Quienes
ignoran la cultura milenaria china de 6,000 años de civilización
podrían cometer un grave error de juicio si solo se confinan a supuestos
magros cuan vulgares logros mercantilistas,como proclama The Financial Times,y soslayan la grave humillación del polémico Trump al haber bombardeado Siria antes de la invitación a cenar al mandarín Xi.
Luego para arrojar sal a la herida china,Trump envió el portaviones USS Carl Vinson dotado de armas nucleares para amedrentar a Norcorea, aliado de China.
Así las cosas,en lo referente al protocolo como a la escalada bélica de EU con la presencia disuasiva de su portaviones en la península coreana,Trump rebasa las supuestas “concesiones de China para los próximos 100 días” en materia mercantilista.
La visita del primer nipón Shinzo Abe fue mas cálida y espectacular —que incluyó un conspicuo saludo de varios segundos que intrigó en su momento e,incluso perturbó al huésped de honor,además de una conspicua partida de golf en la mansión millonaria de Trump—, mientras que el mandarín Xi no juega golf ya que esta afición “occidental” es despreciada por los exégetas del Partido Comunista Chino que lo considera como una degradación.
Según Financial Times,“China ofreció concesiones para evitar una guerra comercial con EU” cuando el mandarín Xi otorgó a Trump “el prospecto de ganancias rápidas con el acceso al mercado en finanzas y carnes”.
Curiosamente,China optó por un “abordaje transaccional”,que tanto complace a Trump,y “se comprometió a comprar mas importaciones de EU en la misma forma que lo hizo Japón en la década de los ochenta del siglo pasado”,lo cual disminuirá el déficit comercial en “bienes”—en “servicios” sucede todo lo contrario donde EU ostenta un superávit con China.
En forma destacada,el plan de abordar en “100 días” el desequilibrio comercial provino de China que se basó en la idea del presidente Franklin Roosevelt para paliar la Gran Depresión de la década de los treinta del siglo pasado.
A Wilbur Ross,Secretario del Comercio y anterior banquero de inversiones del banco Rothschild en Nueva York,le encantó el formato del “plan de 100 días” durante los cuales China “realizará concesiones en todo,desde las importaciones agrícolas hasta las inversiones foráneas en su sector financiero”.
En lugar de “limitar las exportaciones de China a EU,en forma hábil,Beijing acepta el incremento de las exportaciones de EU a China con el objetivo paralelo de disminuir su pletórica masa monetaria y,además,paliar la inflación interna”,según confesión de los negociadores chinos que reportó el mismo Wilbur Ross.
The Financial Times,portavoz de la globalización financierista —vinculado cuádruplemente a la banca Rothschild,al Grupo Pearson, a BlackRock y a la empresa de medios Nikkei de Japón—,cita en forma sesgada a los apologistas ultra-reduccionistas del acuerdo mercantilista quienes en su generalidad alegan que la “atmosfera de las charlas fue buena entre Trump y el mandarín Xi” cuando “el comercio es el tema más preocupante para EU y China”,en lo cual,a mi juicio,se equivocan rotundamente ya que existen 4 temas mucho más relevantes,cuando se ejerce un abordaje multidimensional:1.-El contencioso nuclear de Norcorea;2.-La soberanía de China en el Mar Meridional de China; 3.-La disputa de las islas Senkaku/Diaoyu entre China y Japón(con EU proveyendo su paraguas nuclear a Tokio); y 4.-La instalación de misiles de defensa por EU en Sudcorea,que propagandísticamente está diseñada para contrarrestar las pruebas balísticas y atómicas de Norcorea,pero que,en realidad,está dirigida contra China.
Steve Tsang,Director del School of Oriental and African Studies(SOAS)China Institute in London,diluye el embriagante vino triunfal de los
ultra-mercantilistas al poner en duda lo que se puede obtener en solo 100 días cuando Trump “carece de un equipo pleno para conducir las negociaciones en forma efectiva” y tampoco “tiene una estrategia para China”. Otros comentaristas arguyen que el “acuerdo transaccional” es muy aparatoso y ruidoso,pero “demasiado discreto para tener un efecto estructural (sic) al déficit comercial integral de EU”.
Larry Summers—anterior Secretario del Tesoro de EU y ex-Rector de la Unversidad de Harvard,eyectado por su misoginia—aborda en The Washington Post,rotativo del establishment,que no se consiguieron “avances diplomáticos” ya que “los temas que preocupan a muchos estadunidenses,no fueron abordados siquiera” cuando el trumponomics se ha extraviado en la “presunta manipulación de la divisa china”.
