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El brasileño Michel Temer se reúne en Moscú con Vladímir Putin
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En vísperas de la llegada del presidente de Brasil a
Rusia, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes,
habla con el diario ruso Rossiyskaya Gazeta sobre el estado actual y el
futuro de relaciones ruso-brasileñas. El ministro adelanta también las
cuestiones que discutirán ambos presidente durante el encuentro
.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes, concedió una entrevista al diario ruso Rossiyskaya Gazeta en vísperas del viaje del presidente de Brasil a Moscú.
"Nuestras relaciones con Rusia son muy positivas. Realizamos diversos encuentros bilaterales de alto nivel, el presidente Michel Temer ya representó a Brasil en esos eventos. Existe el Consejo Empresarial, cuya próxima reunión se celebrará durante la visita del presidente. Esperamos que cerca de 120 representantes de las empresas participen en esta reunión", dijo Nunes.Según Aloysio Nunes, a pesar de las diferencias culturales, históricas y lingüísticas, Rusia y Brasil tienen mucho en común.
"Compartimos las ideas de la defensa de la multipolaridad, y en muchos otros asuntos nuestras posiciones son similares, por ejemplo, en relación a las cuestiones climáticas o las resoluciones pacíficas de conflictos. Apreciamos el apoyo de Rusia durante el proceso de adhesión a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU", afirmó el canciller brasileño.No obstante, en el campo económico la relación entre ambos países no pasar por su mejor momento. El canciller brasileño reconoce que el volumen de intercambio comercial sigue siendo bajo y que hay un amplio margen de mejora.
"Actualmente la balanza comercial es de 4.000 millones de dólares y, según los expertos, puede llegar hasta los 10.000 millones de dólares en 2020. Es una estimación muy ambiciosa, pero realizable. No solo los gobiernos de los dos países, sino también los representantes de la comunidad empresarial deben intensificar el trabajo para alcanzar ese indicado".Para Nunes, acelerar la cooperación entre los empresarios rusos y brasileños es una tarea difícil, y los factores que dificultan los negocios son variados.
"Hay una serie de razones objetivas para ello: la desaceleración de la economía global, [...] la crisis financiera en Brasil que provocó la caída del PIB hasta casi un 10%. Rusia también tiene sus propios problemas de carácter internacional, que afectan las relaciones comerciales con los socios", dijo Nunes.Según el canciller brasileño, los gobiernos de ambos países deben apoyar y ayudar a los empresarios.
"En países que tienen una economía de mercado las relaciones se basan en las personas, las empresas y algunas organizaciones específicas. Los gobiernos deben cumplir su papel y preparar acuerdos que faciliten esta interacción, promover la inversión mutua. En nuestro entendimiento, los socios rusos están interesados no solo en industrias tradicionales, como el petróleo y gas, sino también en energía nuclear, telecomunicaciones y nanotecnologías", declaró Nunes.Aloysio Nunes también reveló que durante la visita oficial de Michel Temer a Moscú, los presidentes deben firmar acuerdos sobre facilitación del comercio y protección de las inversiones, además de debatir temas de política internacional.
"Los presidentes discutirán diversas cuestiones que afectan a las actividades de BRICS, que es un importante mecanismo de cooperación y coordinación política, [...] sobre la preservación de la paz, la lucha contra el terrorismo internacional, la situación en Corea del Norte y Siria", agregó el canciller.
Comentario:
Temer, sin duda alguna, no es alguien de quien los brasileros podrían
estar orgullosos. Actualmente involucrado en otro escándalo de
corrupción que mantiene al país en una crisis política y lo establece
como el presidente con menor popularidad de la historia, Temer tiene el
"mérito" de ser un vicepresidente que ha permitido el
impeachment
contra la presidenta electa democráticamente de Brasil, Dilma Rousseff. Este proceso de
impeachment
tenía toda la apariencia de ser el producto de la injerencia del
establishment
estadounidense en los asuntos del país con el fin de debilitar al BRICS
y extraer recursos energéticos. Por ello, resulta bastante llamativo el
hecho de que Temer esté optando por establecer lazos con Rusia, siendo
que básicamente le debe su posición a EEUU.
Considerando que es la misma élite brasilera la que está ahora en
proceso de sacar a Temer del camino mediante el último escándalo de
corrupción, esta reunión y el ánimo de cooperación resultan aún más
llamativos. ¿Será que se está intentando quitar a Temer del camino
debido, precisamente, a sus intenciones de acercarse a Rusia?
En nota de Sputnik, también vemos que este acercamiento ha iniciado antes del presente escándalo que lo inculpa de corrupción, lo que podría considerarse como una posible causa de que el establishment brasilero arremeta en contra de Temer ahora:
Los volúmenes de exportación e importación entre Rusia y Brasil crecieron un 40% desde que Michel Temer asumió la presidencia de Brasil, afirmó el propio líder suramericano durante la reunión con el presidente de la Duma de Estado (Cámara baja del Parlamento), Viacheslav Volodin. "El año cuando ocupé el cargo del presidente (agosto de 2016) el comercio bilateral entre nuestros países creció de manera significante; si miramos a los índices para exportaciones e importaciones, el crecimiento se situó en 40%", dijo Temer.
El presidente brasileño destacó que el 21 de junio serán firmados una serie de documentos que beneficiarán a posterior aumento de la cooperación ruso-brasileña.
Temer inició su visita a Rusia por invitación del presidente ruso, Vladímir Putin.
En todo caso, nuestro consejo para Putin es que se vaya con cuidado con ese tipo, que es de temer.
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