allí.


Después que el presidente George W. Bush pasó 3 años tratando de "erradicar" el cultivo, la superficie de cultivo de opio aumentó en un 61 por ciento y el valor de la cosecha aumentó en alrededor de un tercio, el Washington Post informó en 2006.


El opio paga a los agricultores afganos 12 veces más que los cultivos de alimentos. Ellos no pueden cultivar alimentos en el país de opio misma facilidad con que se pueden cultivar opio.


Cultivar opio puede ser la mejor cosa que la tierra se puede utilizar para.


La historia parece indicar que. Esos dos, provincias devastadas pobres podrían abastecer al mundo entero con casi la totalidad de un medicamento que necesita el mundo - legalmente.


Si alguien me puede dar una buena razón por la que no deberíamos comprar toda la cosecha de opio de Afganistán , me gustaría escucharlo.


Claro, que va a provocar una cierta cantidad de corrupción en los organismos estadounidenses que compran y queman, pero ¿y qué?


Todos los demás departamentos de nuestro gobierno parece estar dañado, de arriba abajo, y el país se tambalea a lo largo de todos modos.


De esta manera, se podría escalonar a lo largo de más barato, hacer amigos con la gente, dándoles dinero para algo que necesitamos, en lugar de tratar de hacer que nuestros amigos, dándoles muerte


http://chiwulltun.blogspot.com/2016/12/opio-barato.html

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