A juicio de Larry Summers,“en términos de volúmenes de reservas dilapidadas y en la extensión de los controles de capital impuestos,pocos (sic) países en años recientes han hecho tanto como China para intentar de elevar la cotización de su divisa”.
Coincidentemente,no existe tal “manipulación de la divisa china(yuan/renminbi):es todo lo contrario de lo que también alegó el anterior Secretario de Hacienda,Luis Videgaray,que culpó a China de los malestares económicos y “competitivos” del “México neoliberal itamita”.
En efecto,China dilapidó US$100,000 Millones de sus reservas que ahora se encuentran en US$3.1 Millones de Millones(Trillones en anglosajón),además que “más de US$540,000 Millones salieron de China en 2015,como reseña Jethro Mullen de CNN Money.
Larry Summers sustenta que “el futuro económico de EU estará conformado más por las opciones políticas hechas en Washington,que aquellas hechas en Beijing”. Sostiene que “si el comercio de China ha trastornado a EU,ello es el resultado del crecimiento remarcable de China y su incremento en la capacidad para producir,y no en políticas comerciales injustas”,por lo que “enfocarse al déficit comercial de China con EU es extensamente equivocado”.
Summers argumenta que China “busca proyectar su softpower en el mundo por medios económicos”,como delató el mandarín Xi en su discurso histórico de Davos en enero pasado y del que forman parte su estrategia “OBOR(One Belt One Road)” que “vislumbra inversiones de infraestructura y ayuda foránea para conectar China y Europa”,mediante su banco AIIB que es el competidor del Banco Mundial.
Summers expone que hoy “las inversiones chinas en Latinoamérica y África exceden en forma significativa las de EU,el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo” cuando China se apresta a ser el principal exportador en las inversiones de energía limpia.
Lo que busca China en el largo plazo con sus inversiones en Latinoamérica y África es “asegurar el acceso de China a las materias primas,permitir a las empresas chinas de ganar economías de escala”,aduce el anterior Secretario del Tesoro quien aconseja que “EU debe enfocarse menos en intereses mercantiles específicos de corto plazo y más en lo que los historiadores recordarán de aquí a un siglo”,lo que,a mi juicio traduce en términos geoestratégicos,en el ámbito económico,la decadencia de EU y el ascenso irresistible de China como la nueva potencia hegemónica global geoeconómica.
http://alfredojalife.com
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Luego para arrojar sal a la herida china,Trump envió el portaviones USS Carl Vinson dotado de armas nucleares para amedrentar a Norcorea, aliado de China.
Así las cosas,en lo referente al protocolo como a la escalada bélica de EU con la presencia disuasiva de su portaviones en la península coreana,Trump rebasa las supuestas “concesiones de China para los próximos 100 días” en materia mercantilista.
La visita del primer nipón Shinzo Abe fue mas cálida y espectacular —que incluyó un conspicuo saludo de varios segundos que intrigó en su momento e,incluso perturbó al huésped de honor,además de una conspicua partida de golf en la mansión millonaria de Trump—, mientras que el mandarín Xi no juega golf ya que esta afición “occidental” es despreciada por los exégetas del Partido Comunista Chino que lo considera como una degradación.
Según Financial Times,“China ofreció concesiones para evitar una guerra comercial con EU” cuando el mandarín Xi otorgó a Trump “el prospecto de ganancias rápidas con el acceso al mercado en finanzas y carnes”.
Curiosamente,China optó por un “abordaje transaccional”,que tanto complace a Trump,y “se comprometió a comprar mas importaciones de EU en la misma forma que lo hizo Japón en la década de los ochenta del siglo pasado”,lo cual disminuirá el déficit comercial en “bienes”—en “servicios” sucede todo lo contrario donde EU ostenta un superávit con China.
En forma destacada,el plan de abordar en “100 días” el desequilibrio comercial provino de China que se basó en la idea del presidente Franklin Roosevelt para paliar la Gran Depresión de la década de los treinta del siglo pasado.
A Wilbur Ross,Secretario del Comercio y anterior banquero de inversiones del banco Rothschild en Nueva York,le encantó el formato del “plan de 100 días” durante los cuales China “realizará concesiones en todo,desde las importaciones agrícolas hasta las inversiones foráneas en su sector financiero”.
En lugar de “limitar las exportaciones de China a EU,en forma hábil,Beijing acepta el incremento de las exportaciones de EU a China con el objetivo paralelo de disminuir su pletórica masa monetaria y,además,paliar la inflación interna”,según confesión de los negociadores chinos que reportó el mismo Wilbur Ross.
The Financial Times,portavoz de la globalización financierista —vinculado cuádruplemente a la banca Rothschild,al Grupo Pearson, a BlackRock y a la empresa de medios Nikkei de Japón—,cita en forma sesgada a los apologistas ultra-reduccionistas del acuerdo mercantilista quienes en su generalidad alegan que la “atmosfera de las charlas fue buena entre Trump y el mandarín Xi” cuando “el comercio es el tema más preocupante para EU y China”,en lo cual,a mi juicio,se equivocan rotundamente ya que existen 4 temas mucho más relevantes,cuando se ejerce un abordaje multidimensional:1.-El contencioso nuclear de Norcorea;2.-La soberanía de China en el Mar Meridional de China; 3.-La disputa de las islas Senkaku/Diaoyu entre China y Japón(con EU proveyendo su paraguas nuclear a Tokio); y 4.-La instalación de misiles de defensa por EU en Sudcorea,que propagandísticamente está diseñada para contrarrestar las pruebas balísticas y atómicas de Norcorea,pero que,en realidad,está dirigida contra China.
Steve Tsang,Director del School of Oriental and African Studies(SOAS)China Institute in London,diluye el embriagante vino triunfal de los
ultra-mercantilistas al poner en duda lo que se puede obtener en solo 100 días cuando Trump “carece de un equipo pleno para conducir las negociaciones en forma efectiva” y tampoco “tiene una estrategia para China”. Otros comentaristas arguyen que el “acuerdo transaccional” es muy aparatoso y ruidoso,pero “demasiado discreto para tener un efecto estructural (sic) al déficit comercial integral de EU”.
Larry Summers—anterior Secretario del Tesoro de EU y ex-Rector de la Unversidad de Harvard,eyectado por su misoginia—aborda en The Washington Post,rotativo del establishment,que no se consiguieron “avances diplomáticos” ya que “los temas que preocupan a muchos estadunidenses,no fueron abordados siquiera” cuando el trumponomics se ha extraviado en la “presunta manipulación de la divisa china”.
A juicio de Larry Summers,“en términos de volúmenes de reservas dilapidadas y en la extensión de los controles de capital impuestos,pocos (sic) países en años recientes han hecho tanto como China para intentar de elevar la cotización de su divisa”.
Coincidentemente,no existe tal “manipulación de la divisa china(yuan/renminbi):es todo lo contrario de lo que también alegó el anterior Secretario de Hacienda,Luis Videgaray,que culpó a China de los malestares económicos y “competitivos” del “México neoliberal itamita”.
En efecto,China dilapidó US$100,000 Millones de sus reservas que ahora se encuentran en US$3.1 Millones de Millones(Trillones en anglosajón),además que “más de US$540,000 Millones salieron de China en 2015,como reseña Jethro Mullen de CNN Money.
Larry Summers sustenta que “el futuro económico de EU estará conformado más por las opciones políticas hechas en Washington,que aquellas hechas en Beijing”. Sostiene que “si el comercio de China ha trastornado a EU,ello es el resultado del crecimiento remarcable de China y su incremento en la capacidad para producir,y no en políticas comerciales injustas”,por lo que “enfocarse al déficit comercial de China con EU es extensamente equivocado”.
Summers argumenta que China “busca proyectar su softpower en el mundo por medios económicos”,como delató el mandarín Xi en su discurso histórico de Davos en enero pasado y del que forman parte su estrategia “OBOR(One Belt One Road)” que “vislumbra inversiones de infraestructura y ayuda foránea para conectar China y Europa”,mediante su banco AIIB que es el competidor del Banco Mundial.
Summers expone que hoy “las inversiones chinas en Latinoamérica y África exceden en forma significativa las de EU,el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo” cuando China se apresta a ser el principal exportador en las inversiones de energía limpia.
Lo que busca China en el largo plazo con sus inversiones en Latinoamérica y África es “asegurar el acceso de China a las materias primas,permitir a las empresas chinas de ganar economías de escala”,aduce el anterior Secretario del Tesoro quien aconseja que “EU debe enfocarse menos en intereses mercantiles específicos de corto plazo y más en lo que los historiadores recordarán de aquí a un siglo”,lo que,a mi juicio traduce en términos geoestratégicos,en el ámbito económico,la decadencia de EU y el ascenso irresistible de China como la nueva potencia hegemónica global geoeconómica.
